De chinos, comida y hambre.

La noticia de que China está comprando tierras agrícolas a Ucrania ha levantado toda una ola de especulaciones, temores y teorías de conspiración en torno a “la gran hambruna que se avecina”.

China «comprará» cerca de tres millones de hectáreas que son aproximadamente unos 29.000 kilómetros cuadrados de tierras cultivables en la región de Dnipropetrovsk en donde se instalarán granjas agrícolas que producirán cereales y ganado para el mercado chino.

La extensión de los terrenos abarcan casi el 9% de toda la tierra cultivable de Ucrania un tamaño mayor que el de nuestro país.
El acuerdo es por unos 2,600 millones de dólares mas «el préstamo» de unos 3,000 millones de dólares, que deberán ser invertidos para mejorar y modernizar las técnicas agrícolas de Ucrania.

A cambio de sus productos agrícolas, Ucrania recibirá semillas, equipos, una planta de fertilizantes y una planta para producir un agente de protección de cultivos. También China construirá una carretera en la República Autónoma de Crimea, en Ucrania, además de un enorme puente sobre el estrecho de Kerch.

Mientras unos hablan de un moderno colonialismo de saqueo de recursos de parte de los países ricos a los pobres, otros, más alarmados vaticinan que en un futuro próximo tendremos una escasez mundial de alimentos y que los países ricos se están preparando para cubrir las necesidades alimenticias a costa del hambre de los países pobres quienes ya no tendrán propiedad sobre sus tierras cultivables.

Ucrania siempre ha tenido una gran capacidad agrícola, en la antigua Rusia zarista era considerada el «Granero de los Zares» e igual papel desempeñó durante la época soviética, por otro lado China se acerca a los 1,400 millones de habitantes y con un poder adquisitivo cada vez mayor, la población china demanda mas y mejores alimentos.

«Debido al veloz crecimiento en la urbanización y a la cada vez mayor demanda de alimentos ha provocado que los precios internos de los cereales estén muy por encima de los precios mundiales», dice  Ding Li, investigador agrícola del organismo Consulting Anbound en Beijing.

Resulta estremecedor el hecho real de que los precios de los alimentos han aumentado porque la demanda es mayor que la oferta, a pesar de que en unos países existe un despilfarro grande porque la población, que tiene poder adquisitivo compra en exceso, mucho más de lo que que consumen, desperdiciando buena parte, pero este incremento del precio impacta profundamente en la población con menos poder adquisitivo que no puede darse el lujo de adquirirlos a los precios del mercado internacional.

Pocas naciones tercermundistas están preparadas para hacer auto sostenible su agricultura, los intereses económicos prevalecerán y preferirán vender caros sus productos al exterior que ofrecerlos a bajo precio para el consumo local, a menos que los gobiernos de estos países (como el nuestro) intervengan y hagan prevalecer la necesidad de su población sobre los intereses económicos.

Como sea se deben comenzar políticas de desarrollo agrícola, tenemos mucha tierra ociosa por falta de incentivo, exceso de delincuencia, raterismo, falta de seguridad y muchos factores más que nos vuelven un país dependiente de la producción de los vecinos, recuerdo que los agricultores (me refiero a terratenientes agricultores) tenían una Pegatina (Sticker), que ponían en sus vehículos, sin olvidarnos de aquel otro, oscuro y nefasto que hablaba de la patria y los curas.

“Es simple, sin agricultura, no hay comida”

Sin duda, una gran verdad, pero en nuestro muy particular caso salvadoreño le faltaba el complemento: “…Para vender…”

2 comments for “De chinos, comida y hambre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.