El paraíso salvadoreño de las chiquillas “piperas”

Hace unos cuatro o cinco años tenía un cliente que era una empresa y sus oficinas estaban ubicadas en la calle cinco de noviembre cerca del Banco Agrícola de Familia.

El contador de esta empresa es un buen amigo mío que para decirlo en palabras de Tarantino: «es un canalla pero de ninguna manera un Cabrón», es decir dentro de su afinidad por lo ilegal y lo reñido con la moral y buenas costumbres, tiene un código de honor y de ética que ya quisieran nuestros flamantes diputados del PCN pero volviendo al tema, luego de la visita técnica que yo hacía en la empresa, nos quedábamos un rato platicando y tomando una cerveza en el jardincito de la calle que se aislaba por un muro de media altura.

Exactamente platicábamos en la esquina y ese lugar es aún a estas alturas punto de reunión de prostitutas y dentro de ellas existe una categoría que son eran las mas jovencitas que en aquel entonces denominaban «Peseteras», porque tenían una característica común: Todas estaban «atrapadas» por el Crack, otro apodo con que eran denominadas era el de «piperas».

Como todos saben, el crack es un derivado de la cocaína resultado de una mezcla de esta droga con bicarbonato de sodio, por lo que su elaboración y venta resulta mas beneficiosa económicamente que la cocaína pura ya que el resultado final son unas «piedras» blancas producto de la cristalización de la mezcla resultando que con un gramo de cocaína se pueden hacer muchas piedras de crack y el precio de cada «piedrita» era entonces de 25 colones (unos tres dólares) , desde finales de los 80’s se convierte en una lacra para nuestra sociedad.

http://es.wikipedia.org/wiki/Crack_(droga)

Las «peseteras» o «piperas» en este caso son prostitutas que ejercen el oficio no como solamente como fuente de ingresos sino con el único y exclusivo objeto de obtener los 25 colones que costaba entonces la piedra de Crack, que se fumaban en una pipita de vidrio, con ayuda de un encendedor. Les llamaban así puesto que ellas no regateaban el precio de sus servicios sino que en su desesperación aceptaban cualquier cantidad para lograr reunir lo suficiente para completar «la peseta» o sea los 25 colones y poder comprar su siguiente piedra, la cual adquirían según ellas decían en una casa-mesón que está por el costado oriente del mercado San Miguelito, una zona altamente peligrosa y que la mayoría de nuestros lectores y lectoras, nunca han transitado a pie.

Generalmente no llegan a 20 años ya que es raro que sobrevivan mucho tiempo al crack.

Algunas veces, se encontraban en la equina dos o mas prostitutas y en medio de estas algunas «peseteras» o a veces solo estaban de estas últimas y siempre que nos veían se nos acercaban a pedirnos «un(a) vara» y como mi amigo era muy conocido de ellas por pasar ahí todo el tiempo en algunos casos entablamos plática.

Todas ellas estaban cargadas de historias crueles de abandono familiar, de violaciones, de secuestros, etc., Una de ellas nos contaba que se la había traído como «muchacha» o empleada doméstica un «abogado» que vive por el costado Poniente del Banco Agrícola de Familia, el tipo vive o vivía solo y en cuanto llegó a su casa con la chica que por entonces tenía como 12 años, la violó y luego siguió abusando de ella por mucho tiempo y al parecer tenía dos o mas chicas en el mismo estado, las inducía en el vicio y una vez atrapadas por el Crack las mantenía ligadas a él por la comida y las piedras que les suministraba, con el tiempo las dejaba salir sabiendo que no podrían escaparse de sus manos y el se iba a «trabajar» en su honorable empleo, mientras ellas durante el día deambulaban por la zona buscando como conseguir lo suficiente para su «piedrita», para entonces la niña que nos contaba esta historia tendría unos 14 o 15 años pero seguía pareciendo una muchachita de 12 por la desnutrición y los estragos que la droga hacía en su cuerpo.

Otras eran explotadas por Proxenetas miembros de maras o por otras personas y de este modo pude darme cuenta de muchas historias, a cual mas terrible y miserable.

Siempre nos pedían un vara (un colón) o algo para comer, algunas veces mejor les comprábamos panes en un chalet cercano porque el dinero invariablemente sería destinado para las «piedras».

En una ocasión vi como se fumaban una piedra, metiéndola en la punta de la pipita de vidrio y quemándola con un encendedor mientras aspiraban los gases mezclados con hollín que despedía el Crack.

Inmediatamente les entra un estado de Paranoia, desencajan la vista y miran asustadas de un lado a otro, asustándose de sombras y que se yo de que mas cosas que podrán ver en ese momento de alucinación, es algo realmente terrible.
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Poco podíamos hacer nosotros, con mi amigo una vez llamamos a la procuraduría diciendo que deambulaban chicas menores de edad sin el menor resultado y mas de alguna vez intentamos hacerlas entender que se estaban matando, pero:

– ¿Y que? respondían

– Ya estamos muertas… nos dijo una vez una de ellas.

