Tertuliando el sábado por la noche con un grupo de buenos amigos, tocamos como siempre que podemos reunirnos, varios puntos que van desde el mejor ungüento para las “dolamas” propias de nuestra edad, hasta el problema de la imprecisión infinita en la medida que da lugar al Principio de indeterminación de Heisenberg, temas de los que hablamos cuando ya tenemos varios tragos de ron entre pecho y espalda.
Sin embargo, este sábado no estábamos tan borra… digo tan elevados intelectualmente, por lo que uno de los temas que se trajeron a debate, tenía que ver con la celebración que correspondía a la fecha de este recién pasado, domingo 22 de junio, es decir al día del maestro.
Alguien comentaba sobre lo irónico que resulta el hecho de que los maestros que tienen puestos en la educación pública, ganan sueldos muy superiores a los maestros que laboran en el sector privado de la educación, en relaciones casi de dos a uno, además de las prestaciones que gozan, pero que sin embargo de todos es conocido que la educación pública es radicalmente inferior a la privada, tanto en calidad académica como en condiciones de infraestructura pedagógica.
El segundo punto podría ser válido ya que no depende del maestro sino del Ministerio de Educación que debe velar porque los alumnos posean los elementos mínimos de material educativo para poder estudiar.
Parte de esto se logra con la entrega de material escolar y programas como el vaso de leche que alientan a los padres a enviar a sus hijos a la escuela.
Queda aparte de estas reflexiones, el tema de la seguridad escolar, que es un problema que tienen, no solo los centros públicos de educación, sino que también los privados dependiendo de la zona en la que se encuentren.
Pero en el tema de la calidad académica que brinda el profesor no se tiene excusa, ya que la metodología y nivel académico dependen del profesor y es ahí donde no se encuentra una explicación satisfactoria a los pésimos resultados obtenidos por las instituciones públicas de educación.
Realmente nuestro amigo tiene razón, los salarios y prestaciones de los profesores empleados en el sistema público son superiores a los que están en el sector privado, pero la calidad académica que se brinda en los colegios privados, con las lógicas excepciones, es significativamente superior.
El maestro en otros países tiene un estatus muy elevado y es merecedor de respeto y consideración por su labor formadora, en nuestro medio se tiende a menospreciar la carrera docente como una salida para quienes no tienen las aptitudes o la capacidad económica de costearse una ingeniería, doctorado en medicina o licenciatura en carreras económicas.
Por lo menos el salario de los maestros es muy bueno en el sector público, pero su entrega y dedicación a su carrera ya no se hace con la mística que se inculcaba en las añoradas “Escuelas Normales” de Maestros, muchos profesores carecen del espíritu de entrega que animó a muchos de nuestros educadores a quienes hoy recordamos con cariño y profunda gratitud.
Existen aún maestros de vocación y que siendo muy jóvenes tienen ese don de ser una influencia fuerte y positiva para sus alumnos, yo conozco a un par de jóvenes que apenas acaban de graduarse, pero realmente hacen una gran diferencia en sus lugares de trabajo, que son privados, es decir que el sector público se está perdiendo dos jóvenes maestros con la vocación y aptitudes de verdaderos mentores para las nuevas generaciones.
Tengo fuertes esperanzas en Carlos Canjura como ministro de educación, un profesor a quien respeto y admiro, a quien conocimos como docente de matemáticas hace tantos años, mostrando ese don de la enseñanza y esa visión de hacer la diferencia, pero sé que la tarea es titánica ya que se debe trabajar fuertemente con las nuevas generaciones de maestros para recuperarles la mística del auténtico educador de jóvenes, aunado a este esfuerzo debe velarse por la seguridad de los estudiantes y por dotarles de infraestructura educativa adecuada, es decir, espera una labor de gigantes para deshacer lo que más de cuarenta años de abandono a la educación pública han hecho.
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