FILOSOFIA PIPIL – 2o. Pilar la Tierra – 3a. Parte

(Es el esposo quien ahora habla).

Uan necílik* ne pále, ga maníau niktému, ásta kan nigási, uan niaxki niktemúa, ásta nigásik. El Padre me dijo, debo buscarla- (La cabeza de la mujer), hasta que la encuentre. Entonces fui a buscarla, hasta encontrarla.
Kan nigásik, niáxki niknauatía ne pále. Uan necilik, ga maniktúga; uan kan kiktúgak, manikpúpu, manikuicpána. Salí a decírselo al Padre. Me dijo, que la debía de enterrar; pero que primero, debía de barrer y limpiar bien la fosa.
Uan maníau, múci ne tuxtúnal maníau nitacías. uán kan nigida taxtatkáya, maniknauáti ne pále. Además, debería de ir todos los días a ver qué sucedía. Si observaba alguna cosa rara, que debería decírselo.
Uan kan nigídak, tagátki se uaxkalcin. niçaxki niknauatía ne pále; uan necílik, manikpacíua téi yugísa. Sin darme cuenta. ya había crecido un arbolito de morro. Inmediatamente corrí a decírselo al Padre; y él me dijo, que continuara observando (para ver que saldría de todo esto.
Uan ueitíak, yáxki ciúpi, ueitíak, yáxki, giciúki se sucítin. Kuagúni miáxi niknauatía ne pále; uan necílik, ga maneninémi niupaciuía. El arbolito creció, se ensanchó, siguió creciendo, hasta florecer. Esto se lo dije al Padre; él me contestó, que continuara observándolo.
Uan ueitíak ne uáxkal; uán kan cikauáyak, Kuagúni tsayánik, kan tsayánik, nigída kumúni ixtik, uan niaxki niknaauatía ne pále; uan necílik, manikpaciui tei yugísa. Su fruto creció; maduró y reventó. Al reventarse vi adentro, como se movían. Presto, fui a decírselo al Padre; me dijo, continúa observando a ver qué sale de todo esto.
Uan péxki nigída kanné tsayántuk, mákak nigída uan péxki nigida, ga kumúnit. Uan nakak nigída, ga múci pipilcicín. Lo primero que hice fue ver, por donde se había reventado el morro, y volví a ver como se movían (en texto nahuat habla en plural). Vi también que eran muchachos.
Kuagúni niaxki niknauatía ne pále, Kuagúni necílik, manígísa tik tekcan, niktaxtáni kuexkuecpálacicin. Enseguida fui a decírselo al Padre. Me indicó, que fuera a la aldea, y que pidiera pedacitos de trapos.
Uan múci teiné uétsit-yáuit, niginpexpéna uan niginkímilúa. *Kan támik sínit, niginguígak ga nú can. Regresé al lugar y todas las semillas, que poco a poco caían, las recogía y las vestía.(Los muchachos igual caen a la tierra como la semilla del fruto maduro). *Después de que todos cayeron, me los llevé a mi choza.
Uan ne tágat gipía-túya i nan, yáxa gimpaciuía ne kukúnet; uan nemá ueitíat-yáxket. El hombre tenía una madre, quien cuidó a los pequeños; ellos luego crecieron.
Uan kan péxket tákuat, yáxket giyaualúat ne kúxtán: múci ni tapeuilcín, ti gipía ne kúxtan, múci gitskixket, kan musentepéuat. Cuando empezaron a comer, salieron a rodear la montaña: Todo lo que en la selva tenía vida lo cazaban, entregándoselo siempre, a la madre de crianza.(su abuela)
Yáuit-gátka gimát in nóya, pal magimána tik se kúmit. nemíket tákuat ne kukúnet: ísel nákat gíkuat-gátka. Para que lo cociera en una olla. así los pequeños se acostumbraron a comer: solo carne.

 

3. Los muchachos de la lluvia y el gigante.

Mas adelante se relata que llegó un Gigante a convivir con la Abuela y éste se comía lo que los muchachos de la lluvia cazaban en el bosque cuando estos llegaban cansados con el producto de su cacería, se acostaban a dormir, el gigante "de gruesos labios" se lo comía todo y luego les untaba en la boca el jugo sobrante y cuando estos se despiertan al día siguiente hambrientos y le piden de comer a la abuela, esta les dice que ya comieron.

Ellos preguntan entonces porqué tienen hambre entonces, y ella les dice simplemente:

"sigencágan!": Averígüenlo pues!..

Ellos se miran las señas de comida en su boca y no pueden salir de su asombro, pues creen haber comido y recordarlo, pero el mas pequeño: "ne Cixín" les dice :

"Melémet!": Tontos!

Y les explica lo sucedido, los demás indignados deciden matarlo y le ponen una trampa.

Lo matan de una forma similar a Zipacná.. (recuerden el Popol-Vuh, el Gigante muerto por Hunapuh y Xbalanque, solo que estas son historias auténticamente PIPILES).

4. La Migración de los muchachos de la lluvia.

Luego le cortan el cipote..digo la paloma… bueno el pene y se lo dan a comer a la Abuela quien lo fríe y lo mastica sintiéndolo duro y ellos luego se burlan de ella y la increpan diciéndole que ya no la necesitan mas después de lo que les hizo, al final ella fastidiada pero no molesta les dice:

Kuagúni ínak ne lamácin: "tágat! ixkiúni angíciutíuit? Palté anmukuépat angicíuat!"

Entonces dijo la vieja: "Hombre! Así lo han hecho? Que no lo vuelvan hacer!"

Luego ellos se van…..

El texto es humorístico, posiblemente alguien lo encontrará de mal gusto pero recuerden que estamos hablando de otra cultura diferente y los patrones de lo que es políticamente correcto y lo que no lo es son totalmente diferentes a los nuestros.

Tomen muy en cuenta que todavía estamos hablando del segundo pilar de la Filosofía pipil: La tierra. Los textos aparentemente no tienen una connotación profundamente filosófica, son mas bien cuentos que relatan la relación de los indios con su entorno y la forma en como ellos ven a las diferentes deidades. Hemos hablado del Fruto, de la tierra y al terminar este tópico pasaremos al agua para llegar por ultimo a los astros que tenían gran significado para los indios de toda América… es decir……….Tenemos material para varios artículos mas … así que no se alegren.. éste calvario sigue.

Próximamente seguiremos con El Hallazgo del Maíz

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