A cuatro años de firmado el TLC.

A cuatro años de firmado el Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos, Centroamérica y Republica Dominicana hay varias cosas muy claras. La primera, es que los empresarios salvadoreños no han podido obtener del tratado todas las ventajas que tiene, y la segunda, es que no ha generado los cientos de miles de empleos que nos prometieron y que eran casi la única forma para que algo de los beneficios se derramaran a las mesas de la mayoría de las familias.

 Ahora, los tanques de pensamiento al servicio de los grupos empresariales nos dicen que de no haber sido por estos tratados nos hubiera ido peor con la crisis económica mundial, pero sin aclarar por qué.  El hecho que el acuerdo le permitiera a Centroamérica entrar a la economía más fuerte del mundo en condiciones de certeza, predictibilidad y seguridad jurídica es positivo pero no basta. No hemos generado las restantes condiciones para que la inversión extranjera llegue a El Salvador. El país ha hecho muy poco para prepararse y sacarle ventajas al tratado comercial.

 Una prueba de lo anterior es el déficit en la balanza comercial con los Estados Unidos. Mientras que los EUA nos han vendido 2,606 millones de dólares, nosotros solo les hemos logrado vender 1,763 millones.

 Por ello FUSADES reconoce que es necesario fortalecer la competitividad y la productividad de las empresas mediante capacitación, nuevas tecnologías e innovación, con la finalidad de aumentar las exportaciones a los EUA y posicionar los productos salvadoreños en ese mercado. También aceptan que se necesita diversificación productiva y asociatividad empresarial.

 Unos días antes el Ministro de Economía Dr. Héctor Dada señalaba los retos que tiene El Salvador frente al TLC: Necesitamos diversificar la oferta exportable, incorporar mayor valor agregado a la producción, fortalecer las cadenas productivas, ampliar el apoyo a la mediana y pequeña empresa, incrementar la competitividad, innovación y calidad, así como fortalecer el clima de negocios.

 Además necesitamos avanzar en la integración centroamericana. Solo como subregión tenemos posibilidades de comercializar con éxito en los grandes mercados. Por ello es positiva la visión pragmática del Presidente de la República cuando plantea la necesidad de reincorporar a Honduras a las instancias regionales.

 En el comentario sobre las elecciones en Honduras señalaba: “Pero no se puede ocultar la situación especial en que estas elecciones se desarrollaron. Por ello la clave de una correcta posición política está en trascender el evento electoral. Sobre este simplemente hay que reconocer que se realizó, que hay un resultado, que el pueblo hondureño, en medio de condiciones difíciles tomó una decisión (equivocada o no). La clave está en cual será la actitud del Presidente Electo, de la clase política, los grupos de poder económicos y militares de Honduras para enfrentar la crisis.”

 La Unión Aduanera es otro paso importante que nuestros países deben de dar para mejorar nuestras condiciones de competitividad. Este tema debe ser asumido con prontitud, especialmente ahora que estamos en la recta final de un nuevo tratado comercial de nuestra región con la Unión Europea.

 Otro elemento clave es la seguridad ciudadana y jurídica. El actual gobierno está haciendo un importante esfuerzo en generar confianza en cuanto al respeto a las reglas y normas, así como fortaleciendo las instituciones que constituyen nuestro Estado de Derecho. Pero esto debe ser acompañado de una actitud responsable de nuestra clase política y de los sectores empresariales.

 El actual gobierno ha dado muestras claras de cual es el rumbo estratégico que se pretende dar al país. Está claro que habrán cambios con la debida seriedad y seguridad, como resultado del dialogo y la búsqueda de los mas amplios acuerdos. Está claro que el gobierno no solo no hará virajes intempestivos que vulneren la credibilidad del país, si no que también buscará que otras instituciones del Estado tampoco lo hagan.

 Por ello, el discurso de los representantes de las gremiales empresariales que señalan que el país no tiene rumbo económico, es incorrecto y poco creíble para la mayoría de la población. Este discurso contribuye a generar incertidumbre en otros sectores y afecta el clima de inversiones. Dan la imagen que no tienen intereses de país, solo de negocios.

 El otro tema clave es la seguridad ciudadana. Con el actual clima de violencia delincuencial, los riesgos para la inversión se elevan, los costos en la cadena productiva y comercial aumentan, pues hay que crear el eslabón de la seguridad privada o del pago de la “renta” para proteger dichas actividades. Con los niveles de delincuencia que tenemos, el país es poco atractivo para los inversionistas. Por ello es clave el plan antidelincuencia que recién nos ha presentado el gobierno. Volvemos a insistir en la necesidad del aporte de todos para que tenga efectividad. Exigirle resultados después de pocas semanas de anunciado es prematuro y hasta irresponsable.

 Si los retos señalados por FUSADES y por el Ministro de Economía se comienzan a enfrentar con éxito. Si además logramos un mejor entorno socio político de seguridad tanto jurídica como ciudadana, es probable que el quinto aniversario del TLC lo celebremos en mejores condiciones para la región y nuestro país.

 Ayutuxtepeque, miércoles, 10 de marzo de 2010.

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