Internet no fué un proyecto militar – La verdadera Historia

(Los militares y la ciencia)

pinopinocho
Un amigo lector me comenta el hecho en cierta medida paradójico de que por medio de investigaciones militares se han realizado muchos adelantos científicos que luego han sido de gran beneficio a la humanidad como Internét.

No te quités la máscara porque te deshacés…

Dicha afirmación podrìa ser cierta en parte ya que algunos subproductos de la investigación militar han dado resultados que luego se han utilizado para beneficio humano, aunque en realidad el  principal empeño de la "ciencia" militar es la matanza masiva de seres humanos ya sea en forma de explosivos, bombas o elementos químicos letales, fácilmente esparcibles y de efecto inmediato, pero por otro lado podemos ver que muchas investigaciones  y adelantos se han realizado de manera estrictamente civil, (me atreverìa decir que muchas más) y sin buscar otra cosa que el beneficio de la humanidad, no su destrucción, lo que pone en tela de juicio la necesidad de que exista un ejército o militares para que la ciencia avance.

David Marín Lecina, dice al respecto:

Guerra y civilización son dos conceptos que en multitud de ocasiones han venido presentados como si formasen una asociación positiva, vinculando el “progreso social” a los “progresos militares”. Los pueblos con una mejor tecnología bélica se han presentado como los pueblos más “avanzados”. Se establecía la falsa relación por la que la mayor capacidad científica y tecnológica para destruir llevase aparejada la capacidad científica y tecnológica de construir. De esta manera se trataba de asociar torticeramente la idea de superioridad militar con superioridad científica. Se consagraba, por tanto, el muy discutible binomio guerra-ciencia.

El establecimiento de esta relación es muy ventajosa para algunos sectores. La industria militar y los aparatos de seguridad estatales encuentran a través de ella una imagen de servicio social. Gracias a esta falsa imagen muchos Estados consiguen dar prioridad a la investigación militar sobre la investigación civil dedicándole un gran esfuerzo e inversión. Para ello se ha llegado, incluso, a presentar avances científicos y técnicos de gran éxito social como si fueran consecuencia directa de la investigación militar. Ejemplos de ello son el radar y la misma Internet. Pero estos avances han sido útiles fundamentalmente para la industria bélica ya que les ha permitido matar más, mejor y más rápido. Su posterior uso en la sociedad civil fue casual.

Lo habitual es, en cambio, justamente lo contrario: el frecuente uso militar que se hace de cualquier tipo de tecnología o conocimiento científico para perfeccionar la capacidad destructora. No tendríamos tiempo de comentar todos los casos a lo largo de la historia. En el mundo contemporáneo, por no ir más atrás, ya en 1794 durante la Revolución Francesa fue utilizado el primer globo aerostático con fines bélicos. También, al inicio de la Primera Guerra Mundial, Alemania bombardea París y Londres utilizando zeppelines (hasta ese momento la más poderosa arma aérea). La investigación nuclear, la carrera hacia el espacio, la investigación química, biológica…. podríamos seguir así sin parar. La respuesta, entonces a la pregunta: ¿la guerra es un incentivo para el progreso de la ciencia? No. La guerra, sólo es un estímulo para el progreso de la ciencia de la guerra. 

En el caso de Internét, se dice que fué realizada como resultado de investigaciones militares, pero la realidad es otra, como pueden ver en este artículo. publicado hace varios años en Micro Siervos.
http://www.microsiervos.com/archivo/internet/el-verdadero-origen-de-internet.html


Historia de internet

La verdad sobre el origen de Internet

No es del todo cierto que Internet tuviese su origen en un proyecto militar estadounidense.

Aunque se ha repetido hasta la saciedad que Internet tiene su origen en un proyecto militar estadounidense para crear una red de ordenadores que uniera los centros de investigación dedicados a labores de defensa en la década de los 60 en los Estados Unidos y que pudiera seguir funcionando a pesar de que alguno de sus nodos fuera destruido por un hipotético ataque nuclear, los creadores de ARPANET, la red precursora de Internet, no tenían nada parecido en mente y llevan años intentando terminar con esta percepción.

