¡El pueblo unido…!
Por otra parte, es necesario preguntarnos ¿Qué tan radical es en realidad el FMLN? Para empezar quiero señalar que la palabra radical es usada en un sentido diferente en el debate político. Ser radical es llegar a la raíz de los problemas, los hechos y en general los fenómenos sociales. Por tanto la radicalidad en el plano teórico debería ser una característica fundamental del pensamiento científico, que busca encontrar el origen y la explicación de los fenómenos de la naturaleza y la sociedad. Pero en el léxico político la palabra radical es sinónimo de extremismo. Por ello vale la pena reformular la pregunta ¿Qué tan extremista es en realidad el FMLN?
Contestar esta pregunta con objetividad no es fácil, pues si bien en el FMLN hay claras expresiones de posiciones extremistas (En el plano teórico se pueden encontrar en sus estatutos y varios documentos oficiales), es necesario tomar en cuenta los siguientes factores. En primer lugar, las posiciones similares de extremismo político de su contraparte de derecha. Por lo cual ambos partidos terminan auto alimentándose en posiciones extremas.
…será la tumba donde los rojos…
Por otra parte hay muchas posiciones políticas del FMLN que no pueden ser consideradas de extremas. Por el contrario en algunos casos refuerzan posiciones reformistas. Pero estas son deformadas por los medios de comunicación y por un debate estéril y polarizado con una derecha cavernaria. El extremismo con que la derecha aborda el tema del aborto es un claro ejemplo y la actitud de los diputados del FMLN de firmar el documento antiaborto de la Iglesia Católica Hondureña, es un ejemplo de posición moderada.
El problema real del FMLN no es el extremismo político, mas bien pareciera ser la incoherencia política que expresa en muchos temas importantes de la vida nacional. Incoherencia que la derecha explota al máximo cuando se expresa en las contradicciones entre las posiciones del partido y las declaraciones del candidato Mauricio Funes.
¡Que camisa mas extrema!
¡Bonita corbata!
Incoherencia que se manifiesta cuando contrastamos los documentos del FMLN con su praxis política. Incoherencia ante diversos temas de la coyuntura nacional, como el caso de las reformas al sector salud, que su actitud de oposición total los llevó a posiciones que pueden considerarse a la derecha de la misma ARENA.
El otro argumento de Villalobos está vinculado a la relación con los EUA.
Las elecciones presidenciales en EUA han provocado un importante viraje en la política norteamericana. El triunfo de Barack Obama ha generado muchas expectativas. Hay en la población norteamericana un deseo de cambio como consecuencia que han comenzado a sufrir los impactos económicos de la crisis mundial, que su mismo sistema de vida ha ocasionado.
Esta situación rompe los esquemas tradicionales con los que la derecha salvadoreña y su partido habían venido operando.
La derecha salvadoreña se queda sin argumentos ante la derrota de su aliado, el Partido Republicano; mientras que para la izquierda, se crea la ilusión de que Obama y los Demócratas les serán más favorables. Ambos elementos no son realmente ciertos, pero por la forma en que habían venido manejando la propaganda de medios, especialmente la derecha, esto es lo que queda grabado en el imaginario popular. Con la Derrota de Mc. Cain, ARENA cae en su propia trampa.
Pero tampoco las cosas son tan fáciles o sencillas para el FMLN. Creer que Obama hará un gobierno favorable al FMLN es un grave error. Los demócratas son tan anticomunistas como los republicanos. Hay demócratas de derecha que son más conservadores que ciertos republicanos más liberales.
¿El Salva..quien?
Para el Presidente electo de los EUA el tema central y casi único es la crisis económica, la perdida de millones de empleos, el gran hoyo financiero que todavía no logran tapar, la caída del consumo que es la base que ha mantenido la economía norteamericana. Enfrentar esto es una tarea gigantesca que amerita que le dedique todo su tiempo y el de su futuro gabinete.
En el campo internacional lo más importante para Obama es la relación con Europa, con las potencias de oriente y Asia, con los países productores de petróleo. Allí esta parte de la clave para resolver la grave crisis económica mundial. Me atrevería a decir que hasta las guerras de Irak y Afganistán pasarán momentáneamente a segundo plano.
Para el nuevo gobierno norteamericano lo fundamental es salir de atolladero económico. Estas serán las grandes prioridades donde centrarán su atención, al menos, en los primeros dos años de su mandato. Si Obama, no saca a los EUA de la crisis, no tiene ninguna posibilidad de reelección dentro de cuatro años. Y de esta crisis no salen solos, tienen que salir junto con todos los países desarrollados y los de desarrollo medio.
En este contexto, el tema del terrorismo como factor central de la política estadounidense pierde peso. No significa que lo harán de lado, siempre será un elemento importante, Estados Unidos no puede dejar de lado el punto de su seguridad. Las relaciones con Irán se complican, ataques terroristas en distintos lugares del mundo les recuerdan que el tema está allí latente y presente. Pero ya no será el eje central de la política como lo fue con el actual Presidente Bush.
I hate Iran…
Lo mejor que podemos hacer es reconocer con humildad nuestra mísera posición como país. No tenemos ninguna importancia para los Estados Unidos, ni como aliados, ni como potencial enemigo por anidar terroristas. No somos importantes como aliados por nuestra insignificancia como país. Por otra parte, nadie se cree la historia de que por la relación del FMLN con las FARC, vendrán terroristas islámicos a poner bases para atacar los EUA. Los gringos tienen monitoreado cada kilómetro cuadrado de El Salvador, no nos olvidemos que tienen una base aérea para el control del narcotráfico que opera en nuestro país.
El nuevo gobierno salvadoreño que tomará posesión de junio, sea de ARENA o del FMLN, tiene la oportunidad de replantearse las relaciones con los EUA. El primer paso debería de ser es establecimiento de una política basada en el reconocimiento del bipartidismo en EUA. De reconocer que las relaciones con esta gran potencia no pueden estar basadas en la amistad con un partido político. Este fue un gran error de Napoleón Duarte (¿se recuerdan del beso a la bandera?) en sus relaciones con los EUA, que lo siguieron cometiendo los gobiernos areneros.
Fué un beso de hermanos…
El otro gran norte de nuestra relación con los EUA debe ser la defensa de nuestros emigrantes. Obtener condiciones de dignidad para que puedan trabajar es fundamental. Nuestros hermanos lejanos pueden contribuir con su trabajo y su esfuerzo al desarrollo de ambos países. Estos beneficios deben ser parte de acuerdos institucionales y serios entre ambas naciones. Debe abandonarse la idea que se consiguen porque el Presidente salvadoreño (sea del signo que sea) es amigo del Presidente gringo.
Los salvadoreños deberíamos exigir a ambos candidatos que nos expliquen esto. No estar hablando de terrorismos trasnochados o de que por la llegada de un negrito demócrata, entonces será chero del otro candidato.
Ayutuxtepeque, lunes, 08 de diciembre de 2008