Algunas notas sobre el Estado Islámico

De Wikipedia:

El Estado Islámico (al-Dawla al-Isl?m?ya; EI por sus siglas en castellano, también IS por las inglesas), es un grupo terrorista insurgente, de naturaleza yihadista suní, autoproclamado califato, asentado en un amplio territorio de Irak y Siria controlado por radicales fieles a Abu Bakr al-Baghdadi, autoproclamado califa de todos los musulmanes. Técnicamente el grupo se organiza como un Estado no reconocido, controla de facto varias ciudades como Mosul, Faluyao Raqqa, siendo esta última considerada su capital.

Originalmente conocido como Yama’at al-Tawhid wal-Yihad, surgió como una organización terrorista próxima a Al Qaeda para hacer frente a la Invasión de Irak de 2003, siendo dirigida por Abu Musab al Zarqaui. Tras su muerte, el nuevo líder, Rashid al-Baghdadi, bajo la tutela de Osama bin Laden, se expandió por las gobernaciones de Ambar, Nínive, Kirkuk y en gran parte de Saladino, así como en menor medida Babilonia, Diala y Bagdad. Durante este tiempo se proclamó como Estado Islámico de Irak, y su cuartel general se encontraba en la ciudad de Baquba.

El Estado Islámico de Irak fue responsable de la muerte de miles de civiles iraquíes, así como de miembros del gobierno iraquí y sus aliados internacionales. Debido al apoyo militar de Estados Unidos al gobierno de Nuri al-Maliki, el grupo sufrió varios reveses, incluida la muerte de Rashid al Baghdadi, pero la organización se renovó durante la Guerra Civil Siria, pasando a ser conocido como Estado Islámico de Irak y el Levante (al-Dawla al-Isl?m?ya f? al-?Ir?q wa-al-Sh?m; EIIL ISIL o ISIS) o bajo su acrónimo árabe DAESH (D??esh) El siguiente y actual líder, Bakr al-Baghdadi, cortó los lazos con Al Qaeda y declaró, en 2014, la independencia de su grupo y su soberanía sobre Irak y Siria, autoproclamándose «Califa Ibrahim del Estado Islámico».

La organización se caracteriza por su severa interpretación del Islam y su violencia brutal contra los chiitas, al ser sus miembros de fe suní. Su objetivo declarado es expandirse por Jordania, Israel, Palestina, Líbano, Kuwait, Turquía y Chipre.

Nombre
El grupo ha cambiado su nombre en múltiples ocasiones desde su formación. La organización emergió en 2004 con el nombre de Yama’at al-Tawhid wal-Yihad (Comunidad del Monoteísmo y la Yihad) pero lo cambió en octubre de 2004 por Tanzim Qa’idat al-Yihad fi Bilad al-Rafidayn (Organización de la Base de la Yihad en el País de los Dos Ríos, TQJBR), conocida coloquialmente como «al-Qaeda en Irak».

En enero de 2006, el grupo se unió con otros grupos independientes y se llamó Consejo de la Shura de los Muyahidines, y en octubre de 2006 eligió el nombre Dawlat al-‘Iraq al-Islamiyya, Estado Islámico de Irak. En abril de 2013, el grupo cambió su nombre a «Estado Islámico de Irak y el Levante» para reflejar su involucración en la Guerra Civil Siria.
Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Estado_Islámico_(organización_terrorista)

Revelaciones de Snowden sobre el Estado Islámico

Edward Snowden, el exempleado de la NSA, ha revelado que los servicios de inteligencia de EE.UU., Reino Unido e Israel trabajaron juntos para crear el Estado Islámico (el antiguo Estado Islámico de Irak y el Levante, EIIL).

Snowden dijo que la inteligencia estadounidense, británica y los servicios secretos israelíes, conocidos como Mosad, crearon una organización terrorista capaz de atraer a todos los extremistas del mundo a un sitio, usando una estrategia llamada ‘el nido del avispón’, informa Gulf Daily News.

Documentos de la NSA se refieren a la reciente implementación del ‘nido del avispón’ para proteger a la entidad sionista mediante la creación de eslóganes religiosos e islámicos. De acuerdo con documentos publicados por Snowden, «la única solución para la protección del Estado judío es crear un enemigo cerca de sus fronteras». Las filtraciones revelaron que Abu Bakr Al Baghdadi, el líder del Estado Islámico, tuvo entrenamiento militar intensivo durante un año entero en manos del Mosad, además de cursos de teología y oratoria.

