Aura Jarquín: “Las golondrinas” a políticos de la guerra fría

 

Aura Jarquín, antropóloga política, bloguera, tuitera y editorialista de varias publicaciones y periódicos como Contrapunto, Diario CoLatino, Política Sterero, Mediolleno, Voces.org, y editora de su propio, blog: “AURA JARQUÍN: aprendiz de las letras para nombrar la otredad política”, nos brinda la oportunidad de publicar algunos de sus artículos con nuestros lectores.

Gracias Aura!

Publicado originalmente en Contrapunto: “Las golondrinas” a políticos» de la guerra fría

 

Lunes, 25 Junio 2012

SAN SALVADOR – Bienaventurados los nuevos políticos que tengan los huevos u ovarios de apropiarse de las cúpulas partidarias porque de ellos será el reino de la consolidación democrática en El Salvador donde quizás el resto ya no sobreviviremos.

Aclaro que con nuevos políticos, no me estoy refiriendo a jovencitos con acné que huelan a sacapuntas, ambiciosos e ingenuos, pero más manipulables que la plastilina y más temblorosos que la gelatina cuando reciben la primera orden cuestionable de la dirigencia.

Más bien, me estoy refiriendo a una nueva generación que por lo menos no haya sido fotografiada liderando protestas en los 60-70, portando un fusil en los 80 o sonriendo y tomando decisiones políticas mientras firmaban los Acuerdos de Paz en los 90.

Ya que no supieron morirse a tiempo para terminar como respetables mártires o como leyendas del liderazgo al estilo del Mayor Roberto D’Abuisson o el Ex presidente Napoleón Duarte, por lo menos que renuncien con dignidad como Héctor Dada Hirezi o si lo prefieren como Vicente Fernández. Si de todas maneras, ya mamaron por cinco décadas y la mayoría, a dos tetas.

A este país le urge la renuncia de todos los políticos de la guerra fría de baja intensidad, que nos llevaron a otro tipo de guerra y nos tienen secuestrados en una posguerra de alta intensidad. La mayoría de ellos, han tenido más de 50 años, para aportar y robar paz al país de una u otra manera y desde diferentes trincheras.

Ya todos fueron oposición y también gobierno, fueron corresponsales de guerra y luego articulistas de los medios que criticaron porque en el camino ambos se fueron transformando. Fueron extranjeros y ahora son ciudadanos, fueron exiliados y ahora son embajadores que tienen hijos con doble nacionalidad a quienes de paso heredaron el huesito laboral, porque se entronaron como monarquía y en el camino encanecido se les olvido la república que supuestamente defendían.

Es increíble que la crisis financiera de los mercados internacionales, como fase en declive de todo ciclo económico, resucitara en las grandes potencias el debate ideológico sobre cuanto estado y mercado se necesita para superar la crisis de una década pérdida después de muchas productivas. Mientras que a los salvadoreños esa discusión nos ha mantenido tan ocupados durante los últimos 25 años que muy poco hemos producido y menos hemos repartido a las mayorías empobrecidas.
A nivel local o nacional, lo que hace la mano izquierda lo destruye la derecha y viceversa, porque las cúpulas partidarias siguen viviendo en una guerra prolongada artificialmente donde las dirigencias con un whisky y a puerta cerrada negocian sus intereses particulares y frente a las cámaras, se muestran indignados de pactar con una “lejana” oposición acuerdos de nación aunque sea por el bienestar de las actuales y futuras generaciones.

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Aura Jarquín Antropóloga política y colaboradora de ContraPunto