Stratford es una ciudad en Canadá, que encontró en un festival de teatro la vía para transformarse no solo en un epicentro cultural en su país, si no además en un destino turístico y en una referencia en cuanto a las artes dramáticas. Hace cerca de 50 años inició ese festival, que se realiza todos los años durante el período de abril a noviembre.
Suchitoto fue una de las muchas poblaciones que durante la guerra vieron desarticulado su tejido social y destruida su infraestructura. Gracias a sus propios pobladores poco a poco se ha ido convirtiendo en un destino turístico nacional y en un espacio para la cultura. En cierto modo, el ejemplo de Stratford y su festival de teatro shakesperiano resuenan como un buen ejemplo.
Un proyecto del que se apropia toda una comunidad es en general un proyecto destinado al éxito. Y es que no solo construyendo nueva infraestructura se reconstruye una población. Todo aquello que ayude a reconstruir su tejido social, todo aquello que le de un sentido de propósito y que permita que la vida de sus miembros mejore en el futuro es algo que reconstruye en un sentido más trascendente.
La Iniciativa Suchitoto – Stratford (ES ARTES) se propone, de acuerdo a su página hacer «del arte y de la cultura un medio de vida, una expresión de identidad y una oportunidad para vencer la pobreza. Para ello, promueven el desarrollo de la juventud de la población de Suchitoto, brindando la oportunidad a un grupo de jóvenes en capacitarse en diversos oficios orientados a la producción cultural, especialmente a aquello relacionado con el teatro. Así, un grupo de jóvenes participa en el montaje de La Casa de Bernarda Alba, del español Federico García Lorca, mientras otro grupo de jóvenes se encarga de preparar todo aquello que implica el montaje de la obra: escenario, vestuario de época, etc. Para ello, estos han sido capacitados por especialistas en escenografía, vestuario, iluminación, etc. que colaboran como voluntarios vinculados a ES ARTES.
Tuve la oportunidad de estar en uno de los ensayos de la obra, a estrenarse el próximo 12 de Noviembre en el Teatro de Las Ruinas en Suchitoto. impresionante el trabajo, no sólo de quienes se presentarán en escena, si no además de quienes han estado preparando vestuario, escenografía y más. Encuentro valioso el esfuerzo, y abro la invitación que se me hizo a asistir, y les cuento del proyecto, para que todos y todas ustedes también se animen a ir. Acá abajo queda el poster de la obra y por acá pueden visitar el blog de los voluntarios del proyecto (está en inglés).
Creo que vale la pena apoyar esta iniciativa. Esto va mas allá de formar otro grupo de cipotes que puedan actuar. Es usar el arte para conformar un tejido social renovado, abierto a algo trascendente. En ocasiones así, el arte también puede servir como una puerta a la esperanza. Pasemos, pues, adelante.
Víctor