Taller de jóvenes filmando: Una experiencia de y para la vida

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CLAUDIA MEYER [1]
TALLER PROFESIONAL DE CINE Y TELEVISIÓN
ESCUELA DE COMUNICACIÓN MÓNICA HERRERA

 “Dígame y olvido, muéstreme y recuerdo. Involúcreme y comprendo”
Proverbio chino. 

CINEDUC, o educación a través del cine, es una iniciativa de la Cooperación Alemana de El Salvador (GTZ), a través de su programa FORTALECE, siendo las instancia ejecutoras el Taller Profesional de Cine y Televisión (TPCTV) de la Escuela de Comunicación Mónica Herrera, y la Secretaría de Cultura de la Presidencia. Con la educación a través del cine se busca que la población beneficiada tome conciencia acerca de los problemas de su realidad, tanto individual como grupal, mediante el cine como herramienta educativa, que les lleven a encontrar soluciones viables a sus problemas, de tal manera que mejoren su situación de vida y la de sus comunidades.

Esta iniciativa está constituida por dos componentes:

1.

Cine Móvil, que busca incrementar el interés y la comprensión de los participantes sobre diversas temáticas del desarrollo social relativas a la vida cotidiana, a través del análisis de películas y puesta en común de las reflexiones bajo una metodología propia.

2.

Taller de Jóvenes Filmando, el cuál se propone la formación de jóvenes de ambos sexos, de entre 16 a 21 años, provenientes de los municipios de Soyapango y Santa Tecla, en las herramientas, conocimientos y técnicas necesarias de la producción audiovisual. Se busca brindar a estos chicos mayor acceso a oportunidades de empleo. Producto de este taller son la realización de 4 spots televisivos y 4 cortometrajes, todos ellos enfocados en las perspectivas económicas de jóvenes y en la convivencia[2]. A través de este Taller se ha propiciado la calidad de la enseñanza en un rubro desprovisto de tecnificación formal en pro del desarrollo económico social del país y de la región, mediante la formación de recurso humano joven calificado apto para incorporarse a las dinámicas del sector audiovisual salvadoreño.

El Taller de Jóvenes Filmando es desarrollado por el TPCTV. Bajo la metodología del “aprender haciendo” se ha trasladado a los jóvenes los conocimientos que les permita el contar con las herramientas y destrezas necesarias para involucrarse de manera directa en un proceso de producción audiovisual en sus diferentes etapas, y de acuerdo al rol que le corresponda desempeñar a nivel de especialidad.

A la fecha son 25 jóvenes (10 chicas y 15 chicos), que desde febrero del año en curso asisten todos los sábados, de 8:00 a.m. a 5:00 p.m., a capacitarse en las temáticas de:

  • Escritura de guiones audiovisuales.
  • Llevar y realizar de forma idónea el proceso de producción de un audiovisual.
  • Dirigir una producción audiovisual.
  • Al momento de la filmación, decidir y operar cámara según las condiciones del entorno y la luz final deseada.

Post-producir materiales audiovisuales.

clip_image004La experiencia de cada sábado para los jóvenes se ha traducido del saber al poder hacer. La mecánica pedagógica es activa: los jóvenes aprenden por experiencia propia todas las situaciones en las que se pueden ver involucrados dentro de una realización audiovisual. No es un aprendizaje desprovisto de la teoría, que en un proceso de toma de decisiones la información, el conocer las razones y el porqué de las cosas, es el elemento de arranque del hacer: la información determina el camino a seguir, la decisión a tomar, el quehacer a efectuar.

A través del hacer se detectaron las diversas habilidades de los jóvenes, permitiendo así atender de forma única el desarrollo de esas fortalezas individuales, pudiendo expandir su aprendizaje y el área de su interés. Durante el Taller el joven planea, implementa y evalúa situaciones que tienen aplicación en la vida real, para así llevar consigo un bagaje práctico que le permita desenvolverse en un futuro mediato en el mundo laboral.

En audiovisuales la toma de decisiones es la suma de creatividades más el conocimiento formal y la experiencia. Por ello en algunas ocasiones no existe una forma única de abordar o solventar una situación. Cuando prima la experiencia, el proceso de decisión se vuelve implícito y rápido, considerando de forma simultánea las consecuencias y repercusiones logísticas y económicas.

