El Yo en cuanto Otros

yo

La realidad se  nos sale de nosotros mismos cuando intentamos captar el problema de lo que me es mas cercano: el projimo.

Por medio de mi mismo yo me encuentro en la realidad, pero en ella estoy de alguna manera como a la intemperie, como arrojado a la realidad de ser uno mas en el mundo como decia Heidegger.

Pero este no es el problema radical, lo que cuenta es el otro que no soy yo.

Es lo propio de la huida del idealismo en que todo se centra en un "cogito", en un mero ser pensante, al cual no le cabe la duda de que piensa.

En realidad dudar que se duda sería un especie de "extrañamiento" porque la duda solo puede estar en la circunstancia misma de ser un ser que ha realizado una operación "cogitativa", pensante.

Es el nacimiento del "Yo" en tanto conciencia subjetiva. Hay aqui una especie de conciencia de lo racional como real que afirmara Hegel.

Esto es el culmen de la conciencia ensimismada.

No obstante que Hegel  nos advirtio la relación de los objetos en cuanto tales en la relación amo-esclavo, de nuevo aqui hay un extrañamiento propio de la via idealista: el objeto somos nosotros mismos.

Hay que responder mas claro que es lo que me es dado conocer, en un primer momento diríamos que los otros en cuanto parte del mundo, por su mismo caracter de realidad linguistica o real a lo cual muy llanamente podríamos llamar material.

Este materialismo o realismo según la operación mental que realicemos en nuestros sentidos o cerebro se decanta por un empirismo de lo dado. Lo dado ante nuestros ojos, lo dado a  las manos, la erótica de los cuerpos; en todo ello interviene el sujeto.

No puede haber yo sin otros. Este problema es de unas consecuencias imponderables para la vida.

Porque habría que preguntarse. En primer lugar porque como decía  Aristóteles: somos ciertamente animales sociales o "zoon politikon". Y esto es lo que crea problemas.

Para vivir tenemos que relacionarnos y encarar con nuestras manos a la naturaleza para arrancarle el sustento. Esa ha sido la batalla de la humanidad en toda su historia.

Lo cual nos lleva a lo anteriormente mencionado, al propio desconocimiento del otro y también a su propia afirmación.

La explotación del hombre por el hombre tiene su base en la propia historia afirmada y negada tal como lo intuyo Marx, aún cuando sus fuentes ya estan en el pensamiento Kantiano sobre la pregunta fundamental de toda filosofía:

¿Qué es el hombre?.

Yo solo puedo afirmarme en cuanto reconozco en el otro su humanidad, en cuanto reconozco al ser humano como próximo, al cual Jesucristo mando a amarle sin condiciones. Ahi entran las verdaderas dificultades de nuestra naturaleza en parte animal y en parte divina.

El estar dotados de alma, según las grandes tradiciones religiosas nos hace inmortales, pero tenemos la otra naturaleza: la animal que no niega a Dios, sino todo lo contrario lo pone por encima de nuestra misma evolución.

En la realidad animal sucumbimos por la naturaleza misma de lo divino, no son cosas contrapuestas.

El hecho que matemos, que tengamos excesos sexuales que lleven a una sobrepoblación y asimismo a acabar con los recursos de la tierra o planeta que habitamos, no es sino una una confirmación de todo lo que hemos venido tratando que el yo ya esta por si mismo incrustado en los otros, que no podemos negar la realidad de que vivimos de espaldas a la realidad.

Cuando tratamos de negarle la vida al otro es que nosotros mismos nos las estamos negando como humanidad por eso se dan todos los asesinatos, las guerras, los ardides, las negaciones de libertad y todas esas artes en que que son expertos los políticos los militares y los cuatreros.

Por eso no nos cansamos de vivir en pie de guerra contra el Otro contra el Yo mismo.   

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