TU PUEBLO TE HIZO SANTO

Tu pueblo te hizo santo,
nuestro ángel de la guarda,
consagraste tu vida a tu rebaño,
como un gigante pastor nos enseñaste
a  amar al prójimo.

En molde de piedra vive y perdura tu memoria,
tus homilías como guía de luz palpitan en cada corazón,
en cada sentimiento de paz y  lucha
por lo justo, por lo digno.

Tu sangre fundida entre nosotros
riega el compromiso, la conciencia
de amor, lealtad,
somos el pueblo por el cual moriste.

Somos el pueblo por el cual consagraste tu existencia
en aquella capilla que te vio caer, ese 24 de marzo
que se vistió de dolor, de lágrimas, de luto nacional,
de compromiso infinito a tu amor, tu ternura, tu lucha.

Tus pasos son huellas de Jesús de Nazaret que por
los caminos de la lucha por lo justo continuaron
Anastasio Aquino, Feliciano Ama, Farabundo
y tantos profetas más de nuestro pueblo,
caminos coincidentes con los ideales
de paz, justicia, libertad y vida
que nos predicaste con el ejemplo de tu martirio.

Gracias amado Santo y pastor Oscar Arnulfo Romero,
gracias por haber nacido en este país
al que con tu sangre abonaste gloriosamente
y hoy avanzamos indetenibles por los senderos de los cambios.

Marina Manzanares Lotze  (Mariposa)

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