La contundente baja en la cifra diaria de homicidios que se ha dado desde la famosa tregua entre pandillas ha dejado al descubierto el grave nivel de violencia social al que hemos llegado en El Salvador.
El fin de semana pasado la PNC reporto al menos 19 homicidios de los cuales la violencia social, fue la causante de al menos 6 muertes, dejando en 4 la relativa a las rencillas entre pandillas.
Todos amanecimos impactados este Lunes 24 de Septiembre cuando escuchábamos o veíamos en los noticieros matutinos los horribles asesinatos de dos infantes recién nacidos a manos de sus progenitores, en uno de los casos el asesino además mató a la madre del niño y en el otro el asesino tomó de rehén a otro niño amenazando con matarlo, todos estos hechos enmarcados en la violencia machista.
La cuestionada tregua entre pandillas, efectivamente ha reducido los índices de homicidios en cerca de un 60% respecto al año anterior, pero todavía se tienen fuertes dudas de que si se podrá sostener esta tregua en el tiempo. El presidente Funes está presentando en la ONU el supuesto «gran éxito» de dicha gestión de la violencia y muchos países que enfrentan violencia social y pandilleril ven con interés el proceso.
Sin embargo la violencia social es un tema que debe tratarse con suma atención ya que es el causante de mucho sufrimiento, dolor y muerte, se han dado pasos concretos al combatir la impunidad que era característica en estos casos de violencia doméstica con el desafuero del diputado Samayoa en la acusación de agresión física y amenazas a muerte contra su esposa, además de la atención que se ha prestado a la acusación de acoso Sexual que tiene el diputado de ARENA Carlos Reyes, cosas que en el pasado hubieran pasado inadvertidas para los grandes medios.
Hace falta mucho que hacer en materia de cultura de paz y prevención del delito, pues a pesar de que supuestamente las pandillas declararon que las escuelas se dejarían en paz por parte de las maras, en el marco de la tregua, vemos que el acoso contra los escolares persiste y de manera muy fuerte en la mayoría de escuelas públicas pero también en colegios privados pequeños que están ubicados en zonas de presencia de maras como Apopa, Soyapango, San Marcos, Ilopango, etc.
En lo que va de la semana, las autoridades confirman la muerte de tres jóvenes estudiantes uno de ellos de 17 años que fue asesinado a balazos al salir de su colegio, de estos crímenes no se acalar el movil pero por sus características parecen estar vinculados a la violencia de maras, lo que pone en duda la efectividad de la tregua.
El trabajo por la cultura de paz debe ser prioridad para el Ministerio de Educación en plena coordinación con Seguridad Pública, la actividad extra curricular debe incrementarse en las escuelas y buscarse mecanismos de protección y autoprotección en conjunto con los padres de familia, debe estimularse la competencia cultural, artística, atlética y deportiva buscando masificar el consumo interno de la cultura, para alejar a los jóvenes del ocio, no limitarse únicamente a la carga académica sino a la formación de valores y cultura.
Ya se logró incrementar la asistencia de los niños y jóvenes con los proyectos de subsidio escolar y alimentación pero debe incrementarse la actividad extracurricular (jornada completa) para retenerlos en la escuela, esto requiere mucho dinero y antes de pensar en incrementar el presupuesto, deben usarse primero, fondos que originalmente deberían ser redirigidos internamente desde áreas que con seguridad, actualmente se encuentran sobre presupuestadas, sacrificar muchas becas internas que a la larga resultan poco productivas en jefaturas de alto rango que pudieran manejarse y cubrirse con capacitaciones internas a una fracción del costo, la eliminación de eventos en hoteles y lugares caros, etc., esto requiere mucha planificación y tener el poder de tomar decisiones, el actual ministro, Hato Hasbún a pesar de su gran capacidad y conocimiento, creo que tiene mucho menos tiempo que el ex-ministro Sánchez Cerén ya que maneja otros asuntos estratégicos del gobierno, por lo que debería tener viceministros en los que pueda confiar a los que pueda dar la autoridad de hacer un análisis de los gastos verdaderamente profesional para invertir más en el trabajo de campo.
Es bueno que se hayan bajado los homicidios diarios, porque eso destaca problemáticas que se veían opacadas por el índice de asesinatos que tenía proporciones catastróficas desde el 2002 en una tendencia que parecía irreversible a pesar de todas las medidas represivas que se habían tomado y que a la larga resultaron no solo ineficaces sino que agravaron el problema, ahora que la violencia social se convierte en una problemática de primer nivel debería atacarse desde todos los ángulos, debilitando la impunidad con que se cometen estos hechos, fomentando cultura de paz en los jóvenes y sobre todo educando.