La inauguración de la última etapa de Plaza Mundo en Soyapango ha ocupado importantes espacios en los medios de comunicación. Se ha presentado como una buena noticia para el país en estos momentos de crisis económica. Se ha hecho énfasis en la alianza empresarial de las familias Murray y Simán.
Sin lugar a dudas es una buena noticia para nuestro país. Los miles de empleos que se generaron en la etapa de construcción de la infraestructura y los cientos que se crean con los locales comerciales no son nada despreciables en momentos en que otras empresas, como consecuencia de la crisis, despiden trabajadores.
Además la inauguración de esta nueva etapa del centro comercial, demuestra que no se necesita estar loco para invertir en el país, como lo aseguró hace varios meses otro empresario que es presidente de ARENA, principal partido de oposición. Aunque se puede alegar que la construcción de esta etapa ya había iniciado cuando tomó posesión el actual Presidente, la obra pudo haberse suspendido, lo cual evidentemente no ocurrió.
Los empleos que se generarán en los negocios recién inaugurados no son de buena calidad. Todos sabemos de los bajos salarios, de las largas jornadas diarias de trabajo superiores a las ocho horas que establece la ley, del maltrato de algunos jefes y empresarios para con los trabajadores. Este es un problema generalizado en el país, que se manifiesta en todas las áreas de la actividad económica y para ello se necesita leyes más eficientes y un rol más dinámico del Ministerio de Trabajo para comenzar a cambiar esta situación.
Otro elemento que me llama la atención es que esta nueva obra ha sido inversión nacional. En un momento en que los grandes consorcios internacionales han acaparado la primera línea de acumulación de la ganancia en la economía salvadoreña, encontramos empresarios salvadoreños grandes, que invierten en forma importante en el comercio que constituye una segunda línea de acumulación de nuestra economía.
Muchos señalan con justicia, que la excesiva inversión en el comercio promueve el consumismo, tiene escaso efecto benéfico sobre la actividad productiva nacional y en nuestro caso termina siendo un factor de acaparamiento de los dólares de las remesas familiares. Estoy de acuerdo en lo anterior. Pero ello no debe llevarnos a considerar negativo el esfuerzo que se ha desarrollado.
Lo que se debe hacer es impulsar el desarrollo de la actividad productiva, especialmente en la agricultura y la industria nacional. En estos momentos hay un importante esfuerzo que se desarrolla desde el Ministerio de Economía y desde el Gabinete Económico para promover y potenciar estas actividades, especialmente con la mediana, pequeña y micro empresa. En la medida en que estas áreas productivas de la economía reporten rentabilidad, serán susceptibles de desarrollo. En esto el Estado juega un importante rol.
Finalmente, felicitar el esfuerzo empresarial desarrollado en la ampliación de Plaza Mundo. Es un ejemplo que muchos empresarios deben imitar. Invertir en El Salvador tiene sentido.
Ayutuxtepeque, jueves, 21 de octubre de 2010.
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