Por: Francisco Quintanilla
En la segunda tesis sobre Feuerbach, Karl Marx en 1845 planteaba que el problema de si el pensamiento puede llegar a una verdad objetiva no es un problema teórico, sino un problema práctico. Es en la práctica donde el ser humano tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. Es decir, la verdad se demuestra en la práctica, en la realidad y no en la imaginación.
En las recién pasadas elecciones presidenciales en El Salvador, la derecha representada en el partido ARENA, hizo y continúa haciendo gala de invertir la relación entre pensamiento y práctica, entre pensamiento y realidad. Para Karl Marx y todos los grandes pensadores creadores de la filosofía dialéctico materialista, a pesar de que existe una relación dinámica entre pensamiento y realidad, no es el pensamiento quien determina lo que la realidad es, sino que la realidad condiciona la dinámica del pensamiento, que la verdad no se encuentra en el pensamiento mismo, sino que en la práctica se debe demostrar la veracidad de lo que se dice o de lo que se piensa.
La anterior idea también la plasma Marx junto con Engels en la Ideología Alemana en 1845, quienes sostienen que “no es la conciencia quien determina la vida, sino la vida quien determina la conciencia”(p. 100), el problema fundamental reside en que uno de los componentes fundamentales de la estructura subjetiva del ser humano individual y sobre todo genérico, es la ideología, que según estos pensadores la que domina en cada época es la ideología de la clase dominante, la cual siendo propietaria de todo los medios de producción y de “información” logran por diferentes subterfugios introducir en la conciencia de las clases dominadas, una forma de ver, pensar y sentir la realidad, que sea coherente con los intereses de esa clase dominante.
Esta forma de ver, sentir y pensar la realidad, tiene un denominador común, es que invierte la relación planteada por el materialismo histórico dialéctico, para esta forma no es la realidad la fuente del sentir y del pensar, sino estos últimos la fuente de la realidad. Esto ha permitido que el gran capital salvadoreño que ha constituido hasta ahora los determinadores de las estrategias del partido ARENA, logre que buena parte de la población salvadoreña invierta la realidad, transformando una mentira en verdad, y una verdad en mentira, ya que como decía Marx en el Manifiesto Comunista escrito en 1848 “las ideas que se imponen en cada época, no han sido más que las ideas de la clase dominante”(p.46); y las han impuesto por diferente mecanismos que han ido desde los mensajes subliminales que constantemente se difunden en los medios masivos de “información” hasta llegar al terrorismo informático pasando por el terror laboral a que muchos trabajadores (hombres y mujeres) fueron y siguen sido sometidos con las amenazas de despido, o del cierre de fuentes de trabajo si un partido “comunista” llega al poder como el FMLN.
Ignacio Martín Baró (1983) al referirse a la ideología, sostiene que la ideología desde el marxismo se entiende como “una falsa conciencia en la que se presenta una imagen que no corresponde a la realidad, a la que encubre y justifica a partir de los intereses de la clase dominante”(p.17); en todo el proceso de liberación histórica salvadoreña, al igual que muchos pueblos oprimidos, la imposición de las ideas de la clase dominante por medio de las instituciones ideológicas y represivas, ha sido una constante; constante que ha implicado que por medio de mecanismos sofisticados o rudimentarios, la oligarquía de países como El Salvador ha logrado que gran parte de la población de campesinos, de obreros, de amas de casa, de estudiantes, incluso de profesionales que han olvidado su origen pobre etc. vean la realidad en forma invertida, que lo que es injusto lo vean como justo, que lo que es mentira como verdad, que lo que es esclavitud como libertad, que lo que es una derrota la vean como una victoria, de tal forma que pueblos oprimido le tengan miedo a la libertad y liberación real.
