Parece sacado de “Aunque usted no lo crea” de Ripley. ARENA accedió a conceder los votos en la Asamblea Legislativa para aprobar un préstamo entre el gobierno central y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, a cambio que se entregara en comodato por diez años a las municipalidades de Ahuachapán y Sonsonate dos viejos cines de la antigua cadena de teatros nacionales.
Como todos sabemos, los viejos cines pasaron de moda. La llegada del Beta, luego el VHS y finalmente los CD acabaron con la tradición cinera salvadoreña, al menos al viejo estilo. Las grandes salas de cine fueron quedando en desuso, unas fueron convertidas en iglesias evangélicas o supermercados, otras quedaron en el abandono y se han convertido en refugio de indigentes.
Ahora los cines son pequeñas salitas con aire acondicionado, sonido envolvente y otros avances de la tecnología; que están adscritos a Centros Comerciales. Los cipotes de antes íbamos al cine a ver películas o a estar un rato en lo oscurito con la novia. Ahora los cipotes van a engordar, con todas las chucherías que venden en la tienda del cinema.
Por tanto, al dar en comodatos estas instalaciones, el Estado resuelve un problema. Lo mas seguro es que ya no sabían que hacer con ellos. Pero para las municipalidades serán de utilidad. Muchas actividades culturales y hasta deportivas pueden realizarse en esas instalaciones con un mínimo de modificaciones. Si a esto le agregamos que a cambio del comodato hay votos para el préstamo, el negocio es redondo. En el fondo es un bonito juego de “toma y daca” y “gana, gana”.
El préstamo que se aprobará es para financiar el Proyecto de Desarrollo y Modernización Rural para la Región Central y Para central que ejecuta el Ministerio de Agricultura y Ganadería. El cual traerá beneficios a la agricultura nacional. Para ARENA era difícil oponerse, pero por imagen ante su base, no podía dar sus votos a cambio de nada. Por ello presentaron esta demanda casi simbólica.
De todos modos muchos del FMLN dicen que el gusto no les durará mucho tiempo a los Areneros, pues en las próximas elecciones van a ganar estas dos alcaldías y a lo mejor le regresan los cines al ejecutivo para que los vuelva a negociar con ARENA a cambio de otros créditos.
El Estado debería de hacer un inventario de toda la infraestructura que no está siendo utilizada y buscar en las municipalidades las posibilidades de uso. Además en las bodegas de todas las instituciones estatales hay grandes cantidades de muebles que con un pequeño retoque pueden ser utilizados. Además si ARENA acepta seguir votando por los préstamos que faltan, hay que mandarles escritorios, sillas y armarios a las alcaldías que ellos controlan.
Lo sucedido puede ser gracioso, tiene su lado cómico. Pero también es reflejo de una nueva cultura de llegar a acuerdos a través de la negociación. De todos modos, por algún lado hay que comenzar.
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