Iniciado en junio, el violento levantamiento de la milicia Estado Islámico ha sumido a Irak en una nueva situación de guerra que amenaza a toda la región de Oriente Medio. Se cree que la milicia del Estado Islámico que opera en Irak y Siria controla 2.000 millones de dólares y se compone de 10.000 combatientes, lo que permite a este grupo combatir exitosamente contra el Ejército iraquí y así intentar controlar una región que se extiende desde la ciudad de Alepo en Siria, hasta las ciudades de Faluya, Mosul y Tal Afar en Irak.

Lea también: ¿Quién es Abu Bakr al Baghdadi, el líder del EIIL y «de todos los musulmanes»?

Fuente: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/134244-snowden-mosad-crear-estado-islamico

LOS OBJETIVOS DE ISIS

Estado Islámico prevé conquistar España y Portugal en cinco años

http://www.teinteresa.es/mundo/Islamico-preve-conquistar-Espana-Portugal_0_1196881504.html

Durante este verano se ha recrudecido la violencia del denominado Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés), un grupo terrorista que ha causado el espanto de la comunidad internacional y ha provocado el regreso de EEUU. al campo de operaciones militares del turbulento Irak.

Francisco Rivas, especialista en Oriente Medio de la revista online de geopolítica y relaciones internacionales GIN, responde a preguntas sobre esta organización yihadista.

¿A por quién van?
A esta pregunta, Rivas responde: «Contra todo el mundo». A continuación matiza: «En principio, contra los no suníes. Pero también van contra los suníes que se oponen a ellos».

Pone un ejemplo: «Cuando un profesor musulmán suní de la Universidad de Mosul les dijo que lo que estaban haciendo con los cristianos era una locura, lo mataron. Van contra cualquiera que piense distinto de ellos».

Los cristianos
Son uno de los colectivos religiosos que está siendo víctima de un genocidio. De los 300.000 cristianos que vivían en la zona de Irak ocupada por el Estado Islámico, el 95% se han visto obligados a abandonar sus casas sin apenas nada, mientras que el 5% restante ha optado por convertirse al Islam, según Mark Arabo, el líder de los cristianos caldeos en EEUU.

Más de 50.000 se encuentran actualmente en las montañas sin agua ni comida, y completamente aislados. Algunos han conseguido llegar a El Líbano.
Peor suerte corren los que no alcanzan a huir. Mark Arabo denunció ante la CNN que «hay un parque en Mosul donde Estado Islámico decapita de manera sistemática a los niños y clava sus cabezas en estacas».

Según su testimonio, las mujeres son violadas y asesinadas, y los hombres ahorcados. Los terroristas también practican empalamientos, crucifixiones y descuartizamientos.

El Vaticano está intentando convencer a la comunidad internacional para que reaccione y trate de frenar esta persecución religiosa.

Los yazidíes
El yazidismo es una religión minoritaria en Irak que se remonta al año 2000 a.C. En aquel país lo profesan unas 500.000 personas. Muchos de estos están siendo masacrados o se ven obligados a huir por el desierto, como los cristianos, debido a que no comparten el credo mahometano suní de los
yihadistas.

Los chiíes
Los musulmanes se encuentran divididos desde sus primeros tiempos entre chíies y suníes. Los chiíes eran defendían que fuera Ali ibn Talib, primo y yerno de Mahoma, el líder que guiara a la comunidad. Los suníes, en cambio, preferían como líder a Abu Bakr, el suegro del Profeta.

Desde entonces se han enfrentado en guerras periódicas. También les separan diferencias políticas y doctrinales. En la actualidad el 80% de los musulmanes son suníes, mientras que solo el 15% son chiíes. La mayoría parlamentaria en Irak es chií.

Los estadounidenses
El pasado 18 de julio el Estado Islámico difundió un vídeo en el que amenazó con atacar a los estadounidenses «en cualquier lugar».

Este martes se difundía un vídeo, cuya autenticidad ha confirmado el FBI, donde se muestra la decapitación del periodista de EEUU James Foley. En otra grabación amenazan con hacer lo mismo con otro periodista estadounidense, Steven Sotloff, en función de la «próxima decisión» del presidente Barack Obama.

¿Quiénes son?
El Estado Islámico (hasta junio llamado Estado Islámico de Irak y el Levante) es un grupo islamista radical suní que se ha levantado en armas contra los gobiernos de Siria, primero, y de Irak, después.

