Gran revuelo ha causado el comercial de DIGICEL donde se ridiculiza a los funcionarios públicos por el tema de los viajes, los asesores y la compra de bebidas alcohólicas. En la Asamblea Legislativa el tema fue puesto sobre la mesa por el partido ARENA, quien luego se retractó, pero los demás partidos que ya habían mordido el anzuelo, no lograron los votos para recomendar su retiro.
El comercial ha tenido un alto impacto en las redes sociales, pues recoge un sentimiento generalizado en la población por la corrupción, el despilfarro y la ineficiencia de muchos funcionarios, especialmente de los diputados. El debate legislativo solo contribuyó a darle más popularidad al referido spot.
Lo interesante es que este comercial, si bien es altamente popular, no aumentará los clientes de la empresa de telefonía. Nadie va a preferir esta empresa solo porque denuncie las malas prácticas de los funcionarios públicos. Por ello cabe preguntarse sobre los verdaderos motivos de este comercial.
Hace tres meses la imagen de las compañías de telefonía estaba por los suelos. Su poca colaboración para bajar la intensidad de la señal para la comunicación a través de teléfonos celulares en los centros penales los hacía cómplices de las extorsiones y los asesinatos que desde allí se ordenaban. Además estas compañías tienen alto nivel de demandas y denuncias ante la Dirección de Protección al Consumidor. Por ello no se puede descartar que un objetivo de este spot sea regresar el golpe a los políticos que los criticaban.
Ahora la empresa DIGICEL abandera las buenas prácticas, la honestidad y promete no “chupar” el saldo de sus clientes. Los que roban al pueblo son los políticos, no la empresa de telefonía. Como se dice popularmente “La tortilla se volteó”
Otra pregunta que queda en el ambiente, es si este spot es una acción aislada o forma parte de un plan en cual, más adelante, otras empresas tomarán el mismo giro. La crisis al interior del partido ARENA le impide ser una oposición sistemática y con estrategia al actual gobierno, por ello una posibilidad es que sean grandes empresas privadas las que asuman este rol. Solo el tiempo responderá esta interrogante.
Por ahora, la empresa ha ganado esta batalla a los políticos. Estos tienden al repliegue y en el mejor de los casos a decir que el comercial es divertido. Pero llama la atención que ninguno habla de reflexionar sobre las malas prácticas. Interesantísimas las cosas que suceden en nuestro país.
Ayutuxtepeque, viernes 08 de julio de 2016
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