San Ignacio a pocos kilometros de La Palma, ofrece paisajes montañosos, grandiosos amaneceres y nos brinda la posibilidad de respirar aire fresco, disfrutar un clima templado, gozar de la campiña y acampar.
Perfecto para escapar del mundanal ruido y de la civilización.
Altamente recomendado para matar demonios y neutralizar el veneno de nuestra sociedad.