En ese proceso de tenerle temor a emprender el camino de la liberación, ocurre algo similar como lo que plantea Platón en el mito de la caverna, donde un grupo de hombres encadenados al interior de una caverna, sólo habían visto en la pared de dicha caverna la silueta de sus cuerpos reflejada por los efectos de una fogata, hasta que un día se desencadenan, y salen de la cueva, al ver por primera vez la realidad del mundo externo, eso les provocó pavor, terror, y decidieron mejor regresar a la caverna, donde estaban acostumbrado a ver su única realidad, sus sombras, evadiendo ver la realidad real, y rehuyendo a la libertad, condenándose a vivir esclavos por toda la eternidad; algo similar ocurre con buena parte del pueblo salvadoreño y de otros pueblos oprimidos de este mundo, tienen miedo a emprender el camino de liberación, están acostumbrados a vivir siendo esclavos, y acostumbrados a vivir con la mentira, que los dominadores se la han presentados como libertad y como verdad. En esto habría consistido el triunfo de la oligarquía salvadoreña, expresada partidariamente en ARENA; ahora bien, cuando la oligarquía, comienza sentir y a ver que ese arte de dominar mediante la renuncia de los oprimidos a ser libres, se les va derrumbando, es cuando el terror a que han sometido a otros, comienza a afectarlos a ellos mismos, es cuando recurren a los berrinches políticos e ideológicos que se están viendo en el escenario salvadoreño, por supuesto esos berrinches pueden ser peligrosos para el destino del pueblo salvadoreño, ya que la oligarquía con tal de no perder sus privilegios de dominador es capaz de recurrir a cualquier acción maquiavélica y sangrienta en este pulgarcito de América.
El miedo a vivir en una libertad real, a vivir bajo el horizonte de la verdad y de la justicia social, no es un estilo de vida y de pensamiento condicionado genéticamente, sino que es un producto social e histórico; buena parte del pueblo salvadoreño, ha sido históricamente condicionado a vivir con la mentira, con la injusticia social y con la esclavitud, ha sido orientado por la gran oligarquía a que tenga miedo de ser libre.
Pero entre los que imponen un estilo de vida y de ver la realidad y los que lo aceptan a las buenas o las malas, existe una diversidad de modos de ver, de entender y de vivir la realidad; modos que a pesar de la inmensa variedad pueden clasificarse en tres grandes categorías: desde los ojos de los ricos, desde los ojos de los pobres, y desde los ojos de los pobres que por diferentes razones y métodos de tratamiento ideológicos o represivos han aprendido a ver la realidad desde los ojos de los ricos.
Desde la situación de los primeros, los ricos, la realidad que es histórica, ha sido escrita, contada y trasmitida a los pobres desde la óptica de sus intereses, de tal forma que dicha trasmisión les asegure que los dominados acepten la realidad de los ricos en forma acrítica y sin sobresaltos revolucionarios. Esta realidad trasmitida por los ricos, se ha traducido en el sistema educativo formal e informal en la historia oficial, para el caso de la realidad salvadoreña.
Desde la óptica de los segundos, los pobres, es decir de los que tienen conciencia de que son pobres no por razones genéticas, ni por razones del destino, ni mucho menos por elección personal, sino por razones históricas de injusticia social; la realidad histórica ha sido escrita a fuerza de sudor, sacrificio y sangre, a fuerza de procesos largos de luchas liberadoras, esta realidad es vista, valorada y analizada desde la óptica de la injusticia social. Esta realidad, es la historia real, que hasta hace poco, ha comenzado a tener cabida en el sistema educativo nacional de El Salvador.
Existe una tercera óptica de ver, sentir, entender y vivir la realidad, que es similar a la primera óptica, la de los ricos, se trata de la óptica de los pobres, que por diferentes procedimientos y tratamientos históricos, han llegado a asimilar la realidad desde los intereses de los ricos, son aquellos que siendo pobres han desarrollado un pensamiento de ricos, en otras palabras que siendo pobres, se creen que tiene aunque no tengan nada. Esta tercera forma de ver y de vivir la realidad, es la que explica por qué razón en un país donde existen tan pocos ricos y muchísimos pobres, un partido como ARENA, continúe existiendo, y teniendo buen número de diputados y alcaldes en la estructura de poder de la sociedad salvadoreña, y haya llevado a la presidencia de la república a presidentes corruptos, es decir, porque la mayoría de gente que vota por ARENA, son personas pobres o de la clase media pero que creen que son ricos, que creen que forman parte de la oligarquía salvadoreña.
