Descubren el Evangelio de los Pendejos.
Por falta de recursos económicos, el Hunnapuh’s Investigatorum Perseculorum Tremens no pudo enviar su expedición científica al Mar Muerto, que tenía por objeto investigar quien lo mató y encontrar el ataúd donde sería enterrado. Ante esta penosa situación la investigación se concentró en uno de nuestros agonizantes lagos salvadoreños.
Allí descubrieron las antiquísimas cuevas de Tepezkoagatas, que según los estudios geológicos, se originan con el Diluvio Universal. En una de esas cuevas encontramos en perfecto estado de conservación un manuscrito que nadie del equipo de investigadores pudo determinar su antigüedad, pues no habían nacido aún cuando lo escribieron.
Después de varios meses de reconstrucción y traducción realizadas en la ciudad de Atiquizaya, cuna de lo mas florido de nuestra lengua vernácula, ponemos a su disposición el documento que el National Geographic no quiso publicar, pues le haríamos sombra a otro manuscrito chaveliado que han encontrado.
“El Evangelio de los pendejos” Cap. 1
P 1:1 “Queridos hermanos, hermanas, compadres y comadres, todos y todas, los que a lo largo de las generaciones actuales y venideras tendrán el privilegio de leer o escuchar estas palabras contenidas, guardadas, en el hermetismo del papiro marihuanico.”
P 1:2 “Los que tengan oídos que oigan, lo que les voy a decir, una sola vez lo hablaré, y quien no entienda se joderá. “El entendido a señas y el Burro a palos”, nos decía el gran profeta Mostachotieso.”
P 1:3 “Los Que quieran salvarse deberán de ser humildes, ningún creído o petulante entrará al reino de la luz. Los que se sienten superiores, no resucitarán el mero día. Solo los humildes, los que se consideran pendejos heredarán el reino de la luz. Sed pendejos hermanos y hermanas, así alcanzaremos la salvación eterna.”
P 1:4 “Para facilitaros la tarea de declararse pendejos, les presentamos el pendejometro celestial, con el que seréis medidos antes de entrar al reino de la luz. Os aseguro que quien no quepa en ninguna estas categorías, se perderá su alma. Hermanos, escoged cual categoría os conviene podéis aceptar mas de una.”
Pendejo esférico: El que por cualquier lado que lo veas es pendejo.
Pendejo Telescópico: El que desde lejos se ve que es pendejo.
Pendejo de Referencia: “de donde está aquel pendejo, dos cuadras para abajo”
Pendejo solitario: El que cree que es el único pendejo que hay en el mundo.
Pendejo Democrático: El que cree que todos los pendejos son iguales.
Pendejo Ecológico: El que es pendejo por naturaleza.
Pendejo Gracioso: El que se ríe de sus pendejadas.
Pendejo Fosforescente: el que hasta en lo oscuro se ve que es pendejo.
Pendejo Agrario: El que cree que los pendejos heredarán la tierra.
Pendejo de Sangre Azul: El que desciende de abuelos y padres pendejos.
Pendejo Abogado: El que es pendejo por derecho.
Pendejo Campana: El que es tan, tan, tan, pero tan, pendejo.
Pendejo Luminoso: El que brilla de tan pendejo que es.
Pendejo Arrepentido: el que se ahueva de las pendejadas que hace.
Pendejo Aristócrata: El que se siente superior a todos los demás pendejos.
Pendejo Filósofo: El que piensa mucho las pendejadas que hace.
Pendejo Creativo: El que se le ocurre cualquier pendejada.
Pendejo Gregario: El que siempre anda acompañado de otros pendejos.
Pendejo Soñador: el que hasta dormido es pendejo.
Pendejo Comunista: “Pendejos de todos los países Uníos”
Pendejo Arenero: “Todos somos Pend..digo Norman”
Pendejo Obsoleto: El que ya aburre con las mismas pendejadas.
Pendejo Lector: El que está leyendo todas estas pendejadas.
Pendejo Exquisito: El que se cree diferente a todos los demás pendejos.
Pendejo Independiente: El que dice que a él no lo manda ningún pendejo.
Pendejo Evolutivo: El que cree que los pendejos se perfeccionan a lo largo de la vida.
P 1:5 “Si consideráis que ninguna de estas categorías corresponde a tu calidad humana, no hay problema, te ubicaremos automáticamente en la de “Pendejo Engreído” Pues sois pendejo pero no queréis reconocerlo.”
P 1:6 “Así me fueron dichas estas palabras para vuestra comprensión, así las digo yo, el evangelista. Conservadlas hasta el final de los tiempos.”