Son yihadistas, es decir, promueven la ‘guerra santa’ (Yihad) contra todos los que consideran ‘infieles’. No se conoce con precisión el número de milicianos que lo componen, pero las estimaciones los cifran entre 6.000 y 15.000.

Sin embargo, «sufren bajas a un ritmo acelerado», según explica Rivas, «fundamentalmente porque no tienen capacidad antiaérea destacable». Por ello, indica, «en lo que va de mes y sólo en Irak, han perdido en torno a 700 hombres».

«No es una fuerz a local iraquí. De hecho, una parte de los propios suníes iraquíes se está alzando contra ellos», aclara el especialista en la situación de Irak. «Han aparecido muchas fotos de mercenarios del extremo oriente. Hay afganos y pakistaníes, muchos caucásicos (chechenos y georgianos), quizá indonesios».

La Iglesia Católica ha denunciado que también nutren sus filas con mercenarios provenientes de EE.UU. y Europa.

¿Qué quieren?
Como indica su propio nombre, crear un Estado Islámico. Según señala Rivas, este Estado estaría regido por lo que ellos consideran la ley islámica (la sharia) y al mando de un Califa (que significa literalmente «sucesor». El suegro de Mahoma, Abu Bakr, fue el primer Califa).

El 29 de junio de 2014 manifestaron sus intenciones. Coincidiendo con la fecha de inicio del Ramadán, el portavoz del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) proclamó el Califato, con voluntad de extensión por todo el mundo musulmán.

Por esta declaración, el líder de EIIL, Abu Bakr al-Baghdadi, se autoproclamaba «Ibrahim, imán y califa de todos los musulmanes». El manifiesto provocó un efecto llamada de yihadistas residentes en otros países, incluso europeos.

El grupo yihadista acortó su nombre a Estado Islámico. Este Estado Islámico comprendería inicialmente los territorios de Siria y, al menos, la parte suní de Irak. Pero su voluntad declarada es expansiva. Según dibujan en sus mapas, en cinco años pretenderían conquistar «todo el Norte de África, Asia hasta la India, todo el mundo árabe, los Balcanes hasta Austria y España y Portugal».

A principios de agosto estaban atacando El Líbano, recuerda Rivas, en concreto un pueblo en la frontera con Siria llamado Arsal. «Están intentando tomar infraestructuras: refinerías, campos petrolíferos, presas, estaciones eléctricas… hay quien opina que esto es precisamente para poder tener un Estado con todas sus atribuciones e ingresar mucho dinero de la venta de petróleo».

¿De dónde vienen?
El origen de esta organización se remonta a 2002, cuando el afgano A bu Musab A l Zarqaui, antiguo traficante de drogas, crea la Yama’at al-Tawhid wal-Yihad (Comunidad del Monoteísmo y la Yihad).

En la guerra de Irak de 2003, el grupo toma parte en la resistencia y amplía su red, nutriéndose de numerosos combatientes extranjeros. En mayo de 2004 se une con otro grupo islamista radical, Salafiah al-Mujahidiah, y en octubre de ese año se vinculan a la organización terrorista Al Qaeda, entonces aún dirigida por Osama Bin Laden.

En 2006, el ejército de EE.UU. acaba con la vida de Al Zaraqui. Este es relevado en el puesto por un líder de Al Qaeda, Abu Ayyub Al Masri, quien declara el Estado Islámico de Irak y pone al frente a Abu Abdullah al-Rashid al-Baghdadi. En este periodo, el Estado Islámico de Irak, aunque formalmente independiente, es tutelado por Al Qaeda.

En 2010, fuerzas estadounidenses e iraquíes matan a estos dos líderes, Al Masri y Al Baghdadi. Ese mismo año el nuevo líder de Estado Islámico de Irak pasa a ser A bu Bakr al-Baghdadi (no confundir con el anterior, de nombre muy parecido).

En marzo de 2011 estalla la guerra civil en Siria. El grupo armado aprovecha para expandirse por gran parte de la zona noreste del país, que sigue controlando en la actualidad.

En abril de 2013 se autoproclaman Estado Islámico de Irak y el Levante, en alusión al Levante Mediterráneo, que comprende el territorio de Siria.
En su participación en esta guerra se enfrentan no solo a los leales a Bassar A l A shad, sino también a los rebeldes, incluyendo a nacionalistas kurdos y grupos islamistas como Frente Islámico o Frente Al Nusra.

Por esta causa, la organización yihadista Al Qaeda decidió desvincularse completamente del EIIL a través de un comunicado.