No tenían a quien acudir, no podíamos hacer nada mas que aliviar su hambre, pero aún eso las volvía mas dependientes, cabe señalar que yo llegaba a pie por esa zona y nunca fui asaltado ni amenazado, a pesar de que es una zona muy peligrosa, pues abundaban drogadictos, prostitutas y mareros, pero aún dentro de este bajo mundo existe un código de respeto hacia el conocido, lógicamente nunca andaba nada de valor, solo unos cuantos billetes por si me encontraba algún desesperado e intoxicado ladrón.

Los organismos de protección al menor oficiales no las toman en cuenta, pues las consideran insalvables, algunas de ellas habían sido alguna vez tratadas de rescatar por instituciones como «el buen pastor» u otras, pero casi siempre recaían en el vicio y en la prostitución.

Esos eran y siguen siendo los «Sórdidos arrabales, donde bajan los dioses sin ser vistos» que menciona Serrat en una de sus canciones. Tengo años de no pasar a pie por ese lugar, la empresa que visitaba se fue de ahí, mi amigo hoy trabaja en otro lado y tengo varios años de no verlo, pero en las esquinas siguen deambulando como pequeños espectros los fantasmas de estas chiquillas víctimas de nuestra sociedad, supongo que las que yo conocí ya están muertas o en el último estado de agonía, vidas que serán truncada a los 17 años, y que nunca entenderán porque hay que preocuparse por el desastre de las AFP o por los niños del Líbano, seres para los que INTERNET no significa ni mierda ni ellos significan nada para nadie porque dejaron de existir como seres humanos.

Por cierto, hace poco visité un sitio Web que muestra las imágenes de la pobreza de Cuba y de la prostitución existente en ese «repugnante país socialista» como si en nuestros respectivos países no hubiera una miseria aún mas profunda y un problema social peor que el de la sociedad cubana, pero en fin el pensamiento que nos han sembrado durante años y años de propaganda masiva es que Cuba es mala y pobre por tener un «gobierno comunista» y que en nuestros libres y democráticos países, los pobres y miserables de seguro lo son por ser «comunistas» también, porque Diosito Lindo no ama a los comunistas ateos y los castiga con la pobreza.

A propósito, creo que lo anterior resume en forma exacta el pensamiento del Editorialista del Diario de Hoy.

No pude encontrar el sitio en cuestión pero como este tipo de propaganda anti Castro abunda les dejo este:

http://www.medjugorjeseko.org/humorcubano/fotosdecuba2.html

Como pueden ver, eso no se compara con nuestros bonitos, modernos e «hiper-super-excelentes» Mega Centros Comerciales con cafés al aire libre, para sentirnos como en Paris o en Buenos Aires….no ahí no… porque hablan español, Fuchi!….decía …como en Londres…etc. Pero tal parece que los cinturones de miseria «no existen» en San Salvador, o por lo menos quienes hablan del «Infierno Cubano» aparentemente ignoran su existencia.

Vean las fotos niños y niñas para que se «asusten» de lo que puede llegar convertirse El Salvador si ganan los rojos, y no permitan que las «peseteras», ni los huelepega, ni los mareros ni el resto de los miserables de nuestra amada nación sufran el «infierno» cubano, porque por ahora «viven en el paraíso»…..del Crack…de la pega…de la mara, de la miseria…..Que Dios los cuide y los mantenga a ustedes, los de la ciudad bonita, dentro de la burbuja y libres de las infernales ideas socialistas …..amen

Para el resto de nosotros, como dice Roque:

«…Usted sabe:
me quedan algunos meses de vida.
Los elegidos de los dioses
seguimos estando a la izquierda del corazón.
Debidamente condenados como herejes. ….» (R.D)

Post Scriptum

La prostitución en El Salvador, ejercida en forma permanente u ocasional ha alcanzado elevadísimos índices de proliferación y la edad promedio de las prostitutas a descendido en forma alarmante, no creo que se lleve ningún censo sobre la cantidad de prostitutas a tiempo completo o a medio tiempo, pero los antros de prostitución rebosan de jovencitas y aunque esta es combatida en forma oficia, es promovida y practicada en las «altas» esferas económicas del país.

De hecho no en balde es la frase chapina de que: «todas las putas de Guate son guanacas».

Ahora como se plantea en el post de Ligia sobre las casas de lámina, los pobres que se resignan a serlo son candidatos a obtener la bondadosa, altruista y santificable caridad de los que tienen dinero y acallan su conciencia con una dádiva, pero los pobres que no se resignan y protestan son Terroristas, Comunistas enemigos de Dios y del actual y sagrado orden de cosas, no se merecen ni si quiera una Gorra de ARENA y mucho menos una CAMISETA con la imagen de Santo Roberto D’abuisson, patrono de los escuadrones….Apóstol de la Libertad y Mesías del Capital Salvadoreño, a quien Dios lo tenga en el cielo y a la derecha del Papa Juan Pablo II……y muy lejos de ese cura sospechoso…..Romero parece que era…….en fin la iglesia sabrá porque tiene gente en los dos bandos.

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