Pensamiento escatológico de Salvador Cayetano Carpio (Comandante Marcial). Parte I

 

Francisco Quintanilla

Los conceptos de escatológico y profeta están directamente vinculados a una dimensión propiamente teológica; sin embargo, tienen mucha relación con un saber opuesto a la teología, como es el saber científico; sobre todo cuando se hace referencia a una de las funciones fundamentales de la ciencia y de los científicos, como es el de la predicción.

La predicción en términos generales implica la capacidad de la ciencia y de los científicos de anticipar el comportamiento futuro de los fenómenos estudiados partiendo de los datos que la realidad natural o social les ha mostrado; es decir, en la medida que los científicos sean más capaces de leer lo más adecuadamente la realidad, en esa medida son más capaces de predecir el comportamiento de los fenómenos estudiados.

La palabra escatología que deriva del griego eskhatos (último) y de logos (tratado), es decir, la escatología es parte de la teología que estudia las últimas cosas, el destino final del hombre y del universo, para lo cual, el profeta tiene natural capacidad de leer las señales de los tiempos para anticipar cuando se está llegando al final del hombre y del universo.

El pensamiento escatológico, en este sentido, está directamente vinculado con el quehacer de los profetas, en el sentido que es una característica de los profetas y de las profecías. La palabra profecía deriva del griego prophetea que significa predicción hecha gracias a un don sobrenatural,

La predicción profética está precedida por una lectura escatológica de la realidad, así como en la ciencia, la predicción científica está precedida de una lectura científica de la realidad.

En este sentido la predicción y el científico juegan un papel similar al que juegan la escatología y el profeta en el ámbito teológico.

Salvador Cayetano Carpio, el Comandante Marcial, siendo un panadero, un obrero de pura cepa, surgido de las entrañas del sufrimiento de la clase obrera y campesina, fue desarrollando, sin haber realizado estudios universitarios, una capacidad científica y a la vez profética y humana sensible de leer no sólo su realidad, sino que también la realidad de los obreros y campesinos salvadoreños (as) de su tiempo, y anticipar escenarios futuros.

El propósito fundamental de este documento, es por una parte, reivindicar a 34 años de la desaparición física del Comandante Marcial, su pensamiento y su entrega a las causas de liberación del pueblo salvadoreño hasta las últimas consecuencia, y por otra, destacar, la capacidad que tuvo el Comandante de adelantarse a su tiempo, de poder descifrar, el comportamiento futuro del FMLN y de sus miembros, a partir de la lectura de las señales de la realidad de su tiempo de no seguir al pie de la letra y en forma creativa varios de sus planteamientos, ideas que le costaron el ostracismo profundo de parte de la Comandancia General y algunos mandos medios del FMLN e incluso de integrantes de las FPL, que le costó su supuesto suicidio.

La lectura científica de la realidad nacional, sin descuidar la lectura de la realidad internacional se detecta en sus tesis sobre el proceso revolucionario salvadoreño, tesis que se encuentran planteadas fundamentalmente en su Testamento Político, pronunciado el 1º de abril de 1983 en el marco de la conmemoración del XIII aniversario de fundación de las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí (FPL).

El planteamiento de estas tesis, no tiene en este documento como propósito demostrar si fueron o no derrotadas por la dirigencia del FMLN y por algunos “camaradas” de las FPL, dentro de los que se encontraba el comandante Leonel González (Salvador Sánchez Cerén), sino destacar en ellas la capacidad que tuvo Salvador Cayetano Carpio en anticiparse científica y escatológicamente a la realidad futura, a partir de la lectura de la realidad salvadoreña e internacional de su época.

Es de destacar, que José Antonio Morales Carbonell en su brillante artículo titulado: “El suicidio de Marcial ¿un asunto concluido?”, publicado en Julio de 1994 en la revista Estudios Centroamericanos (ECA), logra demostrar que casi todas sus tesis, menos una no fueron derrotadas al menos antes del supuesto suicido de Salvador Cayetano Carpio, el Comandante Marcial, e incluso después de su muerte, varias de sus tesis siguieron orientando el quehacer de la FPL, muy a pesar de que su comandancia y la del FMLN, consideraron que las habían derrotado.

Dentro de las principales tesis detectadas en el Testamento Político de Salvador Cayetano Carpio, el Comandante Marcial, (1º de abril de 1983) se encuentran:

*-Primera tesis: Era necesario la combinación de todos los medios de lucha en forma integral teniendo como centro, como eje, como medio decisivo, la lucha armada unida a todos los otros medios de lucha del pueblo.