A estos pobres que creen que son ricos, se les suma otras razones que permitió que el partido tricolor de la primera vuelta a la segunda vuelta de las votaciones para presidente, aumentara a más de cuatrocientos mil votos; dentro de estas razones están: el terror a que fueron sometidos cientos de trabajadores (hombres y mujeres) de muchas empresas para que fueran a votar por ARENA, ya que sino votaban por este partido perderían su trabajo, el terror mediático de que si ganaba el FMLN El Salvador se convertiría en otra Venezuela, la compra de voluntades por veinte dólares, junto con los diez dólares que les dieron a cientos de personas para obtener el DUI, el terror a que se prestaron algunas iglesias que se hacen llamar cristianas o algunos sectores de feligreses de la iglesia católica para satanizar al FMLN y a sus candidatos para la presidencia y vice presidencia ( ahora Presidente y Vicepresidente de El Salvador), a todo esto se le agrega que el FMLN se durmió con el sentimiento triunfalista de la primera vuelta electoral, el descuido de la llamada clase media por el primer gobierno presidencial del FMLN y que además para otro sector de la población está desencantado con algunos diputados y alcaldes del FMLN, ya que su comportamiento deshonra a un partido de izquierda.
Pero volvamos, a la tercera forma de ver y de vivir la realidad, la de los pobres que se creen que son parte de la oligarquía, este gran sector de la población, es la expresión viva de la idea de Marx, de que en cada época lo que se impone son las ideas de la clase dominante; este sector ha sido y es la victima principal de la oligarquía salvadoreña, víctima del partido ARENA. Este sector ha incorporado inconscientemente por medio de la educación, formal, informal y no formal, esquemas o engranajes mentales, propios de la gente que es propietaria de los medios de producción, que no les permite descubrir las razones, las causas reales de su pobreza, e incluso ni siquiera les permite darse cuenta que son pobres o más empobrecidos, o que son instrumentalizados por el partido ARENA.
Son estos empobrecidos que se creen que tienen aunque no tengan nada, los que ARENA principalmente ha utilizado para que salgan en las protestas de calle que este partido ha promovido, desconociendo este tipo de personas las razones de dichas acciones o si lo que exige ARENA es justo, es correcto o es legal, haciéndoles creer que el FMLN por medio del Tribunal Electoral hizo fraude.
ARENA espera que el FMLN caiga en la trampa de las provocaciones, por suerte para El Salvador, el FMLN, no ha caído en esta trampa, porque de caer en ella, el partido tricolor muy probablemente estaría esperando que existan víctimas fatales, víctimas que por cierto no derivarían de los ricos sino de los pobres o de los pobres que se creen que son ricos.
Esta condición de victimizar a su militancia de los pobres empobrecidos, es algo que ARENA tomaría como justificación para hacer creer a la población nacional e internacional de que El Salvador va por la ruta de convertirse en Venezuela, pero ojala el FMLN no caiga en esa trampa, ya que como sostiene Lubek citado por Martín Baró (1983), que uno de los presupuestos de la violencia es el de la espiral de la violencia, el cual sostiene que “los actos de violencia social tienen un peso autónomo que los dinamiza y los multiplica” (p.371), es decir, que una vez iniciados pueden causar grandes desastres en un país, o en otras palabras un acto de violencia que se responda con otro acto de violencia generará más violencia, está idea parece ser que es la que el partido de derecha anda buscado poner en práctica, para crear un escenario caótico en El Salvador.
La espiral de violencia sólo es posible detenerla si se responde a un acto de tal naturaleza con un acto de pacificación, en este camino debe de esforzarse el FMLN de transitarlo no sólo en este momento, sino durante todo su gobierno, dejen que ARENA patalee, que haga todos los berrinches que quiera hacer, desconociendo la realidad, que incluso organismos internacionales (ONU, OEA, y UE) y nacionales (Fiscalía General de la República y la Procuraduría de los Derechos Humanos) han reconocido y publicado sobre las elecciones presidenciales en El Salvador que fueron transparentes y pacíficas; ARENA se ha encargado de que sus votantes inviertan y nieguen esta realidad, y la perciban y la traduzcan a su favor para tratar de generar caos, porque saben que en rio revuelto ganancia de pescadores; quieren salir gananciosos, no aceptando la derrota electoral, y causando caos.
Una de las ganancias que ARENA quiere obtener de esos berrinches políticos que está causando, es evitar en el mejor de los casos, que personas y sectores de la oligarquía y políticos que fueron los responsables reales de la derrota de este partido, sean depurados, sean purgados, o el peor de los casos evitar, que el principal partido de derecha, sea reducido a su más mínima expresión, es decir, ser reducido a un partidito insignificante de derecha.
