La orden estaba dada
… matar, matar y matar
lloraron los recintos universitarios,
de secundaria y los hogares de mi pueblo.
Corrió la sangre joven,
a partir de las 4 y 30
de aquel miércoles 30
de julio de 1975,
sangre de estudiantes
semillas liberadoras.
Acribillaron a mansalva,
aplastaron cuerpos vivos
salpicaron pasarelas,
alfombraron con zapatos,
libros,cuadernos, lapiceros
y con la sangre de los caídos
la 25 Avenida Norte a la altura de un paso a desnivel,
frente al edificio del Seguro Social de nuestra capital.
Los estudiantes no se amilanaban
«Gorilas hijos de puta, los estudiantes
somos vergones» cantaban unos y
otros: «Que vivan los estudiantes
jardín de nuestra alegría».
Las tanquetas de los gorilas
aplastaron sabiduría, inteligencia, ideas, libros, futuro;
armas de los estudiantes que como aves
subieron al infinito punto rojo
en la suma y multiplicación de todos
y los Reynaldo Hasbún, los Domingos Aldanas,
las Marías Miranda y lo demás, se hicieron
estrellas, antorchas.
30 de julio de 1975
en el corazón de nuestro pueblo
se estableció el compromiso
y ese 30 de julio y la 25 Avenida Norte
se hizo montaña, memoria.
Cegaron vidas los gorilas,
inconclusos quedaron los
cuadernos; y los lapices
se hicieron fusiles y las jóvenes
conciencias se volvieron montañas.
Con la masacre estudiantil del 30 de julio
en la indignación, nos fuimos a la montaña
y es bueno decir que
aunque bajamos de la montaña,
aquel 30 de julio, sigue atrincherado
en el compromiso colectivo
socialista y revolucionario.-
Por Marina Manzanares Monjarás.
(Mariposa de El Salvador).-
—
«Lo mas grave que pueden perder los pueblos, es la sensibilidad humana, la solidaridad de clase y la unidad en la defensa de sus derechos». (mariposa)
» La impunidad garantiza la injusticia y envalentona a los verdugos del pueblo»…»El silencio de las victimas es victoria para los asesinos.(mariposa)
«por los descalzos sin pan, la lucha continúa…Paco Cutumay, esposos Manzanares-Monjarás, tres crímenes impunes…Exigimos justicia ya!!!.