La contaminación de los ríos San Lorenzo y Paz por el derrame de melaza provocado por el ingenio La Magdalena, que ha afectado el medio ambiente de la zona nos deja varias lecciones que debemos tomar en consideración.
La primera lección que debemos aprender, es que debemos tomar conciencia de lo vulnerable de nuestro medio ambiente y los graves problemas que causa su contaminación o destrucción. Aparte de la eliminación casi total de la fauna de los dos ríos, especialmente el San Lorenzo, hay cientos de familias afectadas que usan el agua para el consumo familiar y la pesca como medio de supervivencia. La mayoría de nuestros ríos, lagos y aguas subterráneas tienen diversos niveles de contaminación. Este derrame agrava la situación.
En un país tan pequeño y tan densamente poblado como el nuestro, que hemos depredado casi la totalidad de nuestros bosques por la urbanización y la agricultura. Estos daños no pueden ser considerados de baja intensidad aunque su impacto no sea nacional.
La segunda lección es que se constata la debilidad de nuestras instituciones de protección al medio ambiente. La carencia de recursos del Ministerio de Medio Ambiente, su falta de capacidad técnica, la imposibilidad de tomar medidas inmediatas para contener el problema, ha quedado al desnudo con esta situación. Además la ausencia de leyes efectivas que prevengan e impongan sanciones ante estos casos. No tenemos un marco jurídico que garantice la preservación de nuestros recursos naturales. No olvidemos que hace unos años teníamos un ministro de medio ambiente que consideraba que tener campos de golf era reforestar el país y que estos campos de diversión podían sustituir nuestros escuálidos bosques.
La tercera lección, nos demuestra el poder de grupos económicamente influyentes que pueden actuar en la impunidad sin que se les pueda contener, sancionar o exigir reparación del daño ante estas acciones de depredación de nuestro medio ambiente. La respuesta de los directivos del ingenio, tratando de minimizar los hechos y su total inconciencia ante el daño causado son muestra fehaciente de ello.
Hace aproximadamente un mes la Administración de Acueductos y Alcantarillados, ANDA declaró emergencia ante la escasez de agua en la zona metropolitana. Muchas comunidades, pasan días y hasta semanas sin recibir el vital líquido y este cada vez se raciona más. Las medidas tomadas por ANDA, aunque son correctas para paliar la emergencia no resuelven el problema de fondo, y el derrame de melaza del ingenio nos lo demuestra.
De poco sirve que los ciudadanos hagamos esfuerzos por cuidar el agua, si las empresas no toman conciencia de la necesidad de contribuir. De poco servirán las medidas que toma ANDA si no hay un marco legal que proteja efectivamente el medio ambiente, obligue a tomar medidas para que esto no suceda y no hay sanciones ni obligaciones de reparación del daño causado.
El Estado a través de CORSAIN es accionista de este ingenio, por lo cual no está exento de responsabilidad en lo sucedido. Aunque hay que reconocer que la mayoría de las acciones están en manos privadas.
Los salvadoreños debemos exigir una investigación seria y profesional de lo sucedido. Debemos exigir que se tomen las medidas necesarias para que esto no vuelva a pasar. Que la empresa pague por el daño causado y corran con los costos de la descontaminación. También es muy importante exigir que se adecúen las leyes para que toda empresa tome las medidas pertinentes en la protección y preservación del medio ambiente. Exigirles una disculpa pública en un par de medios de comunicación, como medida solitaria, es una burla para todos los salvadoreños.
Solo esperaría que aprendamos de lo sucedido y que esto no vuelva a pasar.
Ayutuxtepeque, viernes 13 de mayo de 2016.
3 comments for “Sobre el derrame de melaza del ingenio La Magdalena”