Retomando otra de nuestras series inconclusas, pero de gran relevancia histórica en nuestra nación, les dejo con otra interesante historia de los sucesos del 44 en El Salvador, conocida como la revolución pacífica que derrotó al dictador Martínez, la cual iniciamos con el Post:
http://hunna.org/los-sucesos-de-1944-recopilacion-de-documentos-y-noticias/
En esta ocasión les traigo la historia de Mario Ernesto Villacorta, Piloto de la FAES y Héroe de la Revolución de Abril de 1944.
http://www.fas.gob.sv/museo/histo2.html
En el museo de la Fuerza Armada Salvadoreña se encuentra parte de la historia de esta institución y su participación en los hechos del 2 de abril de 1944, en la página Web de dicho museo, que forma parte de la página de la fuerza aérea salvadoreña, se pueden encontrar los siguientes datos:
En el último semestre de 1938, la FAS tramitó la compra de cuatro modernos aviones de ataque de fabricación italiana “Caproni A.P.1”, los cuales fueron oficialmente entregados el 1 de diciembre de 1938.
En el período de 1930 a 1940 se graduaron como pilotos aviadores los subtenientes Francisco A. Ponce, Miguel Hernández, Héctor Castaneda, Raúl Paniagua Araujo, Mario Ernesto Villacorta, Horacio Melara, Manuel Martínez, Carlos Gavidia, Manuel Quijano Hernández y el sargento Víctor Alfredo Lara.
Hasta 1940 el progreso de la aviación militar había sido continuo, y el entusiasmo por esta arma, tuvo gran acogida entre los miembros de la Fuerza Armada y el pueblo en general. Era normal en esa época, que oficiales, suboficiales y personal civil voluntario ingresara en los cursos para pilotos aviadores de la FAS.
Es sin duda, la época de mejor desarrollo de la Fuerza Aérea Salvadoreña fueron los años de 1942 a 1944; años que corresponden al apogeo de la Segunda Guerra Mundial y al último período presidencial del general Hernández Martínez, quieran gran entusiasta del poder aéreo por los resultados obtenidos en el desarrollo de la guerra.
Dentro de las aeronaves adquiridas por el Gobierno se encontraban: un Taylorcraft, un Stinson, tres Piper’s, dos Luscombe 8A. Silvaire, tres Vultee BT-13 Valiant, seis Fairchild PT-19B y seis North American AT-6 (tres AT-6C y tres AT-6D). Estos últimos fueron utilizados para patrullar las costas del territorio nacional, como muestra de apoyo a los aliados durante la Segunda Guerra Mundial.
Cabe mencionar que el tren de aterrizaje de los aviones “Caproni A.P.1”, fue modificado por el gran pionero de la mecánica aérea, Belisario Salazar; modificación aceptada por la fábrica Caproni Aeronáutica Bergamasca.
El 2 de abril de 1944, un conato de insurrección trató de derrocar al Presidente Hernández Martínez. Este movimiento fue apoyado por la FAS, que participó en el ametrallamiento y bombardeo de las posiciones leales al Presidente con aviones AT-6. Como resultado de esta acción, muchos pilotos fueron fusilados y otros que corrieron mejor suerte, lograron escapar hacia Guatemala; quedando disuelto así, el personal de vuelo y las actividades de la aviación militar suspendidas por un período de aproximadamente cuatro años.
North American AT-6 Texian
Superficie Alar: 42 pies
Longitud: 29 pies
Peso: 5800 Libras
Motor: Un Radial Pratt & Whitney de 9 cilindros con Super cargador.
Desplazamiento: 1340 pulgadas cúbicas
Potencia: 600hp a 2250 rpm y 36´ Hg
Capacidad de Combustible: 110 galones (US)
Capacidad Aceite: 10 Galones (US)
Rendimiento
Máxima Velocidad: 240 mph
Velocidad Crucero: 155 mph
Velocidad de desplome: 56 mph
Consumo de combustible: 35 Gph a velocidad de crucero
Alcance: 700 millas
Como resultado de la revolución del 2 de abril de 1944, el mayor Hernán Barón causó alta como Jefe de la Aviación Militar Salvadoreña, el 6 de abril.
Como Jefe de la FAS, el mayor Barón dirigió el 12 de diciembre de 1944, las operaciones contra una fuerza invasora de exiliados salvadoreños procedentes de Guatemala. Para esta misión, fueron armados cinco aviones AT-6 para realizar bombardeo y ametrallamiento en vuelo a baja altura contra los agresores.
El 5 de diciembre de 1944, se nombró como Jefe interino de la Aviación Militar al capitán Francisco Alberto Ponce, en sustitución del mayor Hernán Barón, quien pasó a desempeñarse como agregado militar en Washington, EE.UU.
Señalamos todo esto como preámbulo a detallar un poco más la historia del teniente Mario Ernesto Villacorta, un joven piloto que no llegaba a la treintena de años y que se convirtió en una leyenda de la aviación en su tiempo, cuya participación en los hechos de Abril de 1944 está casi olvidada y que en la segunda parte de esta narración rescataremos tal y como fue escrita y narrada por un testigo de los hechos y que plasmara su relato con fecha 18 de Mayo de 1944.