La segunda ganancia que quieren los dirigentes de ARENA, es que la población e instancias como la fiscalía de la república, se olviden del caso del ex presidente de El Salvador Francisco Flores, de tal forma que llegue el 31 de mayo, y el caso prescriba, esto evitaría que otros personajes de este partido, que de seguro están involucrados, sean procesados y condenados por la justicia salvadoreña, esto sería como pegarle u tiro de gracia al desgastado partido tricolor.
Ante casos como el del ex presidente Flores, organizaciones como los llamados Aliados por la Democracia, o la de los 300, o FUSADES, que son extensiones de ARENA, los han obviado, se han hecho la de los ojos pachos, ante esto no han dicha esta boca es mía.
En síntesis, el partido ARENA se ha esforzado por construir y difundir masivamente una victoria electoral imaginaria que les permita ocultar una derrota real profunda ante sus bases y ante el pueblo entero salvadoreño, derrota que quedó fielmente reflejada en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, ya que como se dijo anteriormente, los resultados de la segunda vuelta, no son fruto de la libertad que tienen las personas de votar por quien quieran o de no votar; miles de personas fueron presionados por mecanismos de terror para que votaran por el partido tricolor.
La idea de que la victoria imaginaria construida por ARENA, ya comienza a ser reconocida y aceptada por personas importantes y sectores de este partido, como es el caso del alcalde del municipio de Ahuachapán, quién incluso en una entrevista hecha por el canal 12 de la televisión salvadoreña, critica a su partido por no aceptar la victoria del FMLN.
Así como el pueblo de Abraham inició su proceso de liberación con ciertos temores y dudas, así también el pueblo de Anastasio Aquino, el pueblo Cuzcatleco ha iniciado el suyo; este proceso de liberación es irreversible, lo quieran o no la oligarquía salvadoreña y estadounidense.
Para cerrar con esta reflexión, se plantea unas cuantas sugerencias:
a) Al FMLN:
*- A que siga las sugerencias de Gandhi o de Martin Luther King, que ante todo acto de violencia impulsado por ARENA y la oligarquía respondan con actos de pacificación.
*- A que aparte a todos aquellos malos elementos que no llevan una vida honesta y en coherencia con un partido de izquierda, llámense ellos, alcaldes, diputados, ministros o viceministros, esto les va a generar más credibilidad ante el pueblo salvadoreño.
*- A que sigan la sugerencia que le hace Jesucristo al rico, cuando este le pregunta que más deben de hacer para entrar al reino de los cielos, a que se despojen y repartan entre los pobres lo que tienen, por supuesto no se trata de que vivan en la calle, de lo que se trata es que la vida holgada y muy cómoda que han tenido muchos de los miembros que desempeñan un cargo en el gobierno, los puede y los ha llevado al olvidarse de cómo viven y sienten lo empobrecidos.
b) A FUSADES y Aliados por la Democracia:
*-A que demuestren que realmente son posibilitadores de una sociedad democrática y con justicia social, no prestándose al juego de convertir una mentira ARENERA en verdad.
c) A la Universidad de El Salvador:
*-A que ya no siga postrada en el letargo más grande y profundo, al margen de la realidad, porque no puede seguir siendo posible que una institución de esta magnitud y de esta naturaleza se quede muda ante el devenir de la realidad nacional e internacional; ante la situación generada por los dos procesos electorales presidenciales era necesario que la población salvadoreña escuchara su palabra académico – científica y que no se redujera a un simple comunicado, que de análisis no tiene nada.
*- Ha que asuma el papel histórico de conciencia crítica, creativa y propositiva ante los graves problemas de la vida nacional e internacional, sólo de esta forma podrá ella contribuir a construir una sociedad con justicia social.
*- Que contribuya con planteamientos científicos y filosóficos, para que la población pueda desmontar progresivamente los engranajes mentales que les ha llevado a ver, sentir, entender y vivir la realidad desde los ojos de los ricos, y los lleve a construir progresivamente su liberación.
Bibliografía:
a) Marx K. y Engels F. (1988). Ideología alemana. San Salvador: UCA editores.
b) Marx K. (1988). Los manuscritos de 1844 y las tesis sobre Feuerbach. San Salvador: UCA editores.
c) Marx K. y Engels F. (1988). El Manifiesto comunista. San Salvador: UCA editores.
d) Platón (1988). La república. San Salvador: UCA editores.
e) Baró I. M. (1983). Acción e ideología, psicología social desde Centroamérica. San Salvador: UCA editores.
El Salvador, 20 de marzo de 2014.
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