Desde sus inicios esta magna obra estuvo plagada de problemas, dudosas expectativas y extrañas componendas.
Realmente ha sido un megaproyecto que terminará botando toda la buena imagen que el titular del Ministerio de Obras Públicas, Manuel Orlando Quinteros, conocido como Gerson Martínez, había logrado capitalizar al frente de una de las instituciones gubernamentales mas señaladas como antros de corrupción durante los gobiernos anteriores.
Gerson Martínez había logrado cambiarle la cara al Ministerio de Obras Públicas de ser una institución plagada de corruptos, ineficiente y oscura a ser una de las carteras estatales mas transparentes, efectivas y confiables, cosa que hasta los mas recalcitrantes areneros reconocían.
Sin embargo con el SITRAMS parece que han echado al traste con tan buena imagen, porque es un proyecto que no se le ve final o por lo menos un final feliz, ya que aunque se termine, no acabo de comprender cuál será el impacto real de su aplicación y estas son las dudas que manifiesta toda la población.
¿Qué ganaremos con el SITRAMS?
¿Cuánto costará el pasaje?
¿Donde circularán los otros autobuses?
¿Cuando terminará este proyecto?
Seguridad pública, epidemias y SITRAMS son enormes piedras en el zapato del FMLN, que lo pondrán en desventaja en la carrera electoral.
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