De Sheckley, King, Takami y de ahí a Collins. Los juegos del Hambre

Estoy leyendo, casi terminando, la novela «Los Juegos del Hambre» de Suzanne Collins y el domingo pasado, acompañado de mi familia, vi la versión cinematográfica de la misma novela en una de las salas de cine locales, la película nos gustó mucho y el libro como es de suponer es muchísimo mejor ya que explica a detalle muchos cabos que deja sueltos la película por aquello de la reducción de contenido, en cuanto a la historia, realmente es adicitiva, literariamente algo pobre, pero es una excelente narración en primera persona. Recordemos que hablamos de literatura juvenil, tipo la saga Eclipse o Harry Potter, no es un ensayo antropológico de Sábato o Eco, ni se trata de una misteriosa y mágica historia de Bradbury o Sturgeon, no me puedo poner tan estricto y exigente como Pablo del Moral, para mi es pura entretención, pero con un poco mas de sentido y conciencia, que la infame saga de los Vampiritos Metrosexuales.

Con relación al argumento central, debo reconocer que la temática no es nueva ni estrictamente original y me viene al recuerdo que Jaques Bergier en un lugar de su libro “El Retorno de los Brujos”, pone en boca de “mademoiselle” Rose Bertin, la famosa modista de la reina María Antonieta de Francia la frase “No hay nada nuevo, salvo lo que se ha olvidado”, al remozar con habil mano un viejo sombrero.

Mi padre es un lector apasionado, en especial del género Ciencia Ficción, esta pasión la transmitió por ósmosis a sus hijos, así que hemos venido leyendo Ciencia Ficción desde que éramos adolescentes y recuerdo que hace años leí un cuento, en aquella entrañable revista Argentina Minotauro de la casa editora con el mismo nombre, sobre una especie de Reality Show (cuando aún no existían) en el que un participante se juega la vida tratando de huír de otros cazadores que pertenecen al crimen organizado, a quienes se les paga por matarlo en una cacería que se transmite en un programa televisado a toda la nación; al final el pobre protagonista gana el juego, pues termina vivo en el límite del tiempo, pero en el interín ha perdido la razón. No me pidan el nombre del cuento ni del autor pues quedó perdido en mis oscuras memorias, quizá cuando haga por mi parte el viaje al pasado de Giambattista Bodoni en busca de mi propia poderosa llama, (tan finamente narrado por Eco), me reencuentre con esos autores de mi semi olvidada adolescencia…..

Sin embargo no puedo quedarme con la duda y apelando a la inteligencia colectiva de la Web 2.0 y a San Google busqué la revista Minotauro y con agrado encontré varias referencias e incluso venta de colecciones completas en regular estado, pero volviendo al tema, pude enterarme de que el cuento al que me refiero se encontraba en la Revista No 4 de la primera época y se titula: “El precio del Peligro” de Robert Sheckley escrito en 1958, cuando la televisión apenas era entretenimiento soso e inocuo con programas como “Amo a Lucy”, lejos estaba la idea de los “Realitys Shows” mdernos  que tan podrida tienen a la Teleprogramación actual. Es increible el nivel de anticipación que tuvo el señor Shecley al imaginarse una televisión basada en el morbo ciudadano.

De este cuento surgieron dos películas:

La primera es alemana,  titulada Das Millionenspiel del director Tom Toelle, estrenada en 1970, Dicha película es una adaptación casi fiel al libro, el protagonista tiene que sobrevivir a una persecusión de parte de tres asesinos con permiso para matarlo durante siete días, si un asesino o “Killer” lo mata, el grupo de asesinos gana 120,000.00 marcos alemanes para cada uno, pero si el perseguido sobrevive, él se lleva un millón de marcos, al final el perseguido termina vencedor pero en tal estado de Shock Mental que ni se da cuenta cuando le dan su cheque siendo llevado a «Terapia» y la pelicula termina con el conductor del programa anunciando al próximo concursante de “Das Millionenspiel “.

Por su parte, Stephen King, el conocido escritor de novelas de terror y suspenso, utilizando el alias de Richard Bachman publicó en 1982 una novela titulada, El fugitivo o en inglés: The Running Man, tratando con mas amplitud, el mismo tema que el cuento de Sheckley.

La segunda película a la que me refiero, se rodaba en Francia, durante ese año (1982), dirigida por el director Yves Boisset y presentaba su propia adaptación del cuento de Sheckley, película que tituló igual que el cuento, es decir: “Le Prix du Danger”, en frances, en la que los asesinos son altos ejecutivos de empresas, que participan para sentir la adrenalina de matar despiadadamente sin consecuencias legales, pero el protagonista es un ex militar que termina matándolos a todos, la película se estrenaría al año siguiente, 1983.