Finalmente, en junio de este año 2014 iniciaron una ofensiva en el norte de Irak, tomando el control de Mosul, la segunda ciudad del país, el día 10, y de otras ciudades de la zona.

Lo demás es barbarie.

 

Fuente:http://www.rebelion.org/noticia.php?id=186134

Revolución iraquí y el fantasma del extremismo yihadista

Pedro Rojo

IraqSolidaridad

“El Consejo Militar de la Revolución, formado por militares del antiguo ejército iraquí, jóvenes de la revolución y miembros de las tribus, está coordinando la lucha militar de los distintos grupos contra el gobierno de Maliki, heredero del sistema político impuesto por la ocupación estadounidense”.

Lo mejor para saber lo que realmente está pasando en Iraq es escuchar a los propios iraquíes. El último comunicado del Consejo Militar de la Revolución (nº21 del 14 de junio 2014) es claro en los objetivos que persigue el actual levantamiento popular:

“1. Restaurar la justicia y no la búsqueda de la venganza. Toda rendición de cuentas se tiene que hacer de acuerdo a la ley y a través de un proceso justo.
2. Respeto a los países vecinos y a su soberanía.
3. Poner fin al sectarismo político y a la represión que instaló la ocupación.
4. Iniciar un proceso constituyente que represente a todos los iraquíes.”

El Consejo Militar de la Revolución, formado por militares del antiguo ejército iraquí, jóvenes de la revolución y miembros de las tribus, está coordinando la lucha militar de los distintos grupos contra el gobierno de Maliki, heredero del sistema político impuesto por la ocupación estadounidense.

La respuesta armada de los iraquíes ha sido el último recurso ante la continua violencia y represión de un régimen que no ha querido escuchar las demandas de su pueblo. Las protestas empezaron de forma pacífica en 2011 con manifestaciones, en las que se exigía servicios básicos, el final de la corrupción y un cambio de régimen. Nuri al Maliki respondió aplastando sin contemplaciones las manifestaciones que se extendían por todo el país, incluidas algunas ciudades del llamado sur chií ante el silencio cómplice de la comunidad internacional. Pero ya no había marcha atrás, después de más de una década de marginación y total abandono por parte de los distintos gobiernos la población iraquí siguió la senda de los tunecinos y egipcios ocupando, a finales de 2012, varias plazas de las provincias del norte donde los hombres de religión proiraníes y las fuerzas de seguridad iraquíes tienen menos influencia. La respuesta del gobierno fue atacar estas plazas símbolo de las revueltas, primero Hawiya (abril 2013) y luego Ramadi (diciembre 2013) que ha sido el detonante para que quienes hasta entonces habían protestado pacíficamente, tomaran las armas.

El fantasma de los yihadistas radicales

La instrumentalización de Al Qaeda como amenaza que se cierne sobre el pueblo iraquí, y especialmente sobre la población chií, ha sido una constante desde el comienzo de la ocupación.

Hay que recordar que hasta la llegada de los estadounidenses a Iraq la franquicia de Ben Laden era totalmente inexistente en las tierras de la antigua Mesopotamia. Fue gracias al caos creado por la invasión y la excusa facilitada de convocar una Yihad contra el ocupante occidental por lo que Al Qaeda empezó a implantarse en algunas zonas de Iraq. Su presencia siempre ha sido marginal pero han sabido utilizar a unos y a otros para mantener su actividad y presencia mediática.

Desde 2003, tanto las fuerzas de ocupación como los gobiernos iraquíes impuestos por ésta han sobredimensionado la capacidad y la influencia de Al Qaeda en Iraq, que más tarde se convertiría en el Estado Islámico de Mesopotamia, y desde 2013 en el Estado Islámico de Iraq y al Shams (Daesh, como se le conoce en árabe), oficialmente desvinculado de Al Qaeda por sus desavenencias en Siria. Utilizar a los radicales como excusa, primero por los estadounidenses para alargar su estancia en Iraq y luego por los gobiernos de Maliki para atemorizar a la población chií, ha sido una constante que se vuelve a repetir durante estos días.

Nadie parece querer usar la lógica más básica cuando los medios de comunicación generalistas hablan de que el Daesh, compuesto en la más generosa de las estimaciones por unos pocos de miles de combatientes, puede controlar una extensión de territorio que abarca desde Raqqa en Siria a Faluya en las postrimerías de Bagdad.

Los iraquíes ya saben lo que es tener zonas del país controladas por radicales integristas y al igual que hicieron en 2008 volverán a expulsar a estos elementos extraños a la naturaleza tolerante y respetuosa de la nación iraquí.

