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Recuerdo en el año 2007 cuando me burlé de ese invento nuevo que se llamaba twitter y la historia demostró que me había equivocado.
En el año 2009, cuando era la época dorada de los blogs, escribí un artículo sobre el impacto de internet en la comunicación de masas, y ya se vislumbraba el advenimiento de las redes sociales como medio para mover la opinión pública.
Luego el 2011, vimos con asombro cómo Twetter resultó crucial para la caída de del tirano libio, Gaddafi
Cuando escribimos sobre este papel de las redes sociales en la política, muchos comentaban de que las redes sociales no podían tener verdadera incidencia en la opinión de la gente, no como lo hacen los medios tradicionales.
Más adelante comenzaron las primeras acciones de las redes sociales y sus detractores de las mismas las ningunearon como elementos a considerar en las futuras contiendas políticas.
Nayib Bukele lo entendió y usó estos «elementos» para crearse una imagen que ha sido mantenida inmaculada con el tiempo, gracias a ello ganó una alcaldía que el FMLN consideraba perdida desde siempre, la de Nuevo Cuscatlán, luego la de San Salvador y por último llegó a la presidencia, sin que la oposición haya entendido jamás donde está su fuerza.
Desde antes de que llegara a la presidencia, la oposición a Nayib Bukele comenzó a cometer errores, que en su momento fueron señalados por muchos de los que siguen estos acontecimientos.
Cuando por fin lo hicieron fue tarde y gracias a que los dinosaurios que dirigen lo que hoy queda, de los partidos más grandes, hoy de oposición, jamás entendieron las leyes que rigen el ciberespacio, nunca pudieron contrarrestar su eficacia en este terreno.
Desde que llegó a la presidencia sabian que Bukele se tendría que reelegir para mantener el control de todo lo que le iba a estallar si la perdía, pero la oposición nunca comprendió nada y se mantuvo a la zaga, reaccionando tardíamente ante cada contundente golpe.
Cuando se comenzó a hablar de la reelección mi pensamiento y el de muchos otros era que los partidos de oposición no debían participar en la elección presidencial, porque si participaba Bukele sería ilegal e inconstitucional.
Hoy tendremos un dictador fuera de la ley por 5 años más y seguramente, antes de que este período termine, modificarán la constitución para permitirle reelección indefinida, para luego ratificarla en la siguiente, cuando mantengan la mayoría.
Por eso es crucial para ellos (NI) asegurarse de esa mayoría absoluta y están haciendo lo que sea para mantenerla, esa «falla» del sistema informático, es muy sospechosa. El TSE es un grupo de pusilánimes que le temen al régimen y no harán nada para contravenir las decisiónes del amo.
Sobre todo porque los datos que él mismo dio, incluso antes de terminar el conteo en muchas Juntas Receptoras de Votos indicaban que ya había definido los resultados que deseaba.
Este día se sabe que pedirán la anulación de las elecciones por las irregularidades que se han dado en el proceso, pero esto no se hará, se contarán los votos, posiblemente ya manipulados y los resultados serán los que Nayib Bukele dijo.
A la oposición no le quedará otra que acoplarse y ser parte del Show, como lo hizo desde el momento en que decidieron participar en una contienda electoral inconstitucional, dando legitimidad a su reelección.
Así las cosas.