El tamaño de nuestros deseos se puede medir bien de una forma en la que no concierne o no entra la razón tal cual la concebimos como raciocinante, es decir en conceptos, y en la cual esta solo se ocupa…
El tamaño de nuestros deseos se puede medir bien de una forma en la que no concierne o no entra la razón tal cual la concebimos como raciocinante, es decir en conceptos, y en la cual esta solo se ocupa…