Esperando lo inesperado, Nayib presidente.

Las encuestas daban como favorito a la candidatura de Nayib sobre sus opositores, incluso las últimas encuestas permitidas por la ley electoral Salvadoreña pronosticaban la victoria en primera vuelta, a pesar de ello existía cierta duda (para todo aquel que no fuera “Nayiliber”) ya antes las encuestas han dado resultados sesgados, en la anterior campaña donde salió presidente Sánchez Cerén en la primera vuelta sin llegar al porcentaje requerido, este le gano a su rival Norman Quijano con cierta facilidad, pero en la segunda vuelta el candidato arenero tuvo una “remontada” a pesar de los pronósticos, que casi empata aunque finalmente perdió. Supongo que en estas elecciones se esperaba cuando menos que Nayib como Callejas pudieran competir en segunda vuelta.

La propaganda electoral no presentó mayor diferencia con las desarrolladas en otros años, la salvedad fue que Callejas nos evitó sufrir el tan manido himno arenero, un detalle que hay que agradecerle. Lo interesante fue el papel de la gran prensa escrita “la prensa seria”, percibiendo que el colapso del frente nutrían al candidato de gana, en esta ocasión presentó un seguimiento condescendiente y hasta promocionando al candidato del frente, con la idea obvia que si levantamos a este le restará votos a Nayib, y realizó una descarada promoción de su candidato (ver Calleja, el rey de las portadas de los dos grandes periódicos) nada fuera de lo común. A pesar de ello la realidad se impuso y ahora tenemos nuevo presidente en primera vuelta, sin embargo esto deja muchas inquietudes.

El caso del frente es el más patético, de ser un gran partido que aglutinó grandes esperanzas de muchos a quedado reducido a la irrelevancia, por suerte para ellos esta fue elección presidencial y no de diputados por lo que aún conservan la segunda fuerza en la asamblea legislativa, bastante reducida por cierto. El problema con el frente es su dirigencia, ya lo hemos señalado en otras ocasiones (en muchas diría yo), mantener el poder por parte de una cúpula que promovió el clientelismo y cada vez se fue alejando de sus propias bases, ellos saben que por otros medios difícilmente lograran el estatus económico del que están gozando gracias a la cosa publica, aun cuando muchos de estos funcionarios han tenido una desastrosa gestión por no decir corrupta, nepotismo y en fin todos los vicios de los anteriores gobiernos de la derecha.

Ceder el poder de las estructuras de mando del partido los volverá vulnerables perder la inmunidad les puede acarrear problemas con la justicia. Preferirían llevar al partido a la nimiedad e irrelevancia, convertirlo en otro apéndice parasitario que pueda negociar migajas de poder con los cada vez menos diputados que logren alcanzar.

Hay que reconocer que el Fmln es el principal partido de izquierda en el país y si este realmente quiere resurgir para ocupar el papel que debería tener en la historia tendrá que cambiar, pero este cambio no vendrá de la cúpula, tiene que surgir de abajo hacia arriba, desde sus propias bases con nuevos dirigentes que no estén contaminado con la vieja estructura (se vale soñar). En todo caso por el momento sus dirigentes han anunciado que convocarán a elecciones anticipadas para renovar la comisión política, aunque queda la expectativa de quien va a dirigir esas elecciones, si habrá una apertura audaz o por el contrario cambiar para no cambiar.

Arena es el otro gran perdedor, este fracaso va a tener un efecto tectónico en la derecha del país, cuyo mito de la unidad granítica de ha resquebrajado, se alzan cada vez más voces dentro de ese gremio pidiendo cambios “profundos”. La corrupción no comenzó con Antonio Saca, ni con Funes, esta lacra viene de décadas, donde los distintos gobernantes han hecho de la cosa pública toda una fiesta de corrupción y enriquecimiento ilícito a todo nivel, los gobiernos areneros permitieron que la delincuencia creciera hasta llegar a ser casi incontrolable, siguiendo el dicho “si la vida te da limones, has limonada” lo convirtieron en “si la vida te da delincuencia, vende protección” fue en los gobiernos areneros donde surgió un ejército de seguridad privada mayor que la seguridad pública uno de los negocios más rentables.

La euforia del triunfo en las pasadas elecciones legislativas se apagó de golpe, ya lo decíamos, en esa ocasión ganaron porque tuvieron menos perdida de voto duro, hoy perdieron porque perdieron más voto duro. Igualmente que su principal antagonista muchos han pedido renovación de sus cuadros directivos, aunque en arena es más fácil, ya tienen experiencia en “gerenciar la derrota”, aunque tercer fracaso consecutivo les va a ser más difícil.

En cuanto al electo presidente no le será tan fácil gobernar; principalmente porque no tiene partido en que apoyarse o más precisamente carece de partido en la asamblea por lo que tendrá que depender enteramente de los que se encuentran actualmente en ese foro legislativo. Su principal apoyo, sin duda será quienes lo llevaron al poder, eso implica que trabajará con gente cuestionada y señalada por actos corrupción, otro partido que haciendo gala de su incuestionable pragmatismo es el Pcn, cuyos dirigentes sin duda se dieron cuenta que se equivocaron de caballo, apostando por el segundo en la carrera y se han puesto enteramente a la disposición del futuro presidente (negociaciones previas, por supuesto), incluso en Arena se escuchan voces de rebelión e independencia (sino pregúntenle a Milena “su amiga”), no sería raro que en estos momentos la misma dirigencia roja esté negociando cuotas de poder con “el traidor”, entendamos una cosa es la competición electoral donde se dicen de todo y otra es la realidad cuando se reúnen comen del mismo plato y brindan a su salud.

Otro gran perdedor que ya mencioné es “la prensa seria” (la prensa gráfica, el diablo de hoy y otros) el peor trago amargo que han tenido que encajar es que dejaron de ser instrumentos de manipulación eficaz, han perdido la confianza de gran parte de la población, esto es grave porque su existencia depende de sus ventas, si estas se reducen, pues tendrán serios problemas. Otros perdedores como ya ha sido mencionado en diversa parte son los “tanques de pensamiento” y muchos “comentólogos” que pululan en los diversos medios de comunicación cuya credibilidad queda entredicha.

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