La Población Económicamente Activa (PEA) en nuestro país ronda entre los 2.5 a 2.6 millones de personas. Los cotizantes a las AFP rondan entre las 600 y 700 mil personas. Estos significa que menos del 25% de la PEA cotiza a las AFP. La deducción matemática es sencilla, hay más de un 75% de la PEA que no tendrá ningún beneficio de los fondos de pensiones cuando llegue a la vejez.
Pero de todos los cotizantes, se calcula que solo un 40% tendrá derecho a una pensión, es decir que este es el porcentaje que cubrirá los dos principales requisitos de edad y tiempo de cotización para tener ese derecho. Hay que tomar en cuenta que el 40% de los cotizantes representa el 10% de la totalidad de la PEA. Lo cual indica que solo el 10% de los trabajadores tendrán una pensión cuando termine su edad laboral.
El resto (60%) recibirá el dinero cotizado más la rentabilidad y que Dios lo bendiga. La experiencia nos indica que quienes reciben el dinero de la AFP se lo gastan en poco tiempo y luego se encuentran sin recursos, sin trabajo, muy mayores edad y con problemas de salud. La situación de este sector no puede ser peor.
Pero este “privilegiado” 10% que recibirá pensión también tendrá enormes dificultades. Los cálculos indican que el total de sus ahorros más la rentabilidad devengada le alcanzará para una pensión que no llegará ni al 40% del salario promedio devengado en los últimos años.
Haciendo un resumen de lo señalado tenemos la siguiente situación: el 10% de la PEA tendrá pensión inferior al 40% de su salario promedio devengado, el 15% recibirá su dinero ahorrado más lo interés que le durará un cortísimo tiempo y el 75% no recibirá ningún beneficio. Esta será en unos años la realidad de los adultos mayores en el país.
Esta situación, que a mi humilde parecer es el problema de fondo del actual sistema de pensiones, no ha sido abordada en el debate actual. Ni las AFP, Ni el gobierno han planteado propuestas para enfrentar esta situación. Todo el debate se ha centrado en la apropiación de los fondos de las cotizaciones de los trabajadores, unos para mantener sus jugosas ganancias y otros para resolver el problema fiscal.
Esta semana el Ministro de Hacienda presentó su propuesta de reforma del sistema de pensiones a la Asamblea Legislativa. El partido ARENA ya anticipó que no la apoyará, por lo cual el debate polarizado continuará un rato más.
Con estas líneas no se agota la realidad de un problema sumamente complejo. Faltan muchas aristas que es necesario evaluar, pero les dejo las primeras reflexiones para poder orientar el debate a lo que a mi parecer es el problema de fondo.
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