En el Taller los participantes se han encontrado ante exigencias reales: hay 8 realizaciones definidas, entre spot y cortometrajes, que deben realizarse debiendo ser producto de los contextos sociales de su entorno. Al desarrollar productos tangibles, es real la conexión lograda entre lo académico, la vida y las competencias laborales. Este enfoque ha motivado a los jóvenes a conocer, aprender sobre temas de su interés y que además les serán de utilidad en su desarrollo como profesionales.

Siendo chicos con poca o nula experiencia en la industria audiovisual, se han visto encaminados a incursionar en la elaboración formal de un producto que les ha llevado a un proceso de análisis de las diferentes variantes, alternativas disponibles, pros y contras, las diferencias estéticas, y en la práctica lo que implica realizarlas. La gestión y consecución de resultados deseables implica múltiples variables que interactúan entre sí, a menudo, con diferentes grados  de incertidumbre y variabilidad. El enfrentarse la producción real de un audiovisual les ha exigido a los jóvenes el plantearse las metas u objetivos a alcanzar con el mismo: el lograr una atmósfera determinada o lograr captar un sonido ambiente con la mayor definición por ejemplo. Al ser los chicos entes activos con opinión dentro del proceso, y con facultad de decisión, la experiencia se ha vuelto provechosa y memorable.

clip_image006Si bien en la vida profesional muchas de las relaciones causa-efecto con las que hemos de tratar en nuestras vidas y en el trabajo no son tan directas, la utilidad de involucrarse en un proceso real a partir de la enseñanza, les habilitó a los jóvenes el comprender sobre cuáles condiciones pueden no tener control y sintetizar un plan de acción que probablemente les permitirá obtener resultados deseables, ya que pueden predecir como las acciones influirán en esos resultados. Las prácticas del Taller han hecho posible que los participantes desarrollen modelos mentales en menos tiempo, y al ser una actividad formativa con menos riesgos que los que estarían implicados si se hiciese fuera de un proceso guiado. Las prácticas realizadas han reducido el tiempo necesario para adquirir una competencia incrementando notablemente el grado de su asimilación. Los chicos han podido convertirse en técnicos en una habilidad determinada antes que aquellos que han asistido a clases convencionales pero que no han tenido ocasión de aplicar los conocimientos adquiridos.

El realizar un audiovisual enfrentó por primera vez a los jóvenes al asumir responsabilidades profesionales, cuyas consecuencias directas en la vida real redundan en costos operativos y económicos. Esta dinámica, dada la juventud de los chicos, fue determinante para la formación de carácter. A través del hacer también se garantiza la motivación y el compromiso. La práctica estimuló una mayor participación e involucramiento de los jóvenes y les exigió implicarse en acciones retadoras y complejas propias de un puesto o cargo de trabajo, todo ello con el trabajo en equipo de por medio, siendo los audiovisuales una disciplina en la que se labora en conjunto.

Cada sábado los participantes aumentan sus habilidades sociales y de comunicación, y particularmente durante los rodajes se aumentaron sus destrezas para solucionar problemas, visualizar las conexiones e inter-relaciones entre producción, sonido, fotografía y cámara, guión, entre otras disciplinas audiovisuales. Las experiencias ganadas por estos jóvenes no solo les facultan a manipular dispositivos y dirigir acciones, sino también el cómo efectuarlas de forma efectiva y eficaz, dilucidando la calidad de las mismas y su viabilidad. Los chicos han reforzado su autoestima pues se enorgullecen de lograr algo que tiene valor fuera del salón de clase como manejar un equipo de luces y cámaras; todo ello acompañados de los docentes que les guían y asesoran, equipos y recursos, siendo definidos y claros los roles y responsabilidades que se espera de cada uno de ellos. 

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A partir de esta experiencia, ya por finalizar en noviembre con la exhibición en salas de cine y canales de televisión de las producciones efectuadas, el cine se ha convertido para los jóvenes en ojo fiel, memoria crítica de los hechos y síntesis de sus realidades. Tanto los spots como los cortometrajes reflejan las temáticas de prevención de la violencia, la generación y el aprovechamiento de oportunidades. Son sus propias historias, las de su entorno, las que los jóvenes han trasladado en audiovisuales. Son 25 jóvenes que han encontrado un incentivo y una forma de expresión para involucrarse y comprometerse con su propio desarrollo, el de su comunidad y país.

 

 


[1] Mercadóloga, gestora cultural y escritora. Coordinadora General del Taller Profesional de Cine y Televisión, e Instructora Académica en la Escuela de Jóvenes Talentos en Letras.

[2] Las imágenes en el artículo son muestran a parte de los jóvenes participantes del Taller de Jóvenes Filmando durante los rodajes de los cortometrajes.

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