En 1987, el ya famoso “Noldito”, es decir el actor Austríaco, Arnold Schwarzenegger acompañado de la bella actriz cubana-venezolana-estadounidense,  María Conchita Alonso filmó bajo la dirección de Paul Michael Glaser, que todos los mayores recordaremos como “Starky”  de la serie “Starky & Hutch”, la película “The Running Man” o “El Fugitivo”, supuestamente basada en la ya referida novela de Sephen King del mismo título.

 

Pero regresemos a las novelas del señor Stephen King y al año 1979 cuando publicó “La larga Marcha”, siempre utilizando el seudónimo de Richard Bachman. Según afirma el propio King, esta novela fué la primera que escribió, aunque se publicó despues de las recordadas “Carrie” o “El Resplandor”.

En “La Larga Marcha” se habla también de un futuro distópico en Los Estados Unidos, bajo un régimen militar o facista, cada año se celebra “La Larga Marcha” considerada el deporte nacional en el que participan 100 adolescentes de todo el país, en una caminata  en la que deben mantener una velocidad superior a 6.5 Km. por hora, con la adventencia de recibir un “pasaporte”, que normalmente es un disparo mortal ejecutado por soldados que cubren toda la marcha, si rompen las muchas reglas del evento, que van desde bajar en mas de tres ocasiones de la velocidad mínima, detenerse, intentar escapar, sentarse o interferir en la caminata de los otros concursantes, sin embargo, estos se pueden ayudar mutuamente, reciben agua y comida de los soldados y lo que deben hacer es resistir caminando sobre el límite de velocidad sin parar hasta que solo quede un concursante que es quien gana la carrera y recibe premios en efectivo, fama y fortuna.

Sin embargo la tensión y esfuerzo es tal que la mayoría de los marchantes pierden la razón y cometen violaciones diversas que les hacen recibir su respectivo “pasaporte” o mueren por el sobre esfuerzo, el protagonista termina ganando la carrera pero en un estado mental y físico tal que lo mas probable es que no se recupere o que muera, cosa que la novela no aclara.

De este libro no hay película, pero el tema ya se acerca a los Juegos del Hambre en relación a que los protagonistas son adolescentes y deben ir muriendo para dejar uno solo vivo.

Lejos de Norteamérica un escritor japonés llamado Koushun Takami, en el año 1999 publicó su aclamada novela «Battle Royale«, que transcurre también en un universo paralelo y distópico, Japón es «La Gran República del Asia Oriental», un estado policial, que año con año secuestra 2000 estudiantes en 50 grupos de 40 estudiantes por cada grupo, que pelearán entre sí a morir en un lugar aislado y cercado, al final solo uno de cada grupo quedará, resultando 50 posibles ganadores ganadores, pero durante la competencia cada adolescente tiene un collar de metal en el cuello que además de servir como microfono espía, monitor scanner biométrico y geolocalizador es una bomba que explotará si el joven rompe las reglas o en caso peor y extremo, si en 24 horas no hay al menos un muerto, todos los collares explotarán, al final del día se hace el recuento de muertos, (si ya vieron los juegos del hambre pensarán como mucha gente que en cierto modo el libro de Collins, es una especie de plagio).

De esta novela también se ha realizado una película con el mismo título del libro, dicha película fué dirigida por Kinji Fukasaku y presentada en el año 2001, con Takeshi Kitano, tanto el libro como la película son mucho mas sangrientas y en cierto modo con mas contenido filosófico que Los Juegos del Hambre.

El collar explosivo en el cuello de cada participante, nos recuerda inmediatamente al que poseían todos los habitantes del Ciclo de Durdane de Jack Vance, en su trilogía conformada por:
1.El hombre sin rostro (1971)
2.Los valerosos hombres libres (1972)
3.Los asutra (1973)

La trilogía de Vance, narra la historia del planeta Durdane dominado por el Anomo o «Hombre sin Rostro» cuyo único poder es la posesión de un control que hace explotar el collar de cualquier ciudadano que no siga sus reglas, pero que necesita liberar a un grupo , «Los valerosos hombres libres» para librar una guerra contra los roguskhoi, pero esta serie de novelas deriva hacia temas un poco mas serios que un grupo de adolescentes sacándose mutuamente las tripas, el único punto de conexión con la novela de Takami es el bendito collar-bomba.

En realidad no podemos hablar de plagios pues cada autor le dá su propia interpretación a la temática y dependerá del público al que se quiera llegar.

En fin ya hicimos un breve repaso de algunos de los antecedentes a “Los Juegos del Hambre” que no deja por todo esto,  de ser un excelente libro y una muy bien lograda película que les recomiendo mcuhísimo ver, pero con los ojos críticos de siempre.

Lo que me intriga del libro y de la película es ¿Por qué usó la señal scout con la mano para hacer el saludo que usa el pueblo como desafío al Capitolio?.