Internet surgió de la necesidad cada vez más acuciante de poner a disposición de los contratistas de la Oficina para las Tecnologías de Procesado de la Información (IPTO) más y más recursos informáticos. El objetivo de la IPTO era buscar mejores maneras de usar los ordenadores, yendo más allá de su uso inicial como grandes máquinas calculadoras, pero se enfrentaba al serio problema de que cada uno de los principales investigadores y laboratorios que trabajaban para ella parecían querer tener su propio ordenador, lo que no sólo provocaba una duplicación de esfuerzos dentro de la comunidad de investigadores, sino que además era muy caro; los ordenadores en aquella época eran cualquier cosa menos pequeños y baratos.

Robert (Bob) Taylor
http://www.livinginternet.com/i/ii_ipto.htm
La idea de Taylor

Robert Taylor, nombrado director de la IPTO en 1966, tuvo una brillante idea basada en las ideas propuestas por J. C. R. Licklider en un artículo llamado Man-Computer Symbiosis  ¿Por qué no conectar todos esos ordenadores entre si? Al construir una serie de enlaces electrónicos entre diferentes máquinas, los investigadores que estuvieran haciendo un trabajo similar en diferentes lugares del país podrían compartir recursos y resultados más facilmente y en lugar de gastar el dinero en media docena de caros ordenadores distribuidos por todo el país, la ARPA (Agencia para Proyectos de Investigación Avanzados, agencia de la que dependía la IPTO de Roberts; hoy en día se llama DARPA) podría concentrar sus recursos en un par de lugares instalando allí ordenadores muy potentes a los que todo el mundo tendría acceso mediante estos enlaces.

J.C.R. Licklider

Con esta idea en mente Taylor se fue a ver a su jefe, Charles Herzfeld, el director de la ARPA, y tras exponer sus ideas le dijo que podrían montar una pequeña red experimental con cuatro nodos al principio y aumentarla hasta aproximadamente una docena para comprobar que la idea podía llevarse a la práctica.

 

El problema terminal

El Departamento de Defensa, del que a su vez depende la ARPA, era en aquel entonces el más grande comprador de ordenadores del mundo, pero dado que existían muy pocas posibilidades, tanto por las leyes existentes como por las necesidades técnicas a la hora de hacer la compra, de que todos los ordenadores se compraran al mismo fabricante, y dado que los ordenadores de cada fabricante funcionaban de forma distinta a las de los demás, una de las prioridades de este Departamento era la de encontrar una manera de estandarizar la forma de trabajar con todos estos ordenadores para optimizar su uso.

Si la red funciona, le dijo Taylor a Herzfeld, sería posible interconectar ordenadores de diferentes fabricantes, y el problema de escoger un fabricante u otro se vería disminuido, eliminando el problema terminal, que era como Taylor llamaba al tener que usar una terminal y procedimientos diferentes para acceder a cada tipo de ordenador; de hecho, una de las cosas que más frustrante le resultaba a Taylor, porque le parecía extremadamente ineficaz, era tener que tener tres terminales diferentes instalados en su despacho para acceder a otros tantos ordenadores, y que conectarse a cada uno requiriese un procedimiento distinto.

En sólo 20 minutos

A Herzfeld le encantó esa posibilidad, y probablemente esos argumentos hubieran bastado para convencerle, pero es que además otra de las ideas de Taylor era que la red podía ser resistente a fallos, de tal modo que si un ordenador de la red fallaba, los demás podrían seguir trabajando, lo que redundaría en una mayor disponibilidad de los limitados recursos disponibles.

Le preguntó a Taylor si sería difícil de hacer, a lo que éste contestó que no, que en realidad ya sabían como hacerlo. "Estupenda idea" dijo Herzfeld, y asígnó un millón de dólares al proyecto.

