El decreto 1081 mediante el cual se aumentaba el salario a veinte diputados presidentes de comisiones legislativas falleció durante el proceso de formación de ley. Los diputados lo aprobaron, firmaron el dictamen y lo enviaron rápido al Presidente de la República para su sanción y publicación. Intentaban repetir la historia del tristemente célebre Decreto 743. Pero ahora las cosas fueron diferentes, pues el presidente les devolvió observado el decreto y sugirió que se eliminaran las veinte plazas creadas de presidentes de comisiones. En buen salvadoreño, les devolvió la pelota para ver si tenían valor de volverla a patear.
En el ínterin el FMLN había reconocido su error al apoyar semejante decreto y otro diputado del CN, que votó a favor del mismo, había salido atacándolo alegando que no supo por que votaba, pues atendía una llamada de celular cuando levantó la mano.
En la sesión plenaria de este día simplemente el decreto no tuvo los votos suficientes para superar la observación presidencial (mayoría simple) y el decreto murió antes de entrar en vigencia. Esta es una versión simplificada de lo que los medios de comunicación nos trasladaron.
Pero es necesario conocer el fondo de las cosas. Es importante saber cuáles fueron los detonantes de semejante ofensa que cometieron contra la ciudadanía.
Como es público desde hace varias semanas, los diputados de FMLN, GANA y CN venían preparando un “mega-combo” para cerrar la legislatura. En este incorporaban la elección de los Magistrados de la CSJ, la del Fiscal General, la del Presidente del Tribunal de Ética Gubernamental, remover Magistrados de la Sala de lo Constitucional, definir las posiciones en la nueva Junta Directiva de la próxima Legislatura. Para lograr lo anterior eran necesarios los votos de los tres actores políticos, si uno de ellos no participaba no se podría tomar las decisiones de mayoría calificada y el “mega-combo” se terminaba.
Cuando FMLN, GANA y CN conversaban sobre esto, aparecieron las ambiciones de varios diputados de GANA y del CN que querían figurar en los puestos directivos, pero “la cobija no alcanzaba para todos”, había pocos puestos y muchos interesados. Luego vinieron las amenazas de no votar si no los nombraban. Esto les complicó las cosas.
Entonces vino la brillante propuesta del aumento de salarios inventándose las plazas de presidentes de comisiones y de paso aumentar también el número de comisiones para que la cobija alcanzara para todos. Gracias a esta fantástica salida, al menos, tres diputados de CN y otros tres de GANA recibirían más de ochocientos dólares extras que equivalen al salario de un Secretario de la Junta Directiva. Inteligentísima solución de que ganaran el salario de un directivo sin ser de la directiva.
ARENA sabía esto desde el principio pero guardó silencio, ellos serían presidentes de al menos seis comisiones legislativas, por tanto tendrían seis espacios para repartir. Además como no eran parte del “mega-combo” no estaban obligados a votar. Obtendrían el beneficio sin mancharse las manos. Demostrarían que si hay almuerzos gratis.
Los areneros no contaban con que un futuro diputado de ellos, electo el 11 de marzo, que durante la campaña electoral ofreció ridículas medidas de austeridad legislativa, saldría por las redes sociales a rechazar el aumento y a sugerir que ningún diputado de su futura fracción legislativa debería recibirlo. Ante esto una veterana diputada arenera le salió al paso desautorizándolo. Le dijo que recordara que todavía no es diputado, que además no sabe como son las cosas en la Asamblea, que mejor se quedara calladito, pues así se veía más bonito. Con estas declaraciones la veterana destapó la jugada de ARENA de querer “cazar como león echado”.
Pero lo que asesinó el nefasto decreto 1081 fue la reacción inmediata de la ciudadanía a través de las redes sociales. A los pocos minutos de haber levantado la mano para votar a favor, las cuentas de Twiter y Facebook de los diputados se atoraron con miles y miles de reclamos, insultos, muestras todas de indignación por la decisión tomada.
Esto provocó que el FMLN que todavía conserva un poco de sensibilidad social se diera cuenta de su error y saliera rápido a intentar enmendar la plana. Pero no se han dado cuenta que el error no es solo ese voto. Este decreto ha sido simplemente la gota que hizo rebalsar la copa. El error no es solo el aumento de salarios, el más grave error es la nefasta decisión del mega-combo.
De esta coyuntura el FMLN sale doblemente derrotado ante la opinión pública, no solo perdieron la batalla del decreto 1081, también han dejado un conjunto de decisiones ilegítimas y probablemente ilegales de elección de funcionarios por segunda vez en una legislatura. Es difícil comprender porque los diputados del FMLN están destruyendo la escasa institucionalidad democrática que con tanto sacrificio hemos construido. Porqué usar los mismos métodos que en el pasado repudiaron.
Yo no creo que después de estas decisiones se venga una debacle institucional, como lo vaticina la derecha, esto es una forma más elegante de decir: “arde Troya”. Pero si han dañado nuestro Estado de Derecho y a la izquierda es a quien menos le conviene hacerlo. Lo que si puede a pasar es que la cuenta que el pueblo le va a cobrar al FMLN será tan grande, que no les alcanzarán las elecciones del 2014 para pagarla.
Ayutuxtepeque, viernes, 27 de abril de 2012.
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