El dilema que se le planteó entonces a la resistencia antiestadounidense se le presenta ahora a los rebeldes que se ven ante la difícil decisión de seguir luchando por terminar de liberar el país o enzarzarse en una batalla intermedia para frenar la barbarie del Daesh. Esta última opción es la que pretende Maliki para desviar la naturaleza del combate de los rebeldes por la restauración de la soberanía en una lucha contra el extremismo islamista que introdujeron los ocupantes. La decisión que han tomado los consejos militares es aplazar la expulsión de Daesh de Iraq para evitar el escenario sirio, donde el enfrentamiento armado entre los grupos de la oposición y el Daesh ha aliviado la presión sobre el régimen de Al Asad.

Retos a corto plazo

La marcha de los rebeldes hacia la capital parece imparable pero el asalto definitivo a Bagdad plantea varios retos. El militar es sin duda importante, pues a pesar de la desbandada del ejército de Maliki en Mosul o Tikrit, el primer ministro cuenta en estos momentos con la parte del ejército que sí está dispuesta a luchar por él, así como con las milicias proiraníes, y las fuerzas iraníes que ya están en el país (de momento tres brigadas de la Guardia Republicana iraní). Pero sin duda el reto más importante de la revolución iraquí es hacer frente al sectarismo y a la manipulación de la parte de la población chií que acepta sin cuestionarse las directrices de los líderes religiosos que, como el ayatolá Sisitani, han llamado a la yihad para defender los lugares santos chiíes de la supuesta horda anatematizadora que llega del norte.

Los esfuerzos de algunos sectores que conforman la oposición iraquí para contrarrestar esta campaña de terror están siendo arrollados por la maquinaria mediática del gobierno iraquí,que ha redoblado su discurso de alimentación del odio sectario que viene repitiendo desde 2003.

Iniciativas como la carta abierta de la Asociación de Ulemas Musulmanes de Iraq en la que se pide a los combatientes un trato exquisito con las poblaciones de las ciudades liberadas, incluidas sus minorías, de tal forma que “[…] estas ciudades se conviertan un modelo para otras que quieran emularlas”.

Otro ejemplo del compromiso de los rebeldes con la unidad del país ha sido la ciudad de Samarra. Toda la provincia de Saladino está controlada por los rebeldes menos esta ciudad que acoge los lugares santos chiíes, que recordemos fueron destruidos por un atentado en 2006.

Ante la posibilidad de que el Daesh pudiese llegar a atacar estos mausoleos (los miembros de las tribus defendieron con éxito los recintos sagrados en una incursión de los yihadistas hace diez días) han dejado al ejército iraquí la ciudad y a las tribus locales la custodia de los lugares santos, pues tanto a Maliki como al Daesh les interesa alimentar el fuego de la guerra sectaria, a uno para mantenerse en el poder y a los otros para fomentar el caos, entorno natural para ellos en el que saben sacar mejor partido a sus tácticas.

Diversas organizaciones del sur han emitido comunicados de apoyo a los rebeldes, como Confederación Nacional Unificada de Tribus del Sur y el Éufrates Medio y el Movimiento Popular para la Salvación de Iraq, liderado por Udey al Zaidy. El levantamiento del sur, de mayoría chií, parece complicado por la mencionada manipulación de los sectores más religiosos de la zona y por el férreo control que las milicias proiraníes y las fuerzas de seguridad de Maliki llevan a cabo contra cualquier forma de oposición. Un hipotético levantamiento popular en el sur sería el golpe de gracia para el actual régimen.

La alternativa al régimen de Maliki fue presentada en una recepción en la Cámara de los Lores, el de pasado 10 de junio. Una delegación de la oposición iraquí, en la que estaban representadas todos los sectores de la sociedad y las corrientes políticas de la oposición, planteó un Iraq basado en: “la independencia e integridad territorial de Iraq […], un sistema político fundamentado en los principios democráticos y constitucionales asentando las bases del pluralismo político, transferencia pacífica del poder e igualdad ante la ley de todos los ciudadanos, […] El rechazo al terrorismo y el restablecimiento de la paz social.” Ya es hora de que las potencias occidentales y regionales se marchen de Iraq y permitan a su pueblo recuperar y desarrollar su país.

Pedro Rojo es arabista, miembro de la CEOSI y presidente de la Fundación Al Fanar

Fuente original: http://www.iraqsolidaridad.org/2014/06/revolucion-iraqui-y-el-fantasma-del-extremismo-yihadista/

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