El presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, alcanzó la reelección por un nuevo período, al derrotar a su contendiente, el candidato republicano Mitt Rommey, quien reconoció su derrota al conocer los resultados de Ohio, estado que junto con Florida, Minnesota y Pensilvania resultan claves para determinar al triunfador.
En todas partes el resultado de estas elecciones era esperado para realizar cálculos respecto a posibles cambios en la política exterior, economía, estado de los inmigrantes y en otra serie de temas que son del interés de las naciones que como nosotros dependemos directamente de lo que sucede en el país del norte.
Sin embargo para algunos analistas la mirada que los Estados Unidos lanza hacia Latinoamérica es la mirada de indiferencia que el vecino rico lanza a sus paisanos pobres, mientras se enfrasca en temas mucho mas importantes y que le atañen directamente. Aunque esos vecinos pobres son los que le dan aseo, ornato, mantenimiento y seguridad a su casa.
Algunos amigos extrapolan estos resultados a nuestro entorno, así como en el caso de Hugo Chávez y asumen la victoria de uno o de otro contendiente como si fuera una victoria de la derecha o de la izquierda o del FMLN contra ARENA.
Recordemos que los países viven realidades distintas y en poco o nada nos afecta que uno u otro sea presidente, quizá en el caso venezolano si tendría cierto impacto que la izquierda pierda el poder en cuanto a la ayuda que perciben de parte del gobierno algunos sectores de nuestra izquierda.
Pero en el caso de los Estados Unidos, realmente los cambios en política exterior o tratamiento a inmigrantes no son nada significativos en una gestión republicana o demócrata, por mas que quieran acoplar simpatías entre el equipo de Rommey con ARENA, El Salvador en estos momentos no representa nada clave para los Estados Unidos, al contrario representa cierta carga por los problemas de inmigración y delincuencia ligada a las maras que los afectan a ellos directamente, aunque esta situación la viven con todos sus vecinos inmediatos: México, Guatemala, etc.
Ganó Barak Obama, bien por Estados Unidos, pero aunque hubiese ganado Mitt Rommey, poco hubiera cambiado nuestra relación con el país del norte, el pueblo estadounidense puede congratularse de tener un buen sistema político y esto los ha llevado a tener siempre una visión de nación antes que de intereses partidarios, al menos esos deberíamos aprender de ellos, tienen corrupción, compra de voluntades, ineficiencia pero tratándose de temas de nación, cierran filas y todos empujan hacia el mismo lado, nos guste o no, eso hace una nación grande.
Si algo debemos aprender de ellos es que al final debe prevalecer la visión de nación por encima de las de partido o ideología, pero eso no quiere decir aceptar las engañosas propuestas de una "tercera fuerza despolitizada", que viene directo de las miasmas asquerosas que se alimentaron de la corrupción absoluta de nuestras instituciones. Me refiero a Tony Saca y todo su cortejo.
¿Y usted que opina?
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