La situación política del país se encuentra en una condición bastante sui generis, las pasadas elecciones de alcaldes y diputados ha cambiado el panorama político, hasta cierto punto de una manera que ya se esperaba, todo los partidos perdieron votos, sin embargo fue el Frente quien sufrió el sangrado mayor, lo cual era previsible debido al desgaste del gobierno en el poder por la pobre gestión que ha realizado en estos dos periodos, además de las acusaciones de corrupción, pero principalmente porque la población no ha percibido mayor cambio de su situación doméstica: el alto costo de la canasta básica, la falta congénita de oportunidades de empleo formal y sobre todo de la herencia de la guerra, es decir la violencia criminal.
El partido Arena fue el principal beneficiado por el debacle del partido de gobierno, tomando en cuenta la debilidad mostrada por sus principales opositores ganó como muchos ya lo mencionan más diputado con menos votos que en las eleccion anterior, esto porque perdió menos voto duro que su contraparte, a pesar de ello hay una sensación de que pueden volver a recuperar el poder, esto los llevó a una fiera lucha por las primarias para la candidatura de las elecciones presidenciales del próximo año, dos grandes grupos de poder económico se enfrentaron en las primarias quedando el actual candidato Callejas como vencedor y al parecer las heridas no han sanado.
El problema es que el Coena actual al igual que el Frente esta plagado de caras conocidas los cuales no precisamente están interesados por modernizar a ese instituto político, el mismo pensamiento retrógrado de un capitalismo caníbal con un discurso ya harto conocido con los símbolos y consignas.
La confianza que muestras es contrastada por “los tanques de pensamiento” de la misma derecha quienes no se cansan en su papel de “profetas” preocupados por el despunte que presenta Nayib Bukele, pensando quizás, en la fábula de la liebre y la tortuga.
Los dirigentes del Frente por su parte, con estos dos períodos en el poder sistemáticamente ha ido desvinculándose de su base y de la misma población, pareciera que están más preocupados por disfrutar del alto estándar de vida que le proporciona la burocracia institucional, al grado que sus estatutos de estar solo un tiempo en determinados puestos de gobierno solo sirve para que tengan una rueda de caballitos, reciclándose los mismo personajes en las diferentes instituciones del gobierno, la falta de transparencia, negocios turbios, prepotencia, incapacidad notoria para manejar la cosa pública y resolver los problemas angustiantes de la población lo han llevado a un desgaste entre quienes eran simpatizantes de dicho partido y lo peor es que ha cansado a su base, el voto duro que siempre tuvo.
En un principio fiel a su mejor estilo Estalinista los dirigentes del Fmln develaron a su candidato elegido, Gerson Martínez (lamentablemente porque pudo haber sido un buen candidato), sin embargo la ley electoral les obliga a primaras por lo que las llevaron a elecciones internas, el antiguo canciller Hugo Martínez se postulo como precandidato y el resultado fue una sorpresa para la dirigencia, obviamente no para la base, quienes eligieron a Hugo Martínez un renovador con un 70% de votos, sin embargo a este candidato la tiene difícil, es como que en un partido de futbol a los primeros 10 minutos vaya perdiendo 5 goles en contra, debe remontar el marcador, luego de empatar llevar el partido al tiempo extra y después esperar ganar en los penaltis, algo que no es imposible pero que resulta remoto de lograr.
Lo dicho la tarea de Hugo no es nada fácil, primero tiene que recuperar a su voto duro aquellos que le han dado la espalda su partido, establecer alianzas y recuperar también el voto de los no militantes que alguna vez confiaron en ese partido de izquierda. Sin embargo los dirigentes del Frente más aferrado que un molusco a su concha, mantienen total control del partido y de la campaña electoral, esto le va acarrear un problema a Hugo cuando pierda las elecciones, la dirigencia probablemente le echará la culpa y exclusiva responsabilidad aunque ellos mismos hallan sido los responsables de manejar la campaña política, mientras ellos podrán así seguir manteniéndose en poder del partido aunque terminen llevándolo a la irrelevancia de un tercer lugar con tal de mantener aunque sea una cuota de poder que les permita seguir disfrutando su nuevo estilo de vida.
Lo novedoso es la controversial figura de Nayib, el personaje con mayor presencia en las redes sociales, aunque la cuestión es como objetivar esa preferencia virtual en resultados concretos (léase votos), la sorpresa la dio la Prensa Gráfica en la última encuesta cuando aún no había comenzado la campaña electoral (aunque Callejas y Hugo ya tenían meses en adelantada violando la ley electoral) donde aparece encabezando las preferencias de la población y tomando en cuenta que este medio de comunicación tiene algo muy personal con Nayib.
Al parecer se a tratado de bloquearlo para evitar que participe en las próximas elecciones, aunque también a jugado papel la improvisación como ha ido preparando el terreno de su candidatura, no haber fundado su partido con tiempo necesario para poder participar, elegir a otro partido como vehículo al poder, luego cambiar a otro que por cierto es uno de los más cuestionados por posibles tapadera de actos de corrupción, fueron exfuncionarios del gobierno de Saca los que lo dirigen. Uno podía pensar si lo estaban bloqueando con medidas dilatorias burocráticas (no necesariamente ilegales) bien podría esperar a que su partido estuviera inscrito y en tres años competir, incluso Nayib podría participar como candidato a alguna alcaldía o diputación, esperar otros cinco años y luego dar el salto a la presidencia, pero inscribirse al parido Gana, pues cae como patada al hígado, en fin lo cierto es que su participación le complicará las cosas a Hugo Martínez e ir a segunda vuelta junto con Arena, en este caso si la diferencia fuera mínima el voto del Frente podría definir los resultados dejando al partido de derecha “con los colochos hechos”. El problema es que ¿no se estaría eligiendo un Mauricio Funes 2.0? su megalomanía es evidente, su baja tolerancia a la frustración difícilmente le ayudaría a construir puentes y poder negociar con la probable oposición, pero también podría ser un buen presidente, solo el tiempo dará respuestas a estas y otras inquietudes.