Todo parece indicar que la elección del Procurador General de la República llevará en la Asamblea Legislativa la misma suerte que la del Fiscal. Ayer fracasó un esfuerzo de avanzar hacia un acuerdo debido a la ausencia del partido ARENA de dicha reunión.
Detrás de este asunto hay un problema de método como bien lo señala el diputado de CD Douglas Avilés, por tanto, contar con un camino claro que indique los pasos para lograr su elección es de suma importancia.
Pero también es bueno que tomemos en cuenta que al fondo de este embrollo está la histórica polarización política que vive nuestro país y la visión de botines de guerra partidarios en que se han convertido las instituciones del Estado que conforman el Ministerio Público.
Es de todos conocido que la Corte de Cuentas de la República ha sido en las últimas décadas propiedad del PCN, acá no se han presentado problemas en la elección de su titular, pues según nuestra Carta Magna solo requiere del voto de mayoría simple. Por tanto el PCN se la asegura con un simple acuerdo con el partido ARENA.
Las cosas se complican en el caso de las procuradurías y la Fiscalía, pues su elección requiere mayoría calificada. Por tanto lograr los 56 votos solo es posible si ARENA y el FMLN están de acuerdo.
En las últimas décadas la Procuraduría General de la República se ha considerado propiedad del PDC, aunque sus titulares se han manejado con más autonomía se ese instituto político en cuanto a la política general de la institución. Pero si el PDC ha tenido una fuente segura de empleos para la militancia partidaria.
Todos vemos el hecho de elecciones empantanadas y exigimos que la Asamblea Legislativa decida pronto. Esto es bueno. Pero también debemos exigir calidad en los nombramientos e independencia de estos de los partidos políticos.
No basta con que mañana se pongan de acuerdo y elijan fiscal y procurador, si esto es resultado de un pacto de reparto de los dos partidos mayoritarios de las instituciones del Estado. Esto sería continuar el vicio que destruye la institucionalidad del país.
Señalo lo anterior pues recientemente vimos con estupefacción como nuevamente los partidos se repartieron el botín del Tribunal Supremo Electoral. En ese momento no había grandes diferencias entre ARENA y el FMLN, ambos coincidieron en la continuidad de Magistrados ineficientes para el país pero leales a las estructuras partidarias. Por ello debemos exigir que esto no suceda en las elecciones que están pendientes.
En buena medida el deterioro institucional que vivimos y el auge incontenible de la delincuencia es resultado de la inoperancia de las instituciones del Estado entre ellas la fiscalía y la procuraduría. Cada delincuente que es capturado debe contar con un defensor de oficio que lo proporciona la procuraduría. También debe contar con un acusador que lo proporciona la fiscalía. Además la Fiscalía es la responsable de conducir la investigación de los hechos delictivos.
Por todo esto la exigencia ciudadana hacia la Asamblea Legislativa debe ser doble. Por una parte exigir la pronta elección de estos funcionarios y por otra, que sean personas capaces y lo más independiente posible de los Partidos.
Si no rompemos la tradición de que las instituciones del Estado constituyen botines de los partidos políticos muy poco cambiaremos en nuestro país.
Ayutuxtepeque, jueves 20 de agosto de 2009.