El porqué del Filosofar
En estos tiempos cualquiera se puede poner a estudiar una carrera universitaria o no digamos un grado de la filosofía, lo que importa realmente es hacer Ciencia, Arte o ponerse a filosofar.
Eso pocos lo pueden hacer dadas las circunstancias del país. En estos tiempos tenemos muchos estudiantes y profesionales, pero muy poco de lo anteriormente mencionado.
En Centroamérica es poco lo que se ha dado de filosofía verdadera, por ahí resaltan algunos nombres, no muchos, que nos han legado una obra que realmente valga la pena, eso sin contar con que no se cuenta con una política editorial para reediciones. Y no obstante es aquí donde más se puede esperar, junto con la literatura, ya que en las otras artes ha sido poco el aporte, y menor lo será si no damos la orientación adecuada. Es en la literatura y la filosofía donde más podemos dar de ahí vendrán como por decantación los otros conocimientos o saberes. En ciencia es poco realmente lo que hemos hecho, no somos pueblos científicos o de inventores tecnológicos. Pero si no damos en las artes esenciales (humanas) es poco lo que podemos esperar para las demás.
La verdad es que nos falta visión. Necesitamos algo realmente trascendental para lo que debemos hacer con nuestros oficios y nuestras vidas. Esto es no ser simples estudiantes o profesionales repetidores de formulas transmitidas y ya cocinadas.
Por demás está decir que en San Salvador tenemos una gran cantidad de centros de cultura, valga la expresión para donde se cultiva el saber por excelencia: las Universidades, y que de ellas salen graduados cantidades enormes de profesionales, aparte de la gran cantidad de estudiantes que en ella estudian o repiten esquemas ¿Pero qué tenemos?. Esto es casi nada. Transustanciar el problema como meramente cultural no nos ayuda en mucho. Los verdaderos creadores de cultura optan por la muerte en vida o el exilio. No hemos creado unas condiciones adecuadas para que salgan a flote los verdaderos pensadores que yo creo, el tanto lo tenemos, y esto que ya llevamos un trecho de 200 años en esa tarea, aunque históricamente no es un período muy largo, ya debería estar dando frutos.
Desde que se forman profesionales en el país, estos se han dado a la tarea de la mera prosaica labor de subsistencia, pero han sido muy pocos, los que han dedicado su labor tesonera a la investigación y a la publicación de resultados, esto no se lo podemos achacar a las meras condiciones económicas aunque algo tengan que ver. Esa situación no se va a resolver o dar solución abriendo a diestra y siniestra programas de pos-grado en las universidades y academias, donde el alumno lo que hace es continuar con su tarea repetitiva a modo de obtener el grado que los acredite como sobresaliente, con todo lo que acarrea de status, y por otro lado las universidades continúan su labor esquilmadora de cuotas económicas mensuales.
Hay grandes preguntas en la vida que necesitan formularse de manera adecuada, para que todos los conocimientos y saberes marchen por una senda adecuada. Es en la literatura (sobre todo en la poesía y novelística) donde hemos dado los mayores aportes. Pero si no hay una metafísica de la vida cultural de los pueblos, estos se pierden sin asidero. Hasta la misma vida política carece entonces de sentido.
Este será un mero oficio de personas mas o menos conocedoras de la cosa pública, pero sin mayores miras de hacia donde debe dirigirse la Nación.
Estas no son preguntas vacias de sentido. El que ahora tengamos este panorama de desempleo y delincuencia, es porque no hemos sabido encarar la problemática de la producción en todos sus aspectos y facetas.
A quien le importa si tenemos mas médicos, abogados, profesores, enfermeras, ingenieros etc., sino tenemos una idea clara de que harán o como se desempeñaran en sus campos respectivos, con todo y el desempleo profesional, lo que tendremos es que estos profesionales ocupen un un lugar en la empresa o en la burocracia y servicios intermedios, tan solo asegurándose un salario de subsistencia o mas alto según su grado de influencia.
Es que en El Salvador la formación universitaria carece de elementos mas sutiles de critica-investigativa y de formulación de proyectos que puedan ser aplicados a la realidad. Estos programas deben tener también un caracter divulgativo para que puedan ser recepcionados por la mayor parte de la población, la culta y la con menor nivel educativo. Toda esa es una cuestión de adecuadas políticas educativas.
Tenemos una formación solo que esta es deficiente tan solo proclive a la discusión banal que nos proporcionan los medios de comunicación ideologizados, y ya se sabe que estos sirven al sistema capitalista mercantilista, que solo busca la ganancia, el consumo y la publicidad.
En esta forma los que toman las decisiones empresariales o de negocios y los que deciden las políticas públicas, sean estos funcionarios de partido o tecnócratas, poco hacen para que tengamos una visión reflexiva en el sentido de la reflexividad, del volver sobre el saber mismo, una vez un poco más elaborado.
Para de esta manera sacar al país de la gran maraña de problemas en que nos encontramos.
En este sentido todos somos filósofos, puesto que todos reflexionamos sobre los asuntos del mundo y de la vida. Lo que pasa en el país (la polis) no es ajeno a nadie. Pero son pocos los que quieren entrarle al problema de manera crítica y sistemática.
Si no formamos a las nuevas generaciones, a las generaciones jóvenes, tendremos problemas de grandes magnitudes aun mayores que los que ahora tenemos, este es un problema de simple lógica socio-demográfica y tendremos generaciones mas ignorantes de las que nos precedieron. Hoy tenemos más medios para educar, pero hemos perdido la orientación del hacia donde, con una juventud que se aliena a esquemas extranjeros precedidos por la tecnología. En todo esto cabe la ingente pregunta de por qué es más necesario que nunca el ponerse a filosofar en serio.
Raúl Fuentes
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