En función de lo anterior con mucha clarividencia Cayetano Carpio (1º de abril, 1983) sostiene que:

Las FPL han concebido la negociación como un medio de lucha estratégico y auxiliar para permitir que nuestros combatientes puedan avanzar (…..) el diálogo y la negociación lo tomamos como medio auxiliar para que nuestros ejércitos se fortalezcan y para darles golpes cada vez más grandes al enemigo. (pp. 19-20)

En esta tesis puede denotarse, que Salvador Cayetano Carpio, aprobaba el dialogo negociación como herramientas secundarias, complementarias a la estrategia político – militar, no la concebía como algo central, ya que concebía por una parte, que la guerra fortalecía a las FPL y al FMLN, y por otra, que el dialogo-negociación al ubicarla como herramienta principal de solución del conflicto salvadoreño los debilita y fortalece al enemigo nacional e internacional; es decir, a las clases dominantes burguesas) y al imperialismo estadounidense.

Por el contrario, los demás miembros de la Comandancia General del FMLN, y algunos camarillas de las FPL, vieron y utilizaron el diálogo – negociación como la estrategia fundamental, como la estrategia central, y lo militar como una estrategia auxiliar, como una estrategia secundaria, para superar el conflicto salvadoreño.

Esta preocupación de Cayetano Carpio, lamentablemente varios años después, en concreto después de la firma de los mal llamados acuerdos de paz, se concretó. El FMLN, su comandancia y varios de sus mandos medios fueron astutamente ahogados en las comodidades, en la riqueza, por la burguesía y oligarquía nacional y por el imperialismo estadounidense. En palabras de Cayetano Carpio el FMLN se debilitó totalmente y el enemigo nacional e internacional se fortaleció, al grado de derrotarlos en el terreno estrictamente político y en el del encanto de las comodidades.

Salvador Cayetano Carpio citado en Morales Carbonell (julio, 1994) sostenía que:

Está bien claro, el juego de Reagan es acabarnos, y en segundo lugar, presentar un pseudo diálogo, una pseudo negociación para poder engañar a determinados pueblos para los que la palabra elecciones significa una fascinación (…..) entonces, cuando se les habla de una elección bien fácilmente caen en la trampa de Reagan de decir “ve, por ahí es verdad que está la solución” (…..) vienen incluso generosamente, pueden venir amigos a presionar hasta cierto punto, a que se entre en negociación o dialogo para las elecciones (…..) en este momento se está planteando esa situación. (p.680)

Puede verse, en forma clara que para Cayetano Carpio, el dialogo negociación, sólo era una estrategia de la oligarquía salvadoreña y sobretodo del imperialismo estadounidense, no sólo para debilitar la vanguardia revolucionaria salvadoreña, sino también para derrotarla, lo que ocurrió con la firma de los mal llamados acuerdos de paz.

El diálogo negociación que llevó a la firma de dichos acuerdos, la realidad demostró que fue una derrota de la vanguardia revolucionaria y una traición a los intereses del pueblo salvadoreño, una traición a los intereses sobre todo de la clase obrera y campesina.

*-Segunda tesis: En las alianzas populares no debe ser la burguesía la que las dirija, sino la clase obrera y su aliado más fuerte la clase campesina.

Carpio (1º de abril, 1983) decía que:

Nos llamaron los dirigentes tradicionales sectarios (…..) porque queríamos que la clase obrera pasara a primera fila del proceso revolucionario, sectarios porque queríamos que las alianzas de clase ya no siguieran sirviendo para que la burguesía se sirviera en bandeja los puestos de poder (…..). (p. 4)

Amarrando estas ideas sobre las alianzas que debería de ser la clase obrera y su aliado más fuerte la clase campesina, las que condujeran las alianzas, y no la burguesía, con el presente de la realidad salvadoreña, con el presente de la realidad del FMLN, presente que terminó de dorarse con la firma de los acuerdos de paz, resulta que la clase obrera y campesina nada tuvo que ver con lo acordado y con la firma de dichos acuerdos. Fue y es, precisamente la clase burguesa, la burguesía en ascenso como les llama Dagoberto Gutiérrez a la actual dirigencia del FMLN y los pequeños burgueses los que se repartieron el pastel del poder y han obtenido los mayores beneficios económicos.

La clase obrera y campesina que en la época de Salvador Cayetano Carpio representaba según él por lo menos el 70% de la población salvadoreña no llegó de ninguna forma a obtener dosis y buenas dosis de poder, ni político ni mucho menos económico.

Cayetano Carpio (1º de abril, 1983) seguía acotando al respecto que:

Al plantearse las FPL una forma correcta la interpretación marxista de las alianzas en nuestro país planteo lo siguiente, es necesario crear y fortalecer la alianza obrero-campesina como base aglutinadora que permita finalmente una correlación de fuerzas populares que impida que la burguesía, que está acostumbrada a dirigir las unidades populares en El Salvador, las siga dirigiendo. (p. 6)

Las interpretaciones no marxistas – leninistas, como las demócratas cristianas, las social demócratas y otras interpretaciones anticomunistas que dominaban en las otras estructuras del FMLN, como el ERP, la RN, el PRTC e incluso en ciertos miembros de las FPL con la venia del PC, no estuvieron de acuerdo con esa forma de interpretar las Alianzas, donde se ubicara a la clase obrera y campesina en el centro y no en la periferia de las alianzas.

 

Continuará

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