– Inter…. que?
– Tengan un millon…si necesitás mas me avisás.

Se cuenta que Taylor debió batir un record de velocidad a la hora de conseguir dinero para su proyecto, pues aunque en aquel entonces se decía que por lo general sólo se necesitaba media hora para aconseguir financiación de la ARPA si se tenía una buena idea, él la consiguió en sólo veinte minutos, todo un récord por su parte y, sin duda, una de las inversiones más acertadas y rentables por parte de la ARPA en toda su historia.

El probable origen de la confusión

La idea de que ARPANET surgió como un proyecto militar para proteger la seguridad nacional frente a un ataque nuclear parece tener su origen en dos hechos muy concretos cuya importancia se ha ido exagerando con el tiempo y que han eclipsado las intenciones reales de sus creadores.

El primero de ellos es que ARPANET fue creada y puesta en marcha por una agencia del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, aunque en aquella época la ARPA, fiel todavía al concepto original que llevó al presidente Eisenhower a su creación, se dedicaba a financiar investigaciones académicas de cualquier tipo con el objetivo de asegurarse de que los Estados Unidos no se quedaran atrás en el desarrollo tecnológico, independientemente de la posible aplicación militar de lo que se investigaba.

El otro factor que contribuyó a la creación de esta leyenda acerca del origen de ARPANET fue que sus creadores incorporaron en el diseño, con el objeto de hacerlo más resistente a posibles fallos de los ordenadores o de las líneas de comunicación que lo integraban, las ideas de Leonard Kleinrock acerca de conmutación de paquetes publicadas en su libro de 1964 titulado Communication Nets.

En esta área también trabajaban Paul Baran y Donald Davies, quienes llegaron independientemente a conclusiones similares a las de Kleinrock, lo que sirvió para confirmar lo acertado de la decisión del equipo de ARPANET de utilizar las ideas de Kleinrock cuando en 1968 se reunieron para comparar los resultados de las tres líneas de investigación.

Davies y Baran

El problema está en que Baran, un ingeniero eléctrico que trabajaba para la RAND Corporation, había estudiado estos temas motivado en efecto en gran medida por la gran tensión existente entre los Estados Unidos y la Unión Soviética en los años 60 y al temor que ésta conllevaba de que un ataque nuclear pudiera destruir las estructuras de comando y control del ejército, mientras que Davies, un científico británico que trabajaba en el National Psysical Laboratory, había llegado a sus conclusiones en busca de una red de comunicaciones pública más rápida y flexible que las existentes, aspecto que interesaba bastante más a los creadores de ARPANET que la posibilidad de la red de sobrevivir a una guerra nuclear.

De hecho, en la entrada correspondiente al mes de marzo de 1964 de la cronología de Internet que mantiene Larry Roberts se puede leer:

First Paper on Secure Packetized Voice, Paul Baran, "On Distributed Communications Networks", IEEE Transactions on Systems. It is from this paper that the rumor was started that the Internet was created by the military to withstand nuclear war. This is totally false. Even though this Rand work was based on this premise, the ARPANET and the Internet stemmed from the MIT work of Licklider, Kleinrock and Roberts, and had no relation to Baran´s work.

Desafortunadamente, la idea de la destrucción nuclear vende más, y es la que se sigue perpetuado a pesar de todos los esfuerzos de Taylor, Kleinrock y compañía.

Javier Pedreira "Wicho".

Artículo publicado en Microsiervos



La internét original (1969)

El segundo modelo con cuatro nodos entre universidades (1969)



ARPANET en 1971

Existe suficiente material para varios post… a ver si hay tiempo para hacerlos. Si nunca lo hago, mejor visiten el siguiente sitio….

http://www.computerhistory.org/internet_history/

En resumen, no creo que los avances científicos debidos a la investigación militar justifiquen la existencia de un ejército y muchos de estos "avances" en realidad son estrictamente civiles, como INTERNET.

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