Desde Santa Ana nos llega la revista cultural: “Las huellas del Gato”, conformada por los miembros del GATO (GRUPO DE ACTUACIÓN TEATRAL DE OCCIDENTE).
En formato de e-revista digital, las huellas del gato dedican este número al recientemente fallecido maestro de teatro Orlando Amilcar Flor, quien en los últimos años se había convertido en uno de los pilares fundamentales en el desarrrollo y formación del teatro en nuestro país.
¿Que es el GATO?
GATO es una agrupación artística apolítica, sin fines religiosos ni lucrativos, dedicada a participar en eventos culturales de centros educativos, instituciones de servicio social y comunidades de escasos recursos.
Las producciones que GATO realiza son originales y reflejan la realidad del pueblo salvadoreño, en la línea del realismo social y el distanciamiento estético de Bertolt Brecht, adaptado al medio latinoamericano, como teatro popular, por teatristas como Augusto Boal.
El trabajo de GATO tiene matices e interpretaciones propias, en función de la experiencia propia y de las condiciones histórico-sociales concretas.. Por no ser un grupo de teatro comercial, alejado de la realidad salvadoreña o adulador de determinados sectores sociales, la supervivencia y las oportunidades de desarrollo han sido muy reducidas.
El medio no ofrece más recompensas que el aplauso del público y la satisfacción por el deber cumplido. Con el transcurrir del tiempo las exigencias de estudio o trabajo llevan a algunos miembros del grupo a emigrar. Las muchas vidas del GATO dependen de la formación de nuevos miembros.
Entre los GATO de ayer, destacan: Pedro José Guillén, Juan Carlos Batarse, Irma Leticia y Raúl Enrique García Corleto, América de García, Miguel Ángel y María Isabel Flamenco , Mario Mena, Zoila E. Sibrián, René Navarro, Nelson Alegría, América Beatriz García Herrera. Actualmente son miembros de GATO: Ismael Alejandro García Herrera, Luis David Vargas Henríquez, Maritza Chacón, Edgardo Mendóza, Roque Galdámez.
GATO pretende sobrevivir y desarrollarse profesionalmente, y está consciente de que ello exige una buena administración y una excelente preparación teórica y práctica en las diferentes disciplinas del teatro. No espera un gran futuro que llegue solo.
Requiere apoyo para desarrollarse, pero no espera la providencial ayuda de alguien que lo “descubra”, financie y promueva. Con 35 años de existencia sabe que es independiente el grupo que mejora su estructura orgánica y consolida su autogestión, y que su proyecto cultural tendrá continuidad y trascendencia, se responde a los intereses de la comunidad y supera las limitaciones personales de sus miembros, la marginación cultural y la muerte de las personas naturales que lo integran.
Actualmente estamos trabajando con la Mesa de Desarrollo CulturaL. Apoyando al Cambio y a al desarrollo cultural en el país.
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