Sobre la división de la Derecha Política. Conflicto en ARENA.

En El Salvador, para un partido en el gobierno, su principal ventana de comunicación con la sociedad es el Órgano Ejecutivo. Para un partido de oposición, es la Asamblea Legislativa. Lo anterior está determinado por los intereses de los medios de comunicación, que centran en estos dos órganos del Estado su principal atención noticiosa.

 Por ello cuando se produce un cambio de partido en el gobierno, también se produce otro cambio en esta ventana que permite al partido proyectarse a la sociedad. Esta es una lección que tanto ARENA como el FMLN y el CD están aprendiendo.

 Cuando ayer lunes aparecen distanciándose de su dirección doce diputados de ARENA, que dicen representar a 11 departamentos del país,  el impacto noticioso se produce en la principal ventana de comunicación que por hoy tiene ARENA. Por ello, aunque no lo quieran los mismos medios de comunicación, el impacto se magnifica.

 Sin el Órgano Ejecutivo, la fracción de diputados gana poder en ARENA. El grupo parlamentario se convierte en la principal fuerza del ahora, partido opositor. Allí se llena el vacío que queda al perder el Ejecutivo.

 Por ello en el comentario “La derecha política salvadoreña continúa dividida”, publicada el 20 de agosto recién pasado, señalaba: “Cristiani sabe que tener el control total de su fracción legislativa es fundamental no solo para la unidad interna, sino para tener una política coherente en el primer Órgano del Estado y también para negociar con el Presidente Funes.”

 Ahora ARENA vive una de las peores pesadillas de un partido opositor: que su grupo parlamentario se divida. Por una parte, enfrenta un grave problema de imagen que no puede soslayar, por otra parte su poder disminuye, pues mientras dure el problema no tendrá la misma capacidad de negociación (ni con otras fuerzas políticas, ni en el Órgano Legislativo, ni con el Presidente Funes, ni con otros sectores de la derecha). En pocas palabras “El partido se devalúa”.

 También hay otro grave punto que ARENA debe enfrentar, y es la forma en que con este lío interno está comprometiendo su futuro político. Al respecto, en el comentario antes aludido, señalamos: “Si ARENA no demuestra signos claros de recuperación en las elecciones del 2012, estará cerrando su ciclo como partido dominante de la derecha salvadoreña. Los grupos de poder quieren un partido que sea capaz en el 2014 de recuperar la Presidencia de la República, si ARENA no les sirve para esto, estarán en un grave aprieto.”

 Todo lo anteriormente señalado nos da un panorama de las reales dimensiones que puede llegar a tener el conflicto que ayer se ha iniciado públicamente. Es probable que la situación pueda tender a agravarse para Cristiani, lo de los diputados puede ser el detonador que genere una cadena de explosiones de descontentos.

 Muchos alcaldes y concejos municipales están descontentos con la forma en que los han venido tratando los dirigentes nacionales de ARENA, sienten que hay exceso de privilegios y concentración de la atención en la alcaldía de San Salvador, mientras no se valora el trabajo desarrollado por humildes munícipes en el interior del país. También las bases que se expresan en el aparato territorial, en especial en las ciudades grandes, están descontentas. Ahora puede emerger toda esa energía. En el pasado los cuadros medios y de base aceptaban los malos tratos de los dirigentes-funcionarios a la espera de un empleo o un favor desde el gobierno. Ahora los siguen tratando mal y no hay posibilidades de plazas ni favores.

 Por todo ello, la protesta que ayer iniciaron doce diputados, puede continuar y extenderse a otros sectores de ese partido.

 Ante esto los discursos de unidad no bastan, lo demuestra la última asamblea arenera, que estuvo florida de ese tipo de planteamientos. Que aparezcan juntos los ex presidentes no basta, ya la foto de familia es insuficiente. Tampoco las amenazas van a resolverles el problema.

 Ya lo he señalado en varias ocasiones, si ARENA quiere tener futuro, necesita comenzar por hacer una evaluación a fondo de lo sucedido. Han cometido demasiados errores que los llevaron a perder la Presidencia de la República, como para que crean que basta con pasar la página o declarar borrón y cuenta nueva. Las bases exigen explicaciones y respuestas a sus múltiples interrogantes. Pero también están exigiendo nuevo plan de vuelo. Nueva ruta, nuevo proyecto.

 El futuro de ARENA está en sus propias manos. De cómo enfrenten la coyuntura actual dependerán sus posibilidades futuras. No pueden echarle la culpa a otros de su penosa situación. El trillado discurso contra los comunistas no les ha resultado efectivo. Su enemigo, por ahora, no está fuera del partido; es interno.

 

Ayutuxtepeque, martes, 13 de octubre de 2009.