Estrategia electoral y encuestas políticas (Primera parte)

Este comentario está dividido en dos partes. En la primera, se busca una explicación de cuáles son los objetivos de la participación electoral de las principales fuerzas en contienda y cuál es su diseño estratégico primario. En la segunda parte, se explica como algunas encuestas, que han dejado de ser instrumentos serios de medición de popularidad electoral y se han convertidos en instrumentos de propaganda electoral, juegan en el esquema del diseño estratégico primario.

Primera parte:

Todo partido político que participa en una elección define con anterioridad el o los objetivos que pretende lograr, además elabora un diseño genérico de estrategia para conseguirlo. Estas son dos premisas básicas que anteceden la decisión misma de participar. En la marcha, el objetivo o el diseño básico de estrategia pueden variar, según las circunstancias, ya que una cosa es planear sobre un escritorio y otra cosa es la práctica concreta.

Para el caso de las actuales elecciones presidenciales, es importante tener en cuenta lo anterior pues de ello depende que hagamos correctos análisis de lo que realmente sucede y no caigamos en las trampas de imagen que toda contienda electoral genera. Tener claridad en los objetivos y  el diseño genérico de la estrategia electoral es clave para poder entender el porqué de ciertas acciones, de ciertos discursos y de los mensajes políticos que en forma subliminal, pretenden influenciar nuestra voluntad.

De las cinco formulas presidenciales, que han manifestado su interés en participar y que están en campaña, desde antes que iniciara el plazo legal de propaganda, es evidente que tres  de ellas tienen como objetivo ganar la presidencia de la Republica. Las restantes dos, son partidos de reciente fundación cuyo objetivo es darse a conocer y poder medir, sin el riesgo de desaparecer, cual podría ser su caudal electoral.

Las tres primeras fuerzas son las que más interesan para los efectos de este comentario, por su capacidad de desarrollo organizacional territorial, sus posibilidades de obtención recursos materiales o financieros y de profesionalidad en el manejo de las contiendas electorales.

El partido ARENA, va por primera vez en veinte años a una elección presidencial estando en la oposición. Además, después de un proceso largo de divisiones y conflictos internos. ARENA sabe que por la existencia de tres fuerzas, que con peso disputan la Presidencia y por su situación interna, no puede ganar la presidencia en la primera elección. Por tanto su diseño estratégico general contempla estar presente en la segunda vuelta (o segunda elección, que sería más correcto). Para ARENA el mejor escenario de segunda vuelta es: llegar como la fuerza más votada en la primera elección; con la fuerza de izquierda como contrincante y en segundo lugar; y, con la otra fuerza electoral de derecha, que nació como consecuencia de su división, lo más disminuida posible. ARENA considera que este escenario les permitiría ganar en segunda vuelta con más facilidad. En ese momento cambiarían a una estrategia de polarización total del país. La vieja e histórica confrontación entre la derecha y la izquierda.

El partido FMLN, va por primera vez en su historia a elecciones presidenciales como partido en el gobierno. Si bien ganó las elecciones en el 2009, el candidato presidencial no era miembro de su instituto político y no ha hecho, en estricto sentido, un gobierno de partido. El FMLN no ha sufrido divisiones internas graves en los últimos cinco años. Además cuenta con la ventaja de la existencia de un fuerte aparato empresarial surgido en torno al petróleo venezolano, que le da acceso a importantes recursos financieros y a usufructuar beneficios de la política social que desarrolla ese aparato empresarial. Para el FMLN el diseño estratégico electoral contempla el esfuerzo supremo por ganar la presidencia en primera vuelta. Consideran que en una segunda vuelta la situación es complicada contra cualquiera de los dos contendientes de la derecha. El presentar una fórmula de candidatos venidos de las entrañas partidarias, no les permiten la ampliación de su voto en una segunda vuelta; ampliación que fue la clave de la victoria de 2009.

Por tanto para el FMLN es vital obtener el cincuenta por ciento más uno de todos los votos válidos de la primera elección. Esto los lleva a desarrollar un enorme esfuerzo que deben mantener hasta el día de la primera elección.

La coalición UNIDAD, es el resultado de la alianza de tres partidos políticos, dos de ellos de larga y tradicional trayectoria y un tercero surgido de la división de ARENA a partir del 2009. Su mayor activo es la figura del ex presidente Saca que con habilidad ha mantenido un alto índice de popularidad a lo largo de varios años. UNIDAD es la fuerza que rompe el esquema bipartidista que se impuso en las elecciones del 2009 y son el factor que puede llevar al país a la segunda elección. Para unidad, su diseño estratégico busca asegurarse su presencia en la segunda vuelta. En este caso, tienen la mayor posibilidad de obtener la victoria electoral, dada la capacidad de diálogo y establecer acuerdos de su candidato presidencial.

Para la coalición UNIDAD el esfuerzo se desarrolla en dos momentos. Hasta la primera elección deben lograr el mayor desarrollo que se traduzca en una votación que los ubique en la segunda elección. Luego armar un entramado de alianzas, muchas de ellas programáticas, para ampliar aún más su votación en la segunda oportunidad.

Como se señala al inicio, estos diseños no son estáticos, pues se confrontan diariamente entre ellos en la competencia electoral e interactúan en una realidad nacional, muy dinámica.

 

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