Ciudad Barrios quiere Paz

A las 7:30 de la mañana, el pasado lunes 13 de junio, Sara López Vigil se dirigía hacia su trabajo en la alcaldía Ciudad Barrios, municipio de San Miguel. Hacía un año había sido coronada Reina de las Fiestas Patronales de la ciudad, y dentro de unas semanas entregaría la corona a la próxima reina de las festividades. Pero Sara no terminaría de arribar a su trabajo ni entregaría ninguna corona nadie. La muerte la esperaba a unos pasos de su destino.

Cuando cruzaba la calle, un tipo se le acercó y sin mediar palabra le asestó dos disparos en la cabeza.

El hecho conmocionó tanto a los ciudadbarrenses que hace una semana todavía se discutía la posibilidad de la realización las fiestas. La ola de criminalidad y delincuencia en el municipio ha ido en aumento, y este suceso fue el acabose de la paciencia de los vecinos de la cuna del Monseñor Romero.

Las autoridades no tienen pistas del homicida, pero descartaron el móvil de robo pues la víctima contaba con todos sus objetos de valor al momento del hecho. Sin embargo, habitantes del lugar afirman que el mensaje enviado es bastante claro.

Algunos líderes religiosos han convocado a una jornada de oración para pedir por la paz del municipio, pero pocos de los migueleños confían en que las oraciones y las protestas de los ciudadanos surtirán efecto entre los criminales que agobian su ciudad. Una ardua discusión surgió entre las redes sociales sobre la realización de las fiestas. Algunos atribuyen el problema a la presencia del centro penitenciario a la entrada de la ciudad, otros a la incapacidad de las autoridades policiales de la zona. Muchos comentarios e iniciativas han surgido, entre ellas campaña de la imagen de arriba: «Ciudad Barrios quiere Paz».

En los últimos años, la criminalidad se ha apoderado de ciudades como ésta, ejemplo de ello son también Sacacoyo, Tepecoyo, Arambala, Sensuntepeque, entre otras, donde la violencia y la zozobra se respira cada vez más entre sus habitantes.