Salgado tiene mucha tela qué cortar: el mal manejo del CD Águila, un secuestro bastante dudoso a principios del año, su impopularidad por la expulsión de la mayoría de partidos políticos, su particular petulancia, además del excesivo autoritarismo que transpira en los canales de televisón (a excepción del suyo), entre otras cosas. Esto hace que parezca fácil quitarle la alcaldía a un tipo como él, pero no es así.
Salgado tiene una tremenda popularidad en las fronteras de su municipio, con gente humilde que recibe víveres a cambio de un voto. A lo mejor sea por su espíritu desenfadado o sus ínfulas de rey, pero la gente lo sigue, esa es una realidad. Si yo fuera candidato a esa alcaldía no solo ventilaría todos los datos antes mencionados, sino que los maximizaría a modo de recordar la verdadera naturaleza de Will (porque demostrarla estaría de más) y me enfocaría en las verdaderas necesidades que tiene la gente de San Miguel: orden, limpieza, seguridad, espacios de esparcimiento público, transparencia fiscal, difusión cultural, etc. Se necesitaría una batalla campal, una campaña agresiva para sacar a Salgado del poder, pero éste no será el caso del FMLN.
No creo que con un proyecto como «Miguelandia» vaya a garantizarse una batalla fuerte. Mucho menos con el escaso apoyo dentro de las bases del partido y con propuestas tan poco apegadas a la realidad y a las necesidades de la población. «Miguelandia» apuesta a ser más de lo mismo. Con Miguelandia sería mejor quedarse con un carnaval que trae a Los temerarios y Los tigres del norte una vez al año (no de CHOTO, sino sacado de los impuestos de los migueleños) que ver a Micky Mouse en San Miguel.
No, con un panorama como este creo que tendremos Will Salgado para rato. Con candidatos y propuestas como éstas sería mejor lo viejo conocido que lo nuevo por conocer. Lástima por la política nacional, pero sobre todo, lástima por el pueblo migueño. Quizá en las siguientes elecciones será.
Ricardo
@ricardooctubre
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