De naufragios, sobrevivientes y salvadoreños.

Hace ya varios años dos poetas salvadoreños escribieron, refiriéndose a sus compatriotas:

naufrago_salvador

«…Digan que somos lo que somos
un pueblo doloroso,
un pueblo analfabeto, desnutrido
y sin embargo fuerte
porque otro pueblo ya se habría muerto…» Oswaldo Escobar Velado

«…Patria idéntica a vos misma
pasan los años y no rejuveneces
deberían dar premios de resistencia por ser salvadoreño…» Roque Dalton

Desde siempre el Salvadoreño se ha considerado como un perfecto sobreviviente, por nuestras tierras pasan guerras, erupciones, terremotos, inundaciones, deslaves, terratenientes, maras, políticos, capitalistas liberales y todo tipo de tragedias y cataclismos, pero los salvadoreños resisten y sobreviven bajo un estoicismo que desconcierta, es una especie de alegre fatalismo que los hace ver las cosas y recibirlas apenas inmutándose, resistiendo más allá de los límites humanos.

Esa capacidad de supervivencia resulta inherente a nuestra esencia como pueblo, desde que nace se ve obligado a competir y a luchar por seguir adelante bajo condiciones adversas y a veces sin mas recursos que su ingenio y voluntad.

La nación y el mundo entero se conmocionaron con la increíble historia del náufrago salvadoreño que sobrevivió por 13 meses navegando durante mucho tiempo solo y a la deriva en el mar.

José Salvador Alvarenga, inmigrante salvadoreño que vivía y trabajaba bajo el nombre ficticio de Cirilo Vargas, como pescador en Chiapas, México desde hace casi 15 años, llegó y se quedó, tratando de alcanzar el sueño de muchos otros como él que huyen de la miseria, el desempleo y la delincuencia, buscando una mejor vida en los Estados Unidos, pero no pudo pasar la frontera y al final y logró integrarse a la comunidad mexicana como un pescador, trabajo que ya conocía en su tierra natal y un día de diciembre del 2012, zarpó en una pequeña embarcación de 7 metros de eslora junto a un compañero de 22 o 23 años llamado Ezequiel Córdoba a pescar tiburones en un viaje rutinario.

Durante su viaje fueron sorprendidos por una tormenta y quedaron a la deriva con el motor descompuesto, siendo arrastrados por corrientes marinas que los internaron a lo profundo del Océano Pacífico, alimentándose a base de peces y pájaros crudos, agua recolectada de las lluvias y sangre de tortuga cuando no tenía nada mas que beber, pero Ezequiel, el compañero de Salvador se negaba a comer carne cruda, y beber sangre debilitándose al extremo que murió a los 4 meses, según la versión de Alvarenga; luego de recorrer casi 12,000 kilómetros y 13 meses después, el náufrago fue rescatado cuando el barco reapareció en un arrecife cerca de Ebon, un remoto atolón de las Islas Marshall, de inmediato la noticia se hizo mundial.

viaje_salvador

Debido a lo increíble de la historia, sobre todo por el extenso tiempo que pasó en el mar, muchos han pensado que no es verídica, pero algunos hechos han confirmado parte de lo ocurrido, como el gobierno Mexicano, quienes confirman de la desaparición y búsqueda infructuosa de la nave de parte de las autoridades según lo dijo el embajador de México en Filipinas, Julio Camarena en una entrevista telefónica. “Sabemos que la compañía pesquera para la que trabajaba José Alvarenga presentó un parte de su desaparición frente a las autoridades mexicanas en noviembre de 2012, lo cual corrobora la historia del náufrago”

Por otro lado algunos medios investigaron, consultando con expertos y entre otros, la nación publica una entrevista con Claude Piantadosi, profesor de medicina de la Universidad Duke y autor del libro “The Biology of Human Survival” (La biología de la supervivencia humana) quien aclara la posibilidad de semejante travesía.
http://www.nacion.com/mundo/centroamerica/creible-historia-naufrago-salvadoreno_0_1395060583.html

¿Como pudo sobrevivir tanto tiempo solo y sin recursos? Algunos como Alberto Thoresen en El Faro, profundizan en interpretaciones filosóficas sobre el heroísmo explicado por Ortega y Gasset u otros autores, otros como el buen amigo Paolo Lüers que le dedica una de sus “cartas a”, se aferran a las mas pura “guanacia” para explicarlo.

Sobrevivir es la virtud ejemplar que caracteriza a los salvadoreños. Más bien: naufragar y sobrevivir. Más bien: naufragar, sobrevivir, y seguir jodiendo, de buen humor, con ánimo y filosofía… Este es el temple que guerras, pobreza, migración, dictaduras y malos gobiernos han impregnado al salvadoreño. Es como los salvadoreños se ven, con orgullo.

Pero todos estamos claros que el ser pobre, pescador y a eso sumarle el agravante de ser salvadoreño, parafraseando a Roque, ya le daba cierta ventaja para sobrevivir.

La reacción nacional ha sido entre el orgullo patrio y la chanza, el caricaturista Alecus lo refleja así:

caricatura_salvador_naufrago

Para Ruz, significó un respiro del cargado ambiente electorero que hemos estado viviendo:

caricatura2_salvador_naufrago

Seguramente ya aparecerán donaciones de parte de los dos partidos políticos y de sus candidatos, lo cual es bueno porque ayudan al hombre a pesar de la intención propagandística de dicha «ayuda».

Pero haciendo a un lado los intereses particulares de quienes se le acerquen, la aventura de este compatriota viene a confirmar lo que desde años atrás han venido cantando nuestros poetas y trovadores, lo que siempre hemos dicho en las trasnochadas conversaciones entre amigos y copas.

«No’mbre, siesque los salvadrueños somoj Cachimbones»

3 comments for “De naufragios, sobrevivientes y salvadoreños.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.