Este día se cumple una efeméride muy poco celebrada y conocida, un 28 de noviembre de 1814 el periódico londinense The Times se convierte en el primer periódico del mundo en imprimirse con una máquina accionada por vapor.
Fue mas de trescientos años después de que un Alemán, Gutemberg inventara la prensa de imprenta con tipos móviles, que otro alemán, Friedrich Koenig, mecanizara el proceso convirtiendo la típica imprenta de Plancha, en una máquina automática, metiendo al periodismo dentro de la era industrial.
The Times es un periódico ingles que fue fundado por John Walter en 1785 como The Daily Universal Register que el 1o de enero de 1788, cambió su nombre después de 940 ediciones, por The Times. Se atribuye a The Times la creación del famoso tipo de letra Times new Roman.
John Walter fue también el primer editor que tuvo el periódico. Dimitió en 1803 dejando la dirección y edición del periódico a su hijo John Walter. John Walter padre pasó seis meses en la prisión Newgate por difamación a través de The Times, pero sus esfuerzos pioneros por obtener noticias a nivel europeo, especialmente de Francia, ayudaron a que el periódico se ganara una buena reputación entre ideólogos y financieros.
Friedrich Gottlob Koenig nació el 17 de abril de 1774 en Eisleben, Alemania siendo el tercer hijo de un humilde labrador llamado, Johann Christoph König y de su esposa Sophie Christiane. Desde chico demostró grandes aptitudes matemáticas y mecánicas por lo que fue apoyado para asistir a institutos de mediano prestigio.
A la muerte de su padre, tuvo que trabajar y aprender un oficio, se decidió por la imprenta y ahí nació su deseo por mecanizar las rudimentarias prensas sin embargo sus primeros intentos fueron fallidos y no encontró apoyo en su tierra, por lo que emigró a Inglaterra, quienes estaban entrando a la era industrial.
El 2 de noviembre de 1806, por fin Koenig llega a Londres, logra entrar a trabajar como impresor y pocos meses después logra firmar un contrato con Thomas Bensley, el más conocido editor de Inglaterra, para la construcción de su imprenta.
Luego de muchos años de lucha, trabajo, frustraciones y mas trabajo, junto a Andreas Friedrich Bauer, un mecánico también alemán de Stuttgart se complementa un equipo de trabajo y una amistad laboral estrecha que los lleva a obtener en 1910 en Londres las cuatro primeras patentes, dentro de las cuales sustituye, tradicional Plancha de Impresión usada desde hace mas de trescientos años, por un cilindro impresor.
Muestra su invento a varias personas entre ellas Fred Perry, dueño del Morning Chronicle y a John Walter II, propietario del Times, el primero no se interesa pero Walter mira las posibilidades y encarga dos máquinas.
El estancamiento de los métodos de impresión que durante más de 350 años se había mantenido se debía en parte a la élite creada por los maestros y trabajadores impresores, quienes eran profundamente conservadores, y se consideraban artistas en su oficio. Desconfiaban de cualquier «mejora» que pudiera sacrificar la calidad a la velocidad.
Sumado a esta actitud, estaba también el poder de los sindicatos impresores. Por su educación y formación especia, estaban muy organizados y se protegían entre si de una manera increíble.
Por estas razones la construcción de las máquinas se realiza en secreto y en un lapso de veinte meses, lo que se un record en sí para la época. Todo se hace con un secretismos para evitar filtraciones a la competencia y para evitar que los sindicatos de impresores se enteren ya que en abierto rechazo a la industrialización de su «arte» han jurado eliminar a la «máquina diabólica» y matar al inventor para evitar que se llegue a concretar.
Se terminaron las máquinas y se trasladaron pieza por pieza bajo el amparo de la noche a un almacén anexo a los talleres de impresión del Times, se ensamblaron y se realizaron varias pruebas y por fin el 28 de noviembre de 1814 se hizo la prueba final imprimiendo la edición del periódico para el día 29 de Noviembre, inaugurando así la era industrial para el periodismo, anunciando que no despedirían a ningún empleado del periódico y rompiendo la barrera de doscientas cincuenta páginas por hora, imprimiendo mas de mil por hora.
En esta primera edición mecánica publicaron un largo y detallado editorial, en el cual se explica a los lectores el funcionamiento de la nueva máquina, su enorme capacidad de producción y la importancia industrial y social del invento.
Con la producción cuadruplicada, se puede alargar el cierre de admisión de noticias llevando notas mas frescas a los lectores, se aumenta el tiraje y convierten al periodismo en un elemento de fuerte influencia social y política.
Así que aún siendo poco conocida esta historia es digna de figurar entre las grandes épicas del Desarrollo Humano.
http://www.ull.es/publicaciones/latina/2001/latina38feb/125schulze.htm
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