Durante el mandato del ex-presidente Antonio Saca, que además de ser presidente del país, lo era de su partido, acumulando una cuota de poder tal que incluso se dice que en una ocasión don Tony Saca afirmó que ningún presidente de ARENA (¿O del país?) había tenido tanto poder como él, pues durante su mandato, ARENA era un bloque de concreto armado, que apoyaba sin restricciones las políticas de gasto social, los subsidios, el endeudamiento inconsulto, el despilfarro gubernamental, etc., etc.
Ayer escuché a don Héctor Vidal y a Claudito de Rosa en un programa Radial, hablando mal del despilfarro de este gobierno y del anterior a este, como si ARENA o ellos jamás hubieran estado o formado parte de la maquinaria chupasangre del estado dentro del gobierno o desde las gremiales empresariales y hubiesen sido espectadores críticos y ajenos de lo que los presidentes ARENEROS hasta Tony Saca hicieron mal, desligándose de toda responsabilidad, lo que dice mucho de la calidad moral de ambos personajes.
Pero lo que quiero traer a cuenta es que entonces ARENA era un bloque compacto y unido que trabajaba como una aceitada y eficiente maquinaria esquilmadora del estado, la cual se vio resquebrajada, cuando perdieron el control sobre el poder ejecutivo al llegar a la presidencia de la república, alguien que no tenía el aval de las grandes cúpulas socio económicas del país y al buscar un culpable de semejante debacle, las miradas inquisidoras cayeron sobre quien había administrado en los últimos años sus intereses, es decir el que en esos instantes se convertía en el Ex presidente Saca, proceso que culminó con la expulsión sumaria de su propio partido.
Pero don Elías no se inmutó y según las malas lenguas, movilizó un par de milloncitos por aquí y otro parcito por allá, dineritos que le habían sobrado de su reciente gestión presidencial y alineó sus piezas, que estaban en toda la estructura gubernamental desde el poder judicial hasta el ejecutivo y se escucharon voces de inconformidad en algunos diputados de este partido con la cúpula dominante ARENERA, que terminaron separándose del Partido Tricolor, fundando su propia fracción legislativa y finalmente su propio partido (GANA), en el cual don Elías «no tiene nada que ver», así como tampoco el nuevo partido se ha financiado con parte de ciertos 218 millones de dólares que «desaparecieron de las arcas del estado«, fueron utilizados en programas sociales para el bien del país. Nada de lo anterior es cierto, repito.
De repente todos esos diputados tránsfugas de la nueva fracción, GANA, por extraños sortilegios, pasaron de ser adversarios declarados del hoy Presidente Mauricio Funes y oponentes acérrimos del FMLN, a una especie de extraños enemigos íntimos y aliados del «gobierno del cambio» sin que mediaran en acuerdos de ningún tipo ni ciertos privilegios o arreglos que facilitaran el camino a la fundación de la nueva derecha socialista, más a la izquierda que la izquierda misma.
Similares tragicomedias de intriga, traición y engaño, había vivido el FMLN desde que cierto poeta de asesinos, perdón, mas bien asesino de poetas, se separó de la supuestamente monolítica bancada roja y aprobó un incremento al IVA junto a otras barbaridades más, bajo acusaciones de compra, soborno y negociaciones ilícitas de parte del partido tricolor que silbaba con la vista al aire asumiendo el papel de sordomudo inocente, acciones que sentaron un precedente tal en el partido rojo, que los llevó luego a sufrir eventos similares casi al final de todas las elecciones, en las que el FMLN parecía el leproso del viejo chiste que iba dejando sus miembros a lo largo de todo su recorrido, pero al final resultó que el FMLN mas bien era una estrella de mar o un buen árbol limonero que se auto regeneraba, saliendo mas fortalecido de cada auto amputación hasta desembocar con toda una recién electa bancada Efemelenista al frente de la tumba de su líder histórico, jurando lealtad eterna al partido o Mololongo con Nopal si abjurasen en algún momento.
ARENA mas fiel a sus principios ideológicos y conociendo el poco valor que sus miembros le dan a cosas tan intangibles como al honor o la fidelidad pura, pragmáticamente zanjaron la misma cuestión de lealtades, con un acuerdo económico, digo, acta de lealtad, que a efectos prácticos se convierte en un contrato de expropiación monetaria en caso de que cayeran en la tentación o fueran víctimas del Malamén.
Anoche en Twitter alcancé a leer la discusión sobre el «voto independiente» del ex militar y hoy diputado, Sigfrido Ochoa Pérez, conocido y recordado por sus famosas «ocho horas perras» sin energía eléctrica, que le recetó diariamente por un buen período de tiempo a los salvadoreños en momentos que sufrimos una crisis energética nacional.
Esta mañana se me aclaró el panorama al ver que existe cierto descontento interno entre las filas ARENERAS, por las decisiones «independientes» del ex militar y supuestamente las de otro diputado, David Reyes, un legislador que ha sido emblema de concertación e inclusión en las filas de la asamblea, y de paso una de las «nuevas caras» de ARENA, pero que son mas fieles a su conciencia unos apuntan a cifras millonarias de por medio y otros a divisiones internas generadas por la misma fuente que las del año 2009. (Tal parece que el Malamén tiene apellido de «Turco»)
Todo esto sumado a ciertos rumores sobre descontento interno en ARENA por el candidato presidencial Tricolor que no es muy del agrado de la cúpula partidaria, auguran unas semanas bastante folklóricas en el devenir político partidario nacional.
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