La nueva realidad electoral en El Salvador.

 

Hace tres años (2008), por estos días, estábamos en plena pre campaña electoral. Los medios de comunicación estaban saturados de propaganda, ésta había comenzado con el año. La polarización campeaba en toda la publicidad de los grandes partidos políticos, varias organizaciones fantasmas – que luego de las elecciones desaparecieron – también ponían su contribución al clima polarizado que vivíamos. En las redes sociales el debate político electoral también era muy fuerte. La ciudadanía, consumidora de toda esta propaganda ya comenzaba a dar muestras de hastío.

Ahora las cosas son un tanto diferentes. Aunque en las últimas semanas los desplegados periodísticos sobre la actividad de preparación electoral de los partidos  han aumentado significativamente, hay una gran diferencia con este pasado reciente. Esta situación representa un cambio en la tradición electoral salvadoreña.

Hace unas semanas el FMLN presentó sus candidatos a alcaldes de los 19 municipios de San Salvador y ahora (domingo 25 de septiembre), ARENA proclamó a sus candidatos a diputados en las catorce circunscripciones electorales. La contienda electoral apenas está comenzando y lo que vemos son las primeras alineaciones de batalla por las próximas elecciones.

El partido GANA, que según las encuestas se perfila como la tercera fuerza, todavía no termina de definir sus candidaturas a la próxima legislatura. El PCN y el PDC acaban de desaparecer legalmente en una controversial decisión del TSE y apenas nace el Partido Concertación Nacional, que es una especie de clon del viejo Partido de Conciliación Nacional. El resto de partidos políticos, con menos recursos y menos favorecidos por los grandes medios de comunicación también preparan sus estructuras para la contienda. El CD firma varios protocolos de entendimiento con distintas organizaciones de la sociedad civil.

Toda esta situación representa un cambio de la forma tradicional de enfrentar las campañas electorales. Varios son los factores que están contribuyendo a perfilar esta nueva realidad.

Un primer factor generador de este cambio ha sido el resultado electoral de la última elección presidencial. Después de cuatro victorias consecutivas en las elecciones presidenciales, ARENA todavía no encuentra su nueva identidad en la oposición, además su crisis ha sido profunda en este último ciclo. El FMLN que todavía siente que se estrena como partido en el gobierno ha tenido múltiples dificultades para adecuarse a su nueva realidad. Esto ha atrasado el diseño de sus estrategias y tácticas electorales, así como la definición de sus objetivos en este campo.

Por otra parte el surgimiento de GANA y otros partidos políticos que han logrado su inscripción en este último período han estado concentrados en trabajar para el desarrollo y la consolidación de sus estructuras partidarias, por lo cual trabajan en forma tardía en su diseño electoral. Además el partido GANA al posicionarse de un lejano tercer lugar, puede cambiar el mapa de la composición política de la nueva legislatura.

Otro factor importante han sido las resoluciones de la Sala de lo Constitucional en materia electoral. Primero con la resolución sobre las candidaturas independientes para diputados, que abrió un debate poco afortunado en el seno de la clase política y luego la Asamblea aprobó varias infelices reformas al Código Electoral. Segundo, la decisión de que el TSE iniciara el proceso de cancelación del PCN y PDC. Finalmente la resolución de nulidad de la elección de un magistrado propietario y su suplente del TSE, que obligó a la Asamblea Legislativa a una nueva elección y como consecuencia se generó un viraje de la correlación política al interior del máximo organismo electoral. Estas dos últimas decisiones llevaron a ambos partidos (PCN y PDC) a un intenso esfuerzo por su supervivencia y por la creación de nuevos institutos políticos para continuar presentes en la palestra electoral.

Finalmente es importante destacar como factor de importancia, el desarrollo de las redes sociales, que se han convertido en un mecanismo cada vez más amplio de expresión y opinión ciudadana. Las redes sociales han marcado el ritmo de muchas decisiones y actuaciones de la clase política con sus opiniones y sus movilizaciones. Estas últimas, aunque todavía no masivas, pero todos conocen del potencial que tienen y de las dimensiones que pueden alcanzar en el futuro cercano.

Todos estos factores no estaban presentes hace tres años en la realidad política y electoral del país. Ahora marcan sustantivamente la dinámica electoral. Es importante su estudio y reflexionar sobre ello pues en buena medida los cambios que se puedan cristalizar en el futuro próximo estarán marcados por estas. Podemos ignorarlas y pensar que todo sigue igual, pero esto nos cegaría la posibilidad de ser actores en el cambio social y político que nuestra patria necesita con urgencia.

Ayutuxtepeque, domingo, 25 de septiembre de 2011.

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