El puerto de La Union. Algunas reflexiones.

 

Puerto de la Unión

Puerto de la Unión

Durante los últimos meses del gobierno de Saca, el puerto de La Unión fue un tema recurrente de debate público. Nos hicieron creer que todo estaba listo, que lo único que faltaba era que los diputados se pusieran de acuerdo en los montos de una concesión. Si se usaba la fórmula 90/10 a favor del concesionario o se le daba mayor participación al Estado salvadoreño, era el punto central del debate.

 

 Nos vendieron la idea que teníamos un puerto modernísimo, completamente terminado y listo. Que había grandes empresas especialistas en mover carga por vía marítima a nivel mundial que tenían interés en dicho puerto. Todo el problema era que los diputados no se ponían de acuerdo en los porcentajes. La ex vicepresidenta de la República, lo tomó como tema de cruzada y clamaba en todos los medios de comunicación que cada día que pasaba el país perdía mucho dinero y grandes oportunidades.


Todo esto…Todavía no funciona…
Ni lo verá funcionar usted…

Pero al llegar el nuevo gobierno, el Presidente de CEPA nos informa que las cosas no son tan sencillas. Que la realidad del puerto es mucho más complicada de lo que parece.

Para empezar el puerto se diseñó en los años de gran bonanza económica mundial, donde las economías y los mercados crecían todos los días en Wall Strett. Eran los días en que millones de toneladas de mercancías se movían por el mundo, especialmente hacia los EUA, donde los consumidores compraban todo y en grandes cantidades.

Ahora, en estos tiempos de crisis económica mundial, la realidad ha variado. La carga que llega al puerto de Acajutla, ha disminuido en un 40% en relación al año pasado.

Cuando se diseñó el Puerto de La Unión, hace más de una década, los estudios señalaban que los barcos Post Panamá serían en el futuro el medio más importante de transporte de carga marítima. Por su tamaño estos grandes barcos no pueden pasar por el Canal de Panamá, por lo cual buscan puertos cercanos donde puedan descargar mercadería para ser trasladada por tierra al otro océano.

Pero ahora Panamá está trabajando un mega proyecto para ampliar su canal y en el 2014 estará listo para recibir estos nuevos barcos. Por lo cual muchos puertos perderán clientes.

Simplemente nos tardamos tanto en construir el Puerto, que cuando lo inauguremos ya tendrá algo de obsolescencia.

Y aquí podrán parquearse los cayucos…

Además se ha señalado que el puerto tiene algunos problemas técnicos de construcción y equipamiento. Entre ellos se habla que el dragado no es suficiente para barcos de gran calado. Que no hay grúas para bajar la carga, y que al igual que Acajutla, los contenedores se bajarían a tierra usando las grúas de los barcos.

También ha salido a la luz pública que el problema con los posibles concesionarios no es solo el porcentaje. Ellos tienen muchas observaciones al proyecto de ley que el anterior Ejecutivo presentó a la Asamblea Legislativa. Son más de treinta artículos observados por los empresarios. Esto obliga en la realidad a rediseñar una nueva ley que tome en cuenta estas observaciones siempre que sean pertinentes.

Por todo ello en las últimas semanas el debate sobre el puerto adquirió un nuevo giro. Ahora el tema se ha comenzado a abordar con más seriedad, menos ideología y sin intereses electorales de por medio. Es necesario reconocer la actitud positiva del gobierno de poner la información necesaria para enriquecer el debate y la toma de decisiones. Además lo ha hecho sin revanchismos hacia el gobierno anterior, para no enturbiar innecesariamente el clima de discusión.

Un debate serio debe concluir con decisiones para el futuro del puerto en el corto, mediano y largo plazo. El debate debe ser integral  y no seccionado. Hablar de traer grúas usadas de Miami solo tiene sentido en el marco de una visión integral. Tomar decisiones sobre el corto plazo es fundamental, para no desperdiciar tiempo valioso, pero siempre que este no comprometa el mediano y largo plazo.

Es importante combinar los intereses de los concesionarios internacionales con el capital local y el desarrollo social. Una visión ortodoxa nos diría que esto no es posible, pero en el mundo actual hay nuevas y novedosas formas de enfrentar estas complejas situaciones buscando que todos los sectores ganen.

Además sería un buen comienzo para abordar los temas estratégicos, con un nuevo signo. El país necesita acuerdos concertados en temas claves, el del puerto de La Unión, es sin duda, uno de ellos.

Ayutuxtepeque, miércoles, 12 de agosto de 2009.

 

 

 

 

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