A lo largo de la historia de la humanidad, la biblia se ha usado para justificar las cosas mas repugnantes que la mente humana pueda concebir, la interpretación particular de cualquier malnacido con suficiente poder es excusa suficiente para cometer cualquier cantidad de barbaridades en nombre de quien ni siquiera tienen la certeza de conocer y mucho menos de seguir.
Como bien lo apuntó Jjmar en su post, esta ultima puntada de los diputados de la derecha ha sido un verdadero bodrio legal, que nace sin sustento desde los cuestionamientos constitucionales que pueden derivarse de los artículos 3, 25 y 58, hasta su total y absoluta ineficacia como medida preventiva contra la violencia criminal.
Si un colegio o instituto es de caracter religioso, se sabe de antemano, que la lectura y reflexión de textos de acuerdo a su credo religioso están implícitos dentro del modelo educativo lo cual es válido y correcto, puesto que se sabe que dicha institución practica y defiende los valores de su fé y no existe nada objetable en ello, quienes inscriben a sus hijos ahí saben que recibirán esta formación, pero llevar la lectura de textos de un credo específico a caracter de obligatoriedad con argumentos insustentables y como medida preventiva al crimen y la delincuencia, raya en la alevosía populista.
Solo a un imbécil o a un malintencionado pudo habérsele ocurrido algo semejante, eso es abusar y jugar con la fé de las personas, es utilizar la devoción religiosa de un pueblo con fines meramente populistas, por eso hasta las iglesias se están declarando en contra de dicha medida, como lo expresaran el Arzobismo de El Salvador; Monseñor Alas o el pastor del Tabernáculo de avivamiento, Carlos Rivas.
Cuando escucho a los diputados que aprobaron este decreto, defender este tipo de decisiones, solo se me viene a la mente aquella vieja pero siempre vigente canción de Victor Jara que les echaba en cara su verdadera intención: «… Los que hablan de libertad y tienen las manos negras, los que quieren dividir a la madre de sus hijos y quieren reconstruir la cruz que arrastrara Cristo…»
Lo triste es que Mauricio Funes se está prestando a este jueguito populista, posiblemente para no entrar en polémica con los sectores ultra religiosos de la sociedad; solo espero que la Corte declare la medida como inconstitucional y que en caso de que no lo haga, que el presidente Funes tenga las agallas (con «H»), suficientes como para vetarla.
Se necesita orientación moral y formación de valores humanos, pero no proselistismo religioso, se necesitan jornadas de estudio completas en todas las escuelas e institutos para eliminar el ocio juvenil y transformarlo en algo productivo y generador de buenos ciudadanos, obligar a leer la biblia no ayudará en nada, solo exacerbará a los fanáticos religiosos que tratarán de inculcar sus creencias a la fuerza a los niños y fomentará el odio entre religiones como bien lo expresara Monseñor Alas.
Los diputados de la derecha deberían mejor aprobar un incremento al presupuesto de educación para aumentar el número de horas hábiles en la educación primaria, secundaria y de bachillerato, para poder sacarle provecho a las potencialidades de nuestros jóvenes y evitar que se desperdicien en el camino del pandillerismo y la delincuencia.
Debería ser obligatoria la lectura y análisis de libros como «Etica para amador» de Fernando Savater o similares que tratan sobre temas de valores humanos sin llegar a ser simples manuales o catecismos moralistas, es decir regresar a «Moral» como materia obligatoria dentro del aumento de horas de estudio que además deberían incluir, artes manuales, aprendizaje de oficios en forma electiva, música y deporte, todo en forma obligatoria y gratuita. Esto es lo que nos hace falta, no la simpleza absurda de leer parrafitos de la biblia, seleccionados por quien sabe quien…
Si aprobaran este dercreto de lectura obligatoria de la biblia, me imagíno un aula llena de niños a los que se les lee temprano en la mañana:
Maestra: Buenos días niños.
Niños: Bueeeenos díiiias Señoriiiita Luciiia
Maestra: Hoy vamos a seguir leyendo y pongan atención.
«Deuteronomio Capítulo 20:
20:15 Así harás a todas las ciudades que estén muy lejos de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones.
20:16 Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida,
20:17 sino que los destruirás completamente: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado;»
Juancito: ¿Y los Amorreos de que mara son, señorita?
Pepito: ¿Y a los niños de la mara de los ferezeos también los matamos?
9 comments for “La biblia y el populismo barato de los diputados”