Nos estamos acercando a las próximas elecciones de alcaldes y diputados del 2018. Por ello quiero compartir con ustedes una gran preocupación.
Si se recuerdan, en las pasadas elecciones del 2015 se presentó una grave crisis la noche de las elecciones. Por primera vez en mucho tiempo no tuvimos resultados. Cuando estos se conocieron nos dimos cuenta que había un conteo ineficiente de los votos emitidos por la ciudadanía, no teníamos resultados claros ni confiables. Los datos del TSE no expresaban con fidelidad la voluntad del pueblo en las urnas.
Esto llevó a que la Sala de lo Constitucional ordenara el conteo de todos los votos de diputados de San Salvador. Llegó el primero de mayo y los 24 diputados de San Salvador no podían tomar posesión, pues no estaban declarados electos.
Esto fue consecuencia de la falta de capacitación de los integrantes de las Juntas receptoras de Votos y de la ausencia de tecnología adecuada que les ayudara a las Juntas Receptoras de Votos en el conteo de los votos.
Ahora, la situación pareciera que va a repetirse. Y con consecuencias que pueden ser más graves que en las pasadas elecciones. Todo indica que el TSE no está todavía preparado para esta importantísima tarea. No está todavía claro cómo se contarán los votos para diputados. La situación reviste especial gravedad en los departamentos de San Salvador que elige 24 diputados y La Libertad que elige 10. Pero también puede ser grave en Santa Ana que elige siete y en Sonsonate y San Miguel que eligen seis cada uno.
Hemos conocido que hace unos días fracasó la licitación que el TSE hizo a través de BOLPROS para contratar una empresa que se encargue de proporcionar la tecnología apropiada en las mesas para el conteo de los votos. No se presentó ninguna oferta, a pesar que sabemos que hay empresas interesadas en participar.
Todo esto deja en evidencia que algo no se está haciendo bien en el TSE. Esto ha desmotivado a la participación de los interesados.
Quiero señalar de manera categórica que no es posible contar con eficiencia, fidelidad y transparencia los votos, si no se cuenta con la debida capacitación de las JRV y no se les provee del apoyo tecnológico en cada mesa para desarrollar esta labor.
Por todo lo anterior debemos exigir al Tribunal Supremo Electoral, que dentro de los mecanismos que establece la ley realice todos los esfuerzos necesarios para adquirir la tecnología necesaria y se esmere en la debida capacitación de los integrantes de estas.
No hay excusa para justificar un nuevo fracaso la noche de las elecciones. Las consecuencias para el país